Tras los sucesos de Nueva York, Tony Stark no ha vuelto a ser el mismo. El mundo ha cambiado, y tal vez ni Tony ni su álter ego superheroico estén a la altura de lo que se avecina. Mientras Stark trata de poner a salvo a los suyos, la amenaza del terrorista conocido como El Mandarín y el regreso de un viejo amigo de su pasado harán que Tony se replantee su rol como Iron Man y hasta dónde está dispuesto a llegar para proteger a Pepper Potts.
El vengador dorado regresa a los cines, y lo hace por todo lo alto. Después de que su refrescante primera parte marcara el inicio de la ambiciosa y exitosa Iniciativa Vengador, la segunda entrega de las aventuras de Tony Stark, aunque divertida, convirtió las virtudes de su predecesora en excesos. Tras su glorioso paso por Los Vengadores, Iron Man regresa a las carteleras con un tercer acto que vuelve a la esencia del personaje y del Universo Marvel cinematográfico para ofrecernos una película sumamente entretenida, que combina con oficio las dosis adecuadas de acción, espectáculo, comedia y desarrollo de personajes.
Después de que Jon Favreau abandonara la silla de director en busca de otros proyectos que no le han salido demasiado bien, el encargado de cerrar la trilogía del vengador dorado ha sido Shane Black, guionista de la saga Arma Letal que ha contado con todo el apoyo de Marvel Studios para escribir y dirigir esta película, que funciona como epílogo de Los Vengadores y como preludio a la anunciada fase dos del Universo Marvel cinematográfico. Las expectativas eran muy altas, sobre todo si tenemos en cuenta el éxito rotundo de los héroes más poderosos de la Tierra hace un año, pero Black ha conseguido mantenerse fiel al espíritu del personaje presentándonos las consecuencias que los sucesos de Nueva York y la lucha contra los Chitauri han tenido en la vida del excéntrico multimillonario Tony Stark. Así, mientras presenciamos cómo su mundo se viene abajo con la entrada en escena de El Mandarín y del programa Extremis, los espectadores nos reencontraremos con el Tony Stark sarcástico y arrollador de las anteriores entregas, y con los personajes que conforman su particular familia, Jim Rhodes, Happy Hogan y sobre todo Pepper Potts.
La trama de Iron Man 3, construida en forma de thriller superheroico, fluye con soltura, alternando entre escenas cómicas y secuencias de acción espectaculares que sorprenden pero no abruman al espectador, como el rescate del avión o el tramo final. Además, la introducción de nuevos personajes en la saga no queda forzada, sino que Maya Hansen, Aldrich Killian o El Mandarín tienen sus minutos de gloria en pantalla. En cuanto a este último, es cierto que no se ha respetado a uno de los villanos más emblemáticos de los cómics de Iron Man, pero reconozco que era difícil adaptar al líder chino de los diez anillos y que la visión que se ofrece del personaje en la película me ha convencido, pues beneficia a la trama y de paso ofrece una crítica sutil a la "guerra contra el terror" actual.
Uno de los aspectos que más logrados están de Iron Man 3 es su capacidad para trasladar la complejidad del Universo Marvel a la película. No sólo está vinculada con los sucesos de la Iniciativa Vengador, a los que se hacen constantes alusiones, sino que el clásico cameo de Stan Lee, lo bien reflejados que están Iron Patriot y el proyecto Extremis, la irrupción de I.M.A., la aparición de Jensen y del Doctor Wu (futuro Hombre Radiactivo), las alusiones a la Roxxon Oil, Rescate, o la Guerra de las Armaduras y la divertida escena post-créditos consiguen captar la sensación de universo cohesionado que se desprende de la lectura de los cómics en que se basan estas películas. Lo único que he echado en falta ha sido la presencia de SHIELD, Nick Furia y el carismático agente Coulson (que por razones obvias no podía aparecer) y alguna canción de AC/DC para acompañar al personaje, si bien la funcional banda sonora compuesta por Brian Tyler (Hawai 5.0) para la ocasión cumple con creces, además nos ofrece un pegadizo tema principal.
El reparto está a la altura del reto y todos sus miembros cumplen sus respectivos papeles. Gwyneth Paltrow cobra más protagonismo como Pepper Potts, Don Cheadle consigue que el bromance entre Jim Rhodes y Tony Stark sea todavía más divertido, Jon Favreau repite con el humor de Happy Hogan y la incorporación de James Badge Dale (The Pacific), Ben Kingsley y Guy Pearce como los villanos de la función resulta más que convincente, sobre todo el papel de éste último, gran actor donde los haya. El reparto se completa con la participación de la siempre correcta Rebecca Hall (The Town) y con el maestro de ceremonia, un espléndido Robert Downey Jr. que se ha fusionado con su personaje de Tony Stark, capaz de reflejar desde sus temores internos hasta la rápida sucesión de bromas que han marcado su carácter desde la primera película.
Sin llegar al nivel de perfección y contundencia de Los Vengadores, Iron Man 3 recupera el espíritu del vengador dorado y del hombre bajo la armadura, Tony Stark, para someterle a una nueva prueba que supera gracias a una película de entretenimiento puro que no se olvida de los espectadores. Digno cierre de la trilogía, esperemos que Downey Jr. vuelva a enfundarse la armadura, mientras tanto disfrutaremos con ilusión de las sorpresas de la recién inaugurada fase 2 de Los Vengadores.
Ficha de la película.
Ficha de la película.