martes, 30 de agosto de 2011

El debut de Jeff Bridges

Desde hace mucho tiempo, el actor Jeff Bridges ha sido un fan incondicional de la música country, pero no fue hasta su papel en la película Crazy Heart cuando tuvo la ocasión de tocar y cantar en pantalla. Gracias a los elogios que su actuación recibió (incluso ganó un merecido Oscar al mejor actor), Bridges obtuvo el apoyo que necesitaba y se reunió con un grupo de buenos amigos para grabar su primer disco de estudio, titulado simplemente Jeff Bridges.


De este modo, El gran Lebowski nos sorprende con diez canciones de country lento, un tanto alejadas del estilo de Crazy Heart, en las que predominan un tono melancólico y sentimientos sinceros a los que Bridges da voz y ritmo. Os invito a que deis una oportunidad al álbum de este magnífico actor y músico (quien esperemos que no tarde en volver a las pantallas) y os dejo con una de sus canciones, el single What a Little Bit of Love Can Do.

jueves, 25 de agosto de 2011

Cuenta Conmigo: 25º Aniversario

Aprovechando el reciente estreno de Super 8, es el momento ideal para rescatar una de las películas a las que el filme de J. J. Abrams homenajea por lo mucho que le debe: se trata de Cuenta Conmigo (Stand by Me), que acaba de cumplir 25 años. 
 
Basada en la novela breve de Stephen King titulada The Body, Cuenta Conmigo fue dirigida por el también actor y guionista Rob Reiner (La princesa prometida) en 1986. A modo de retrospectiva, el protagonista, Gordie Lachance, nos narra sus recuerdos de la infancia, cómo pasaba los veranos de la década de 1950 en un pequeño pueblo del Medio Oeste estadounidende, lugar en el que vivía innumerables aventuras con sus tres mejores amigos. Pero Cuenta Conmigo va más allá de la diversión y las andanzas de sus protagonistas, lo que la convierte en una versión madura de Los Goonies que plantea interesantes reflexiones acerca de los amigos de la infancia, aquellos que terminan perdiéndose sin que podamos encontrar otros iguales; y también de las presiones que ejercen la familia y el entorno sobre unos jóvenes que apenas empiezan a descubrir el mundo que les rodea.

Además de por la complejidad de su historia, Cuenta Conmigo nos sorprende por su cautivadora ambientación y paisajes ideales para la aventura, a los que se suma una inmejorable banda sonora compuesta por éxitos de la década de los 50 como Mr. Lee, Lollipop, Come Go with Me, o Everyday. Entre las curiosidades que rodean a la película, merece la pena destacar la presencia de actores como Will Wheaton (ahora con cameos en The Big Bang Theory), Corey Feldman (Bocazas en Los Goonies), River Phoenix, o los hoy famosos Kiefer Sutherland y John Cusack.

Gracias a su sentido de la aventura y profundo trasfondo, Cuenta Conmigo se ha convertido en un referente para muchos, como por ejemplo prueban el capítulo dedicado a ella en Los Simpson o los homenajes en la citada Super 8. Para terminar, ¿qué mejor que una de las muchas escenas emblemáticas de la película?

sábado, 20 de agosto de 2011

Super 8: Homenaje a la infancia


Después de un duro invierno, Joe Lamb ansía con ganas pasar el verano de 1979 rodando con sus amigos una película en el pequeño pueblo de Lillian, Ohio. Junto a las dificultades técnicas que presenta el rodaje, Joe intentará arreglar su complicada relación con su padre, entablar amistad con Alice, la chica de sus sueños, y también descubrir quién o qué amenaza el pueblo tras el atípico accidente de un tren que transportaba mercancías de las fuerzas aéreas.

Tras contribuir a la actual revolución de la ficción televisiva con series como Alias o Perdidos, J. J. Abrams tuvo la oportunidad de debutar como director cinematográfico y revitalizar una saga en decadencia con la entretenida Misión Imposible 3. En 2009, Abrams consiguió el reconocimiento de público y crítica por la frescura que supo transmitir a la nueva entrega de Star Trek, llamando la atención de Steven Spielberg y consiguiendo la oportunidad de trabajar en un proyecto más personal. 

 Dos meses después de su estreno en Estados Unidos llega a nuestras carteleras Super 8, filme escrito y dirigido por el creador de Fringe que supone a un sentido homenaje a un tipo de cine que, desafortunadamente, ha pasado de moda: el de las películas familiares y juveniles de aventuras, subgénero en el que fue pionero el propio Spielberg y que gozó de una enorme popularidad en la década de 1980, inspirando a multitud de espectadores en todo el mundo. De este modo, en Super 8 encontraremos constantes guiños a las películas del director de Tiburón, como E.T., Indiana Jones, o Parque Jurásico, así como a otros títulos protagonizados por pandillas de amigos tan emblemáticas como las de Los Goonies y Cuenta Conmigo (de las cuales Abrams incorpora varios clichés en su película), y también habrá lugar para referencias a George A. Romero, Halloween, y Star Wars.

Alice y Joe
Además del homenaje a un estilo de cine, Super 8 tiene personalidad propia. J. J. Abrams combina sus influencias con un firme pulso narrativo, más pausado que el de sus dos anteriores películas, y un efectivo tratamiento del drama que viven los protagonistas, a los que hay que sumar la cuidada fotografía (en la que siguen presentes los destellos que caracterizan al director), los efectos especiales de los estudios Industrial Light & Magic, el divertido ejercicio de metacine presente en la película, y el sentido del misterio y la intriga, heredero de la serie Perdidos y Monstruoso, otra porducción de Abrams y Bryan Burke. Aparte del mencionado Burke, Abrams cuenta de nuevo con otro viejo conocido: el compositor Michael Giacchino, responsable de una banda sonora totalmente integrada en la película que mezcla toques de Perdidos con el tono propio de algunas partituras del maestro John Williams.

Valor añadido

En el reparto, sorprende la naturalidad conseguida por los jóvenes protagonistas, capaces de hacer creer a los espectadores que han sido amigos en la misma pandilla desde siempre. Entre ellos destacan Joel Courtney y Elle Fanning (quien toma el relevo de su hermana Dakota como niña prodigio), más que eficaces a la hora de transmitir las emociones que sienten sus personajes. Les acompañan, en roles secundarios, unos correctos Kyle Chandler (King Kong, Friday Night Lights), Ron Eldard (Black Hawk Derribado) y Noah Emmerich (The Walking Dead). En cuanto a este último, merece la pena mencionar que da vida al villano de la función, un despiadado general alejado de los militares hiperpatrióticos de las "películas" de Michael Bay.


Sin duda alguna, J. J. Abrams ha logrado consolidar su carrera cinematográfica como director con Super 8, una película emotiva y sumamente entretenida que da las gracias a aquellas cintas de aventuras con las que muchos crecimos, a la vez que nos presenta una aventura misteriosa y llena de amistad en la que sumergirnos.

lunes, 15 de agosto de 2011

El Origen del Planeta de los Simios

En un futuro cercano, el joven y prometedor científico Will Rodman trabaja en una posible cura para enfermedades neurodegenerativas que puede hacer millonarios a los laboratorios que subvencionan su investigación. Antes de probar la cura en humanos, Will debe experimentar con simios, pero los problemas surgen cuando observa cómo el chimpancé llamado César muestra un desarrollo cognitivo inusual para su especie, incluso comparable al de los humanos.

En busca de una franquicia que explotar para obtener sustanciosos beneficios en taquilla, los estudios de 20th Century Fox decidieron recurrir al clásico de 1968 protagonizado por Charlton Heston, El Planeta de los Simios, y dar una vuelta de tuerca a lo planteado en esta película tras las desastrosas secuelas con que contó y el remake dirigido por Tim Burton en 2001, el cual no logró convencer a los espectadores y fue duramente criticado. Así, se puso en marcha una campaña viral para promocionar la película que narraría cómo los simios se rebelaron contra los humanos y tomaron la Tierra, propuesta que fue recibida con fuerte rechazo y escepticismo por muchos (entre los que me incluyo), ya que resulta totalmente absurdo mostrar el origen del citado planeta cuando uno de los mayores encantos de la película original era el misterio generado en torno a qué podía haber sucedido para que los simios se hicieran con el poder, incógnita para la que surgían todo tipo de posibles respuestas, muchas de ellas relacionadas con el darwinismo.


Sin embargo, tras su estreno el pasado 5 de agosto, El Origen del Planeta de los Simios sorprendió y fascinó por igual a público y crítica, convirtiéndose en uno de los taquillazos y sorpresas del verano (en parte debido a que nadie esperaba nada de ella, dada su propuesta). Aunque no comparto el furor que ha desatado, El Origen del Planeta de los Simios me ha parecido una película bastante entretenida, con una historia sencilla propia de un blockbuster veraniego que funciona en pantalla gracias a una correcta dirección alejada de la estruendosa escuela de Michael Bay, y a una vistosa puesta en escena, todo ello acompañado por una leve y repetitiva crítica de lo crueles que son los seres humanos con otros animales y de cómo jugar a ser dioses con ellos puede volverse en su contra.

Los encargados del guión son Rick Jaffa y Amanda Silver, a quienes ahora les llueven los encargos y que consiguen imprimir un tono ameno a los poco más de 90 minutos de película centrados en la represión que sufre César, el chimpancé superinteligente, y cómo su sed de venganza hacia los humanos que lo torturaron se convertirá en el detonante de la revuelta de los simios, revolución cogida con pinzas que no encaja mucho con lo visto en la película original, aunque dado su éxito ya tendrán tiempo en las secuelas de aclarar lo sucedido (o no). El director es el semidesconocido Rupert Wyatt, autor de cortometrajes que debutó con la película El Escapista y que con El Origen del Planeta de los Simios se pasa al cine comercial. Sorprende el uso que hace de los elaborados efectos especiales de Weta Digital (compañía de Peter Jackson), empleados para dotar de vida y realismo a los simios y no para abrumar al espectador con explosiones atronadoras.


La presencia del reparto es meramente anecdótica (como sucede con la banda sonora de Patrick Doyle, casi imperceptible), pues nos encontramos con el potencial de James Franco (127 Horas) desaprovechado, a Freida Pinto (Slumdog Millionaire) relegada a mujer florero con apenas líneas de diálogo, el cameo de Brian Cox, y a Tom Felton haciendo de Draco Malfoy una vez más. Eso sí, también aparecen en pantalla un correcto John Lithgow y la estrella de la función, Andy Serkis, un experto en dar vida a criaturas digitales que de nuevo realiza un gran trabajo a pesar de ocultar su rostro bajo los efectos especiales, esta vez como el protagonista, César.


Dado su inesperado éxito, el director ya ha confirmado la puesta de marcha de una secuela que continuará narrando la lucha entre simios y humanos por el control de la Tierra. De momento, El Origen del Planeta de los Simios refresca la cartelera del verano con una historia sencilla pero entretenida, y unos efectos especiales que dan un paso más en la recreación de criaturas digitales tras Gollum, King Kong y los Na'vi de Avatar.

martes, 9 de agosto de 2011

Capitán América: El Primer Vengador

En las calles de Nueva York, el joven y delgaducho Steve Rogers observa cómo le deniegan una y otra vez alistarse en el ejército estadounidense para poder combatir contra las fuerzas del Eje en la Europa de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a su perseverancia y buena voluntad, Rogers obtiene la oportunidad de participar en el revolucionario "proyecto supersoldado", lo cual le convertirá en el Capitán América, un símbolo de la libertad que se enfrentará a los delirios de grandeza de Cráneo Rojo, líder de la peligrosa organización paramilitar conocida como Hydra.

Llega la tercera película de 2011 basada en un cómic de Marvel, en este caso dedicado a todo un icono de la editorial por su historia y la trascendencia de las viñetas que ha protagonizado, muchas de las cuales han reflejado el clima político de la época correspondiente a su publicación. En el caso de Capitán América: El Primer Vengador, los espectadores encontraremos una película marcada por los patrones que han caracterizado los estrenos de Marvel desde Iron Man: un acercamiento a la esencia del personaje en el que priman la aventura, el entretenimiento y pequeños golpes de humor. Así, en Capitán América encontraremos al personaje de los cómics originales creados hace setenta años por Joe Simon y Jack Kirby, un neoyorkino bonachón y un tanto inocente que se convertirá en el símbolo de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial (por el contrario, la película se aleja de la etapa actual del personaje, centrada en juegos de espionaje y conspiraciones por el poder).

Los Comandos Aulladores al completo
Además, Capitán América sirve de prólogo al gran proyecto que Marvel Studios lleva años desarrollando con sumo cuidado: El desembarco de Los Vengadores en la gran pantalla, que según lo previsto sucederá a mediados de 2012. De esta forma, en Capitán América aparecen menciones a Asgard, el cubo cósmico, e Industrias Stark que ayudan a entretejer las redes del Universo Marvel cinematográfico. A esto hay que sumar los guiños incluidos a los cómics, como la aparición de la Antorcha Humana original, el escudo y traje iniciales del Capitán, el cameo de Stan Lee, la presencia de los Comandos Aulladores o lo sucedido con Bucky Barnes.

Ahora bien, como película, Capitán América ofrece entretenimiento con altas dosis de pirotecnia. Con la excepción del protagonista, no hallaremos desarrollo de personajes ni una exploración de las motivaciones del villano. En su lugar, el filme relata los orígenes del superhéroe para dar paso a una rápida sucesión de batallas y efectos digitales, con un incremento del ritmo no muy acertado en el tramo final, justo cuando se convierte en Capitán América (similar a lo que sucedía en la segunda mitad de Thor). Más que culpar a los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeele (responsables de la saga Las Crónicas de Narnia), deberíamos buscar las causas del acabado final de la película en el papel de su director, Joe Johnston (Parque Jurásico 3, Océanos de Fuego), cineasta de carrera un tanto irregular que no consigue transmitir mucha fuerza a la película y los personajes, valiéndose de escenas a cámara lenta en las secuencias de acción y de un diseño de producción demasiado estrafalario en lo que a los villanos de Hydra se refiere (a Johnston le ocurre lo contrario que a Kenneth Branagh, quien sí logró imprimir su sello personal en la trama y actores de Thor).

El verdadero rostro de Johann Schmidt
Para dar ritmo a la película tenemos la banda sonora de Alan Silvestri, una composición de tintes militares y aventureros alejada de su mítica sintonía de Regreso al Futuro; y en el reparto encontraremos un rostro familiar en las adaptaciones de cómics: El de Chris Evans, quien ya ha participado en Los 4 Fantásticos, Scott Pilgrim vs. the World, y Los Perdedores y ahora da vida a Steve Rogers antes y después de tomar el suero del supersoldado. Le acompañan, en papeles poco desarrollados, Hayley Atwell (Los pilares de la Tierra), el gran Hugo Weaving (especializado en villanos desde Matrix), Neal McDonough (Hermanos de Sangre), Toby Jones (La Niebla), Stanley Tucci (The Lovely Bones), y los archiconocidos Tommy Lee Jones y Samuel L. Jackson.

Peggy Carter
Como curiosidad, creí haber encontrado pequeños homenajes a las películas Días de Radio (con la aparición del niño pelirrojo en los muelles de Brooklyn), Indiana Jones y la última cruzada (por la persecución en moto a través del bosque), y Men in Black (cuando el personaje de Tommy Lee Jones pulsa cierto botón rojo en un automóvil).

El Capi se enfrenta al horrendo vestuario de Hydra
Capitán América prepara el camino de Los Vengadores, cuenta una de las historias más simbólicias del Universo Marvel como son las circunstancias que rodean los comienzos de Steve Rogers, y entretiene a pesar de sus baches técnicos. Por el momento ha logrado agradar a los seguidores del personaje, y si el éxito en taquilla acompaña puede que surja la posibilidad de una secuela. ¿Alguien ha mencionado al Soldado de Invierno?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Cowboys & Aliens

En 1873, un objeto volador no identificado se estrella en Arizona. De él emerge Rado Dar, conquistador alienígena que ha esclavizado a varias razas extraterrestres y ahora quiere hacer lo mismo con el lugar donde ha aterrizado, a menos que el intrépido vaquero Zeke Jackson y su socia Verity se lo impidan. Sin embargo, para ello deberán aliarse con sus antiguos enemigos, los apaches que habitaban la región, a quienes los colonos arrebataron sus tierras.

Publicado a modo de novela gráfica por la editorial Platinum Studios en 2006, Cowboys & Aliens es un cómic creado por Scott Mitchell Rosenberg (presidente de la mencionada editorial) con una propuesta atípica y bastante curiosa: ¿Qué pasaría si los colonos del viejo Oeste americano se enfrentasen a una invasión de alienígenas que los superan en armamento y tecnología? 
 
La labor de desarrollar esta premisa argumental cayó en las manos de los guionistas Fred Van Lente y Andrew Foley, quienes nos cuentan una historia sumamente sencilla a la vez que amena y divertida. La trama no podría ser más esquemática: los alienígenas siembran el caos y la destrucción en el Oeste, así que un grupo de colonos e indios apaches se proponen detener la invasión y defender sus tierras. No hay desarrollo de los personajes y sus motivaciones, ni golpes de giro que demuestren que nada es lo que parece; sino que el cómic va directo al grano para contarnos la acción y escaramuzas de los vaqueros a toda velocidad. Por suerte, esto no impide que Cowboys & Aliens no entretenga, ya que su sencillez permite a los lectores encontrar disparatadas aventuras, guiños al western y puede que hasta les invite a reflexionar acerca de por qué el "destino manifiesto" empuja a ciertas civilizaciones a conquistar las tierras de otros.
 

Del apartado gráfico se encargan Dennis Calero en el prólogo y Luciano Lima en la novela gráfica. Este último muestra una narración fluida, con un estilo poco detallista pero efectivo, sobre todo a la hora de ilustrar las batallas y representar el arsenal alienígena. Eso sí, los dos plasman con éxito la atmósfera polvorienta del Oeste, pueblos-calle y valles deséticos incluidos.

Por extraña que parezca la propuesta de Cowboys & Aliens, en la sencillez de sus páginas podremos encontrar una historia de aventuras agradable, extraña y sobre todo muy curiosa, tanto como pueda resultar mezclar el género del viejo Oeste con las invasiones alienígenas y la ciencia ficción. Desenfundad el revólver, aunque esta vez no os servirá de mucho.