miércoles, 27 de octubre de 2010

Boston: Distrito Criminal

En el cine estadounidense, no son pocas las películas policíacas ambientadas en la ciudad de Nueva York que reflejan los ambientes más dispares: desde el decadente retrato social de Taxi Driver al crimen organizado de El padrino, pasando por policías honrados como Serpico o psicópatas que se ocultan tras sus asesinatos en serie (Se7en).

Otras ciudades norteamericanas también han sufrido crímenes cinematográficos con frecuencia, como les sucede a Los Ángeles (en Heat o Training Day), Chicago (Los Intocables) y hasta a Baltimore en la elaboradísima serie televisiva The Wire. Sin embargo, me ha llamado la atención que distintos directores rodaran sus películas criminales durante la última década en Boston, ciudad de raíces puritanas; ofreciendo una imagen decadente de ciertos barrios en los que los contrastes sociales y la segregación de la población son verdaderamente alarmantes.



Es el caso de Mystic River, drama social del maestro Clint Eastwood basado en la novela de Dennis Lehane (quien ambienta sus escritos en la mencionada ciudad). En esta película se nos presenta una comunidad en la que es difícil contar con la actuación de la ley, siendo los propios afectados quienes establecerán justicia a su propia manera, siguiendo la máxima del ojo por ojo. Un filme excepcional, en el que al dominio narrativo de Eastwood se une el trabajo de un premiado reparto: Sean Penn, Tim Robbins, Kevin Bacon, Marcia Gay Harden...



Cuando hablamos de Infiltrados (The Departed) hacemos referencia a uno de los títulos que contiene todos los elementos característicos del director Martin Scorsese. Bueno, casi todos. Sorprende que este relato acerca de la eterna lucha entre mafia y policía no esté ambientado en la Nueva York natal de Martin, eligiendo Boston como alternativa. Al igual que en el caso anterior, se acentúan los ambientes deprimidos y la escasa distinción entre "buenos" y "malos", contando para ello con actores inspirados (DiCaprio, Nicholson, Damon, Wahlberg, Farmiga, Sheen...).



Tal vez sea la más olvidada en comparación con las anteriores, pero el debut de Ben Affleck como director dio como resultado una película que tener en cuenta. Adiós, pequeña, adiós supone un auténtico ejercicio de estilo en el que se mezcla la herencia del cine negro clásico con las tensiones sociales de las zonas urbanas más desarraigadas de Boston, creando una envolvente e inquietante atmósfera. Basada en otra novela de Lehanne, plantea complicadas cuestiones morales paralelas a la trama detectivesca. El reparto no podría hacer más justicia a la película, con el deslumbrante Casey Affleck acompañado por Michelle Monaghan, Ed Harris, Morgan Freeman y Amy Ryan.



Sin abandonar Boston, Ben Affleck vuelve a ponerse tras la cámara (y también delante) en su esperado segundo trabajo como director, The Town; entre cuyos actores se encuentran Jeremy Renner (que encadena proyectos gracias a su labor en The Hurt Locker) y Jon Hamm (en el que podría ser su salto definitivo al cine tras los pequeños cameos anteriores). Esperemos que cumpla las expectativas generadas, porque desde luego con semejantes antecedentes la película no podría ser más prometedora.

*Aprovecho la ocasión para agradecer a Tarquin Winot haberme permitido colaborar en su recomendable blog con mi pequeño artículo acerca del panorama televisivo.

viernes, 22 de octubre de 2010

The Swell Season

El pasado lunes 18 tuve ocasión de ver en directo a The Swell Season, grupo formado por la joven Markéta Irglová y Glen Harsgard, quienes acompañados de la banda del último se adentran en el terreno del folk irlandés y el rock indie. Fue gracias a la película musical independiente Once cuando alcanzaron el reconocimiento que merecían, llegando incluso a ganar el Oscar a la mejor canción, Falling Slowly, en 2008.

En el concierto comenzaron con temas correspondientes a su disco más reciente, Strict Joy, para luego dar paso a los pertenecientes a la banda sonora de la citada película; al mismo tiempo que se ganaron el favor del público no sólo con su música, sino con multitud de bromas acerca de la comida y las tapas españolas, entre otros. En este aspecto fue Glen (con su característica guitarra rota) quien derrochó más carisma, si bien ambos tuvieron el detalle de animar a una seguidora con quien habían contactado previamente a que subiera al escenario y los acompañara tocando las castañuelas en una canción. Para terminar y "que el público tuviera algo que tararear de camino a casa", según el propio Glen, entonaron una versión de la sencilla Devil Town.




Un concierto impresionante con dos músicos de gran talento entregados.

domingo, 17 de octubre de 2010

La Red Social: Ciudadano Zuckerberg


Basada en la novela The Accidental Billionaires de Ben Mezrich, la nueva película de David Fincher narra el nacimiento de Facebook en el año 2003, su posterior desarrollo y los distintos conflictos que generó entre sus creadores.

En mi humilde opinión, La red social es una película perfecta y compleja que funciona en todos los niveles, empezando por el guión, pilar que sostiene el conjunto de la obra. Escrito por Aaron Sorkin (guionista de Algunos hombres buenos y la serie El ala oeste de la Casa Blanca), dramatiza los hechos reales concernientes a Mark Zuckerberg y su entorno y nos presenta una envolvente tragedia repleta de amistad, ambición, traición y poder al mismo tiempo que refleja la complicada situación actual que plantean las redes sociales (como anuncia uno de los personajes, la vida pública ahora se realizará en Internet) y el sistema de las universidades estadounidenses (ya bastaba de comedias de instituto), resultando una trama fascinante que no decae en ningún momento en la que se perciben ecos de las emblemáticas Ciudadano Kane y El Padrino.



Fincher se atreve con una dirección arriesgada, con continuos saltos narrativos que aportan distintos puntos de vista, permitiendo que seamos los espectadores quienes juzguemos a los personajes. Además, con La red social adopta un estilo más tradicional al no ser tan pronunciada la influencia del videoclip, como ya hizo en El curioso caso de Benjamin Button. También están presenten los rasgos característicos de sus obras: la fotografía de tonos oscuros, la inquietante banda sonora o los efectos especiales perfectamente integrados en la historia; como prueba la recreación digital de los gemelos, interpretados los dos por el mismo actor.

David Fincher demuestra una vez más su habilidad para dirigir actores, siendo capaz de que todos den lo mejor de sí mismos; desde Rooney Mara y Justin Timberlake en sus breves intervenciones a Andrew Garfield, más que convincente como el sufrido Eduardo Saverin. Sin embargo, el que merece especial atención es Jesse Eisenberg (protagonista de la divertida Zombieland), quien construye al neurótico, frío y ambicioso Mark Zuckerberg de un modo formidable. Gracias a su labor, Zuckerberg se alza como personaje de doble moral y excéntricas manías evolucionando a lo largo de todo el metraje hasta la asombrosa escena final, en la que, a pesar de haber ganado millones, Mark ha perdido todo cual Michael Corleone y se refugia en su Xanadú particular en busca de su Rosebud personal.



Sin duda alguna uno de los títulos del año, La red social es una película brillante tanto en su ejecución como en su planteamiento y desarrollo, que se sirve de una historia universal acerca de las ansias de poder para retratar las situación social actual. Imperdible.

jueves, 14 de octubre de 2010

Los siete curiosos casos de David Fincher

Cuando hablaba de Inception pocos días después de su estreno, mencionaba que Christopher Nolan pertenece al grupo de escasos directores "jóvenes" actuales que ya casi pueden ser considerados clásicos. Pues bien, otro de ellos podría ser David Fincher, quien hasta la fecha ha apostado por proyectos arriesgados y, como mínimo, curiosos.



Fincher comenzó colaborando en diversos rodajes, dedicándose posteriormente al mundo de la publicidad y al de los videoclips, desde donde daría el salto a la gran pantalla con la prescindible Alien 3. Sería en su próximo trabajo en el que establecería las constantes que definen su obra, caracterizada por presentarnos un mundo oscuro en el que los personajes se ven angustiados al enfrentarse a sus demonios interiores, cambiando para siempre su vida en el proceso. A la recreación de los lóbregos ambientes por los que se desenvuelven contribuyen su pericia como director, su capacidad para que los actores den lo mejor de sí mismos y la utilización de efectos especiales al servicio de la historia, que no abrumen a los espectadores con explosiones y demás recreaciones digitales.

Su segunda y reconocida película fue Se7en, tenebroso thriller policial con Brad Pitt, Morgan Freeman, Gwyneth Paltrow y Kevin Spacey que crearía escuela, influyendo a los posteriores retratos de asesinos en serie. La siguió The Game, filme que reivindicar por su desconcertante desarrollo, con una poderosa interpretación de Michael Douglas, cuyo personaje se ve inmerso en una enrevesada trama que homenajea a Con la muerte en los talones.



Más recordada es El club de la lucha, película con Brad Pitt y Edward Norton considerada de culto basada en la novela homónima de Chuck Palahniuk. Aunque personalmente ni me sorprendió la identidad de Tyler Durden ni congenié con el individualismo radical propuesto, sí hay que reconocer la labor de Fincher en la dirección y montaje con fuerte herencia del videoclip. La angustia vuelve a invadir su siguiente película, La habitación del pánico, en la que se nos narra la claustrofóbica situación que viven los personajes interpretados por Jodie Foster y Kristen Stewart al irrumpir en su casa la banda de ladrones encabezada por Forest Whitaker.

Tras años de inactividad estrenó Zodiac, de engañoso planteamiento ya que lo que comienza como un thriller policíaco estilo Se7en se transforma en el retrato de una obsesión a través del tiempo. No mucho después llegó su película más ambiciosa hasta la fecha, El curioso caso de Benjamin Button, relato de la vida de un peculiar personaje, las distintas épocas que atravesó y las pintorescas personas a las que conoció. Además de contar con las arrolladoras interpretaciones de Brad Pitt y Cate Blanchett, los efectos especiales avanzan un paso más al recrear a los personajes en sus diferentes edades, siempre perfectamente integrados en la historia.



Sin embargo, no pude sino mostrarme escéptico cuando descubrí cuáles serían los nuevos proyectos de David Fincher. Por una parte filmaría la versión estadounidense de la adaptación de la novela Los hombres que no amaban a las mujeres; que, si bien su temática coincide con el registro del director, no termina de ser chocante verle al frente de un remake. Más inminente resulta el estreno de La red social, centrada en la creación de Facebook. Dado el auge de las redes sociales me parecía un tanto oportunista trasladar semejante historia al cine...hasta que me informé acerca de la vida de Mark Zuckerberg, repleta de ambición y traición. Así, las disputas de este oscuro y joven empresario terminan perfilándose como uno de los estrenos más interesantes de este año.



Habrá que estar pendiente de su llegada a las carteleras; y en cuanto a sus futuros trabajos, será mejor depositar un mínimo de confianza en un director que hasta ahora es responsable de películas más que curiosas.

martes, 12 de octubre de 2010

Problemas legales con Blogger

Esta mañana he recibido un e-mail por parte del equipo de Blogger en el que se me informaba que una de mis entradas había infringido los derechos de Copyright de la DMCA (Digital Millenium Copyright Act), por lo que habían procedido a retirarla de Internet, dejándola disponible en la opción borrador para que la editara y publicara de nuevo una vez eliminase el material conflictivo. La entrada en cuestión fue publicada en este blog el pasado 1 de Septiembre y era la referente a The Expendables, en la que escribí una reseña (como suelo hacer habitualmente) acerca de la película, la cual acompañé de imágenes subidas a la red desde mi equipo personal. Ahora mismo estoy a la espera de que me notifiquen qué contenido fue exactamente el que ha provocado esta reacción; pero no quepo en mi asombro ya que en los casi tres años que llevo en este blog no me había sucedido nada similar. Si a alguno de vosotros le ha pasado algo parecido o tiene información sobre casos de este tipo, agradecería mucho que dejase un comentario.

domingo, 10 de octubre de 2010

Gamefest 2010

Este fin de semana se celebró la primera feria dedicada al mundo de los videojuegos en Madrid, Gamefest, siguiendo la estela de otras convenciones europeas. Su éxito puede considerarse como una prueba más de la expansión de este sector de la industria del entretenimiento, que el año pasado superó en beneficios al cine y la música (afectados por la piratería y la poca innovación que ofrecen a los consumidores). Además de expandirse, el joven sector de los videojuegos ha sabido renovarse y ampliar sus fronteras, atendiendo a las demandas de un público cada vez más amplio (lo cual se refleja en la presencia de familias enteras en Gamefest, cada uno de sus miembros interesado en un tipo de videojuego determinado). Por mi parte, las sagas Halo, Call of Duty y GTA ya cuentan conmigo entre sus seguidores.



Los aficionados a los videojuegos pudimos encontrar en Gamefest expositores en los que grandes compañías como Sony, Nintendo o Microsoft mostraban sus próximos lanzamientos y nos daban la oportunidad de probarlos (siempre que soportásemos las colas de espera). Entre los videojuegos expuestos pueden diferenciarse dos amplios grupos: aquellos que nos proponen diversos ejercicios físicos y los que heredan el proceso de producción del mundo del cine. Los primeros se basan en la interacción con la consola ya sea para ponernos en forma o para aprender los pasos de baile del mismísimo Michael Jackson; presentando accesorios que reconocen nuestros movimientos con precisión, como Move de PlayStation 3 o Kinect de Xbox 360. En cuanto al segundo grupo, en él encontramos aquellos videojuegos que atraviesan un proceso de desarrollo millonario similar al de las grandes producciones de Hollywood, sin reparar en gastos en cuanto a elaboración de guión o apartados gráfico y sonoro se refiere.



Evento necesario, Gamefest ha demostrado la buena salud del mundo de los videojuegos y las nuevas posibilidades que se explorarán en el futuro inmediato, además de la gran aceptación de la que goza el sector entre el gran público.

jueves, 7 de octubre de 2010

Batman según Grant Morrison


La vida de Bruce Wayne ha cambiado mucho en los últimos años, desde que Grant Morrison tomara las riendas de su colección. Aunque he hecho referencia a esta etapa con anterioridad, hoy traigo un pequeño resumen de los acontecimientos que han cambiado el rumbo de Batman, con el fin de que el plan maestro del guionista escocés sea más sencillo de seguir (no es necesario señalar que la penosa edición de Planeta DeAgostini ha optado por lo contrario).

Al comienzo de su etapa al frente de la colección fuimos testigos de la llegada de nuevos personajes que posteriormente afectarían al statu quo de Batman, como la africana Jezebel Jet o el temperamental Damian Wayne, hijo de Bruce con Talia Al Ghul. A su aparición se sumó la de tres fantasmas que nada bueno auguraban; además del regreso del clásico y olvidado Club de Héroes, un grupo de imitadores internacionales del murciélago que lo ayudaron en sus momentos más oscuros.



Después de tales presagios, la existencia de Bruce Wayne se convirtió en un infierno cuando la organización criminal conocida como El Guante Negro puso a prueba su resistencia y condición de superviviente nato extenuándolo al límite física y mentalmente en la saga Batman R.I.P. Aunque ya pudimos leer un planteamiento similar en La caída del murciélago, ahora acompañamos a Batman a su muerte (figurada más que literal) mientras poco a poco recogemos las pistas del gigantesco puzle que Morrison compone con sus bizarros argumentos y la infinidad de detalles que en ellos aparecen (también queda demostrado su talento a la hora de reflejar en el papel las variedades dialectales en que hablan los personajes).

Tras el fin de Batman se suceden una serie de números y sagas que poco o nada aportan como La Batalla por la capucha (desde Batman R.I.P. sabíamos quién recogería el manto del murciélago) y el sentido homenaje que Neil Gaiman y Andy Kubert rinden a la figura del Caballero Oscuro en ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?; obra en la que se acentúa el carácter mítico y cíclico del protector de Gotham.



Poco después arranca la interesante Batman y Robin, colección que sigue las aventuras y dificultades de Dick Grayson y Damian Wayne al asumir las identidades de guardianes de Gotham, al mismo tiempo que se atan cabos sueltos y todo lo sucedido empieza a encajar. En el apartado gráfico, dibujantes de la talla de Frank Quitely o Cameron Stewart acompañan a Morrison en distintos arcos argumentales encadenados.

Para terminar de cerrar el círculo, Grant Morrison escribe la serie The Return of Bruce Wayne, en la que sabremos qué ha sido del Batman original y qué pistas ha dejado a sus compañeros. Con el mismo propósito se publican los números 701 y 702 de Batman, en los que se revela qué pasó exactamente para que Bruce muriera, mientras que el previo especial 700 hace hincapié en el carácter intemporal del hombre murciélago.



A escasos días de conocer el final, la estancia de Morrison al frente de Batman ha resultado una etapa atípica pero cohesionada, en la que se construye un gigantesco mosaico teniendo siempre presente la tragedia que marcó a Bruce Wayne y lo llevó a convertirse en quien todos conocemos; además del papel que tienen en su simbología Robin, Alfred o el Joker. En su totalidad, remarca el carácter de Batman como mito contemporáneo e imperecedero.

domingo, 3 de octubre de 2010

Machete: Se metieron con el mexicano equivocado

Antiguo agente federal, Machete sobrevive como inmigrante ilegal en el estado de Texas hasta que un hombre misterioso le contrata con un turbio propósito. Traicionado y dado por muerto, se ve envuelto en una complicada trama que relaciona corrupción política con inmigración y tráfico de drogas y que le llevará hasta Torrez, el despiadado narcotraficante que acabó con su familia. La venganza de Machete no ha hecho más que empezar.

Además de su peculiar visión idealizada de México, una de las constantes en la filmografía de Robert Rodríguez es la presencia del personaje de Machete interpretado por Danny Trejo, quien ha aparecido en la mayoría de sus películas, desde Desperado hasta la reciente producción Predators, pasando por Abierto hasta el amanecer, Spy Kids o El Mexicano. Hace tres años, el personaje gozó de su propio tráiler falso en el proyecto Grindhouse, y después de las peticiones de los seguidores Trejo ya puede presumir de la película que rinde homenaje a su figura de secundario en infinidad de títulos como los citados, Heat o Con Air.



Sería absurdo ver Machete esperando encontrar una historia que invite a la reflexión, actores interpretando personajes complejos y torturados o una incisiva crítica social. Machete se alza como homenaje al cine de serie B, ofreciéndonos un torrente de acción, sangre, tiros, explosiones, frases lapidarias, tipos duros y mujeres florero, todo ello aliñado con una grotesca sátira social acerca de la inmigración ilegal en la frontera (atención a la frase que pronuncia el senador refiriéndose a los votantes adinerados) y una buena dosis de humor (véanse los vídeos de la campaña electoral o la violencia disparatada presente en el filme).

Robert Rodríguez regresa al tipo de cine que le dio la fama, al que hace referencia con su nuevo trabajo (no son pocos los paralelismos con Desperado). Firma el guión junto a su primo Álvaro y dirige con el debutante Ethan Maniquis, dotando a Machete del aspecto de serie B que ya mostraba en el falso tráiler, para lo cual se vale de la fotografía polvorienta, la música rockera y hasta de los fallos de raccord, al mismo tiempo que rueda impresionantes secuencias de acción, como la inicial o la huida del hospital.

Además, Machete cuenta con uno de los repartos más eclécticos que se han visto últimamente: Acompañan a Danny Trejo actores que ya trabajaron con Rodríguez como Jessica Alba o Jeff Fahey (Frank Lapidus para los amigos), a los que se unen Michelle Rodríguez (Ana Lucía en Perdidos), el legendario Robert De Niro (en un papel caricaturesco con guiño a Taxi Driver incluido) o los estropeadísimos Steven Seagal y Lindsay Lohan; aparte de las intervenciones de habituales del director como Cheech Marin, Tom Savini, las gemelas de Planet Terror y el niño de Spy Kids; e incluso de Nimród Antal, responsable de Predators.



Podremos disfrutar de Machete siempre que dejemos atrás los prejuicios y sepamos a qué nos enfrentamos, como sucede con la mayoría de títulos de Rodríguez. Así, nos encontraremos con una película sumamente divertida, gamberra y descarada, de la que no se descartan posibles secuelas.