Maya, una joven y tenaz analista de la CIA, lleva años persiguiendo a la cúpula de los terroristas de Al Qaeda. Durante todo este tiempo ve cómo los atentados se suceden, los métodos de espionaje tradicionales se quedan anticuados, presencia impotente la pérdida de personas cercanas y lucha contra las trabas burocrática sin darse nunca por vencida, pues está convencida de que posee varias pistas para dar con el paradero del terrorista más buscado del mundo, Osama Bin Laden. ¿Lo conseguirá?
Directora afincada en el cine de acción, al que ha contribuido con títulos tan entretenidos como Le llaman Bodhi, Kathryn Bigelow sorprendió a finales de 2009 al público y la crítica con The Hurt Locker (En tierra hostil), thriller bélico ambientado en la guerra de Irak que huía de polémicas varias para narrarnos una historia dura y tensa desde un punto de vista crítico, con personajes interesantes y ofreciendo a los espectadores más preguntas que respuestas. Después de su merecido triunfo en la ceremonia de los Oscar, Bigelow decidió continuar con un nuevo proyecto de corte bélico, que finalmente se ha convertido en Zero Dark Thirty, relato de la lucha de la CIA contra los terroristas de Al Qaeda a lo largo de una década y de la operación que terminó con Osama Bin Laden en mayo de 2011.
Bigelow se ha reunido para la ocasión con Mark Boal, guionista de la mencionada The Hurt Locker (que cada día me gusta más, soberbia interpretación de Jeremy Renner) y de En el valle de Elah, con las cuales Zero Dark Thirty comparte el acercamiento a la guerra: Boal huye de polémicas fáciles para ofrecer una visión crítica con ambas partes, enfatizando el cambio en las tácticas de los dos bandos y la ambigüedad moral de los implicados. Esto mismo podemos presenciar en Zero Dark Thirty, pues la película escapa de patriotismos baratos (aquí no hay grandes héroes ni proezas), en los cuales era muy fácil caer dado el tema, y nos muestra cómo ha cambiado el mundo del espionaje actual, el panorama hostil e incierto en el que se desarrollan las operaciones y las técnicas de cuestionable moralidad a las que se recurre, además de todo el esqueleto burocrático que hay detrás de una gran operación; todo ello sin olvidarse de que es una película ni del desarrollo de los personajes.
La combinación del guión de Boal, dividido en varios episodios, con la dirección de Bigelow consigue que las más de dos horas y media que dura la película atrapen al espectador e incluso le fascinen con lo que se muestra en pantalla y la lucha personal de Maya. Bigelow opta por un estilo directo, sin artificios, cercano al de The Hurt Locker, con secuencias dirigidas con mucha inteligencia en las que sugiere en lugar de mostrar y otras de tensión extrema, como el sensacional tramo final donde se desarrolla la operación en cuestión. A esto hay que sumarle un montaje acorde, una edición de sonido excelente y la cumplidora banda sonora de Alexandre Desplat, que no se hace notar demasiado, no estaba tan inspirado como en Argo.
Zero Dark Thirty cuenta con un reparto coral que cumple y dota a sus personajes del realismo y la profundidad necesarios. Nos encontramos con actores ascendentes como Jason Clarke (Sin ley), Joel Edgerton (Warrior), o Edgar Ramírez (El ultimátum de Bourne) y rostros familiares como los de los destacables Kyle Chandler (Super 8), Mark Strong (Kick-Ass), Jennifer Ehle (Contagio) y James Gandolfini (Mátalos suavemente). En medio de este reparto coral brilla con fuerza la interpretación de Jessica Chastain, que da vida a Maya, una mujer dura, obsesionada con su trabajo pero humana al mismo tiempo (en la línea del personaje de Claire Danes en Homeland). Resulta impresionante la carrera de esta actriz, que en estos últimos dos años ha pasado de pequeños roles secundarios a convertirse en una de las mejores actrices jóvenes del momento gracias a sus numerosos papeles en películas de géneros variados (El árbol de la vida, La deuda, Criadas y señoras, Take Shelter, Sin ley, Mamá...), siempre aportando interpretaciones de primer nivel. Zero Dark Thirty no es ninguna excepción, y en ella Chastain realiza un gran trabajo, midiéndose con otros intérpretes de nivel y saliendo airosa con un personaje complejo y muy fuerte.
La nueva película de Kathryn Bigelow es todo un triunfo cinematográfico, capaz de mantener a los espectadores en tensión durante su prolongado metraje y de hacerlos reflexionar acerca de sucesos de máxima actualidad. Zero Dark Thirty impacta con fuerza en los espectadores y supone la consagración de Jessica Chastain, una gran actriz.
Ficha de la película.
Ficha de la película.