Mientras el mundo del cine continúa configurándose para inundar la taquilla de 2015 y en adelante de nuevas, y en muchos casos innecesarias, entregas de sagas de adaptaciones de cómics, novelas juveniles o videojuegos, hoy traemos un post especial para entrar de lleno en los estrenos que suenan con más posibilidades de alzarse con algún que otro galardón en la venidera temporada de premios. Así, en ese artículo comentaremos brevemente los logros de un pequeño grupo de actores cuyo trabajo admiro cada vez más, y cuya presencia en una película suele ser motivo suficiente para ir al cine a sorprenderme con la intensidad de sus nuevos papeles. Empecemos con la tanda de actores que continúan el legado de intérpretes brillantes que consiguieron cautivar a generaciones de espectadores, dignos herederos de Cary Grant, Gregory Peck o Paul Newman:
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Michael Fassbender: En los últimos dos años, el ascenso del actor irlandés de origen alemán ha sido imparable. Comenzó como secundario en la brillante miniserie
Hermanos de sangre, y poco más se supo de él hasta que Tarantino le ofreció un breve papel en
Malditos Bastardos. Su año de esplendor fue 2011, cuando mostró su versatilidad en papeles que incluían al señor Rochester de
Jane Eyre, a un joven y vengativo Magneto en
X-Men: First Class, o al protagonista de la demoledora
Shame. Este joven actor, que guarda cierto parecido con Charlton Heston, fue lo más destacable de la irregular
Prometheus, y en 2013 ha vuelto con su impresionante trabajo en
12 años de esclavitud, por el cual merece una nominación al Oscar como mínimo. Próximamente le veremos en proyectos tan dispares como
X-Men: Días del futuro pasado, una nueva versión de
MacBeth, o en la adaptación del videojuego
Assassin's Creed.
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Tom Hiddleston: Este joven actor británico fue descubierto por Kenneth Branagh, junto a quien empezó a trabajar en la serie
Wallander. Bajo sus órdenes, Hiddleston se alzó como una de las sorpresas de
Thor al dar vida a
Loki, el dios de las mentiras y el engaño, con un papel contenido y serio en el que muchos habrían caído en la sobreactuación. Repitió el papel como villano de
Los Vengadores, en la reciente
Thor 2 y, mientras sus legiones de seguidores crecen, directores de la talla de Steven Spielberg, Woody Allen o Jim Jarmusch se han apresurado a trabajar con él en
War Horse,
Medianoche en París, y en la todavía pendiente de estreno
Only Lovers Left Alive, respectivamente. Además, es todo un personaje gracias a sus imitaciones y su participación en vídeos virales.
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Benedict Cumberbatch: Su caso es parecido al de Hiddleston, pues después de varios papeles secundarios en cine y televisión, fue su interpretación en
Sherlock la que puso la atención del público en él. Gracias al comienzo de esta magistral serie, en la que Cumberbatch bordaba la personalidad del detective por excelencia, empezaron a lloverle papeles en películas como
War Horse o
El topo. Este 2013 nos ha sorprendido con su gran aporte a la saga de
Star Trek, con su participación en
12 años de esclavitud, y pronto le veremos en la secuela de
El Hobbit, poniendo voz al dragón Smaug; y en el esperado regreso de
Sherlock.
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Ryan Gosling: Quien empezara como uno de los niños actores apadrinados por Disney junto a Justin Timberlake y Christina Aguilera para después convertirse en
El joven Hércules, pronto se labraría un nombre dentro del circuito independiente. Tras protagonizar películas tan recomendables como
Half Nelson o
Lars y una chica de verdad, en 2011 Gosling brilló con luz propia gracias a sus papeles en películas tan diferentes como
Los idus de marzo,
Crazy Stupid Love, o la magnífica
Drive. Todo un ejemplo de contención y naturalidad, en 2013 ha tenido algún traspiés con
Gangster Squad y la irregular
Only God Forgives, para después ofrecer un pequeño gran papel en
The Place beyond the Pines. Ahora mismo se está tomando un descanso mientras prepara su debut en la dirección.
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Bradley Cooper: Todo un ejemplo del sueño americano, y del hollywoodiense en particular. Cooper llevaba años luchando por ganarse la vida como actor, con papeles secundarios en series como
Alias y en comedias como
Di que sí, pero no fue hasta el estreno de
Resacón en Las Vegas, la comedia sorpresa de 2009, cuando despuntó como el guaperas del grupo. Después se le pudo ver en
El equipo A, y Cooper demostró ser un actor con posibilidades para el drama en el thriller
Sin límites. Mientras cerraba la trilogía de Resacón, se consagró gracias a sus papeles en
El lado bueno de las cosas y en
The Place beyond the Pines, tras los que le espera cantidad de trabajo:
American Hustle,
Serena, y dar voz a Mapache Cohete en
Los guardianes de la galaxia.
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Christian Bale: El actor galés lleva mucho tiempo delante de las cámaras, pues Steven Spielberg le eligió para protagonizar
El imperio del Sol. Desde entonces, Bale siguió creciendo como actor gracias a papeles secundarios y destellos de genialidad en títulos como
American Psycho o
El maquinista. Desde que diera vida a un más que convincente Bruce Wayne en
Batman Begins, Bale ha sabido combinar a la perfección el cine comercial con la calidad interpretativa. Sus continuas transformaciones y la versatilidad de sus trabajos en películas como
Rescate al amanecer,
El truco final,
El tren de las 3:10 o
The Fighter le posicionan como un digno heredero de Robert De Niro. Además, ahora está a punto de estrenar las interesantes
Out of the Furnace y
American Hustle.
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Jeremy Renner: Un caso similar al de Cooper, pues Renner trabajó durante años como actor secundario en películas tan dispares como
SWAT: Los hombres de Harrelson o
El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. No fue hasta el estreno de
The Hurt Locker: En tierra hostil, cuando se lució con un papel descarnado. Después, le llegaría la oportunidad de mostrar su furia y contundencia en
The Town, y desde entonces ha pasado por distintas franquicias como
Misión imposible,
Los Vengadores o la saga
Bourne. No obstante, promete dar que hablar gracias a su trabajo en las venideras
American Hustle y
The Immigrant.
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Leonardo DiCaprio: De niño prodigio pasó a convertirse en ídolo adolescente gracias a sus papeles en
Romeo + Julieta o en
Titanic. Por suerte, con la llegada del nuevo milenio, grandes directores como Steven Spielberg y Martin Scorsese se fijaron en él y decidieron convertirlo en un actor que sufre con cada papel y nos recuerda a la entrega de los clásicos. Desde entonces no ha parado, entregando interpretaciones sobresalientes en películas como
Infiltrados,
Diamante de sangre,
Revolutionary Road,
Shutter Island,
Origen,
J. Edgar o la reciente
Django desencadenado. Este 2013 le hemos visto dar vida a un convincente
Jay Gatsby, y pronto estrenará su nueva colaboración con Scorsese en
The Wolf of Wall Street.
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Matt Damon: Otro que no para. En los 90 trabajó a las órdenes de Coppola y de Spielberg, y ganó un Oscar por escribir el guión de
El indomable Will Hunting junto a su amigo Ben Affleck. Después de convertirse en un nuevo héroe de acción gracias a la gran saga de
Jason Bourne, Damon aporta entrega y calidad en cada película en la que participa, ya sea
Infiltrados,
Invictus,
Valor de ley,
Contagio o la reciente
Elysium. En breve podremos verlo junto a su amigo George Clooney en
The Monuments Men y en un pequeño papel en
Interstellar.
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Bryan Cranston: Conocido por ser el televisivo padre de Malcolm, Cranston alcanzó la gloria al dejarnos a todos con la boca abierta gracias a su papel de Walter White en
Breaking Bad, ofreciendo una de las mejores interpretaciones de la historia de la ficción televisiva. La popularidad de la serie y la calidad de su papel, que rivaliza con la de Anthony Hopkins en
El silencio de los corderos, brindaron a Cranston la oportunidad de lucirse en la gran pantalla, donde ha demostrado su maestría con pequeños pero nada desdeñables papeles en
Drive y
Argo. Mientras se presta a aparecer en todo tipo de parodias, en 2014 le veremos en la nueva versión de
Godzilla.
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Brad Pitt: A punto de cumplir los 50, el rumbo que ha tomado su carrera en los últimos años ha sido sorprendente. En los 90 ya nos cautivó con papeles como los de
Seven o
Doce monos, pero desde que tocara fondo con la bochornosa
Sr. y Sra. Smith, Pitt se ha reinventado como actor y productor, capaz de ofrecer papeles de gran intensidad dramática como los de
Babel,
El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford o
Moneyball, y de combinarlos con otros más divertidos (
Malditos bastardos,
Quemar después de leer) e incluso con superproducciones con personalidad, como
Guerra Mundial Z. En breve disfrutaremos de su breve participación en
12 años de esclavitud, de la que también es productor.
·Matthew McConaughey: Dejamos para el final el caso que me parece más espectacular. El texano McConaughey despuntó a finales de los 90, cuando trabajó con directores como Steven Spielberg (Amistad) o Robert Zemeckis (Contact). Desde entonces su carrera cayó en picado, protagonizando ridículas comedias románticas y aventuras insulsas por las que nadie le daba ningún crédito, hasta que, en 2011, protagonizó El inocente, un solvente thriller criminal. Su papel serio y contenido no tardó en llamar la atención de varios directores, como Steven Soderbergh, que le ofreció un pequeño papel en Magic Mike. La carrera de McConaughey ha experimentado un ascenso meteórico que nos ha descubierto a un actor capaz de ofrecer papeles de gran carga dramática y de aguantar el peso de una película sobre sus hombros. Este 2013 nos ha deslumbrado con la genial Mud, la desgarradora Dallas Buyers Club, y todavía le falta por estrenar The Wolf of Wall Street, a las órdenes de Scorsese. Por si esto no fuera poco, en 2014 protagonizará True Detective, la nueva serie de la HBO, y también Interstellar, el proyecto que Christopher Nolan rueda actualmente.
A la espera de poder disfrutar de sus nuevas películas, concluimos aquí el repaso. Y para vosotros, ¿cuáles son los actores del momento? ¿Y actrices?