En un futuro cercano, el joven y prometedor científico Will Rodman trabaja en una posible cura para enfermedades neurodegenerativas que puede hacer millonarios a los laboratorios que subvencionan su investigación. Antes de probar la cura en humanos, Will debe experimentar con simios, pero los problemas surgen cuando observa cómo el chimpancé llamado César muestra un desarrollo cognitivo inusual para su especie, incluso comparable al de los humanos.
En busca de una franquicia que explotar para obtener sustanciosos beneficios en taquilla, los estudios de 20th Century Fox decidieron recurrir al clásico de 1968 protagonizado por Charlton Heston, El Planeta de los Simios, y dar una vuelta de tuerca a lo planteado en esta película tras las desastrosas secuelas con que contó y el remake dirigido por Tim Burton en 2001, el cual no logró convencer a los espectadores y fue duramente criticado. Así, se puso en marcha una campaña viral para promocionar la película que narraría cómo los simios se rebelaron contra los humanos y tomaron la Tierra, propuesta que fue recibida con fuerte rechazo y escepticismo por muchos (entre los que me incluyo), ya que resulta totalmente absurdo mostrar el origen del citado planeta cuando uno de los mayores encantos de la película original era el misterio generado en torno a qué podía haber sucedido para que los simios se hicieran con el poder, incógnita para la que surgían todo tipo de posibles respuestas, muchas de ellas relacionadas con el darwinismo.
Sin embargo, tras su estreno el pasado 5 de agosto, El Origen del Planeta de los Simios sorprendió y fascinó por igual a público y crítica, convirtiéndose en uno de los taquillazos y sorpresas del verano (en parte debido a que nadie esperaba nada de ella, dada su propuesta). Aunque no comparto el furor que ha desatado, El Origen del Planeta de los Simios me ha parecido una película bastante entretenida, con una historia sencilla propia de un blockbuster veraniego que funciona en pantalla gracias a una correcta dirección alejada de la estruendosa escuela de Michael Bay, y a una vistosa puesta en escena, todo ello acompañado por una leve y repetitiva crítica de lo crueles que son los seres humanos con otros animales y de cómo jugar a ser dioses con ellos puede volverse en su contra.
Los encargados del guión son Rick Jaffa y Amanda Silver, a quienes ahora les llueven los encargos y que consiguen imprimir un tono ameno a los poco más de 90 minutos de película centrados en la represión que sufre César, el chimpancé superinteligente, y cómo su sed de venganza hacia los humanos que lo torturaron se convertirá en el detonante de la revuelta de los simios, revolución cogida con pinzas que no encaja mucho con lo visto en la película original, aunque dado su éxito ya tendrán tiempo en las secuelas de aclarar lo sucedido (o no). El director es el semidesconocido Rupert Wyatt, autor de cortometrajes que debutó con la película El Escapista y que con El Origen del Planeta de los Simios se pasa al cine comercial. Sorprende el uso que hace de los elaborados efectos especiales de Weta Digital (compañía de Peter Jackson), empleados para dotar de vida y realismo a los simios y no para abrumar al espectador con explosiones atronadoras.
La presencia del reparto es meramente anecdótica (como sucede con la banda sonora de Patrick Doyle, casi imperceptible), pues nos encontramos con el potencial de James Franco (127 Horas) desaprovechado, a Freida Pinto (Slumdog Millionaire) relegada a mujer florero con apenas líneas de diálogo, el cameo de Brian Cox, y a Tom Felton haciendo de Draco Malfoy una vez más. Eso sí, también aparecen en pantalla un correcto John Lithgow y la estrella de la función, Andy Serkis, un experto en dar vida a criaturas digitales que de nuevo realiza un gran trabajo a pesar de ocultar su rostro bajo los efectos especiales, esta vez como el protagonista, César.
Dado su inesperado éxito, el director ya ha confirmado la puesta de marcha de una secuela que continuará narrando la lucha entre simios y humanos por el control de la Tierra. De momento, El Origen del Planeta de los Simios refresca la cartelera del verano con una historia sencilla pero entretenida, y unos efectos especiales que dan un paso más en la recreación de criaturas digitales tras Gollum, King Kong y los Na'vi de Avatar.
6 comentarios:
Y no olvidemos a Brian Cox, el sensacional Stryker de X-Men 2 que también pasaba por aquí...
Para mi uno de los peliculones del año, muy emotiva y emocionante.
Como comenté en el blog, o en Facebook -no recuerdo muy bien-, siempre fui prejuicioso con el ítulo, no me llamó la atención. El otro día fui al cine, vi un trailer sobre un científico, parecía seria (como un biográfico sobre algún médico famoso, de esos oscarizables) y entretenida. Luego, la rebelión de los monos, igual de fascinante.
El título me dejó perplejo, no esperaba que algo tan interesante fuese "El planeta de los simios", por lo que está en mis planes verla.
Las críticas son positivas, la tuya también lo es -aunque tampoco con demasiados festejos-, así que espero verla. Lo que me disgusta un poco el reparto. Franco es lo único interesante, nada más.
Saludos.
La vi ayer y me pareció muy entretenida y el final bastante adeacuado y vaya trabajo el de Andy Serkis.
Estoy leyendo que ésta realización no está mal, yo como cualquiera la tenía como una película más propia de la cartelera masiva pero he leído que se presenta mucho mejor de lo que se esperaba, seguro por ese riesgo de hacer algo diferente a lo protagonizado por Heston, y como dices de abordar el misterio de la revolución. La veo en cuanto pueda que tengo mucha curiosidad. Un abrazo.
Mario.
Yota: He mencionado a Brian Cox, pero su presencia me pareció más un cameo por haber trabajado antes con el director, y cierto, la película tiene sus partes emotivas.
Rodrigo Moral: Pues sí, en principio era una propuesta nada atractiva e incluso absurda, aunque al final ha resultado una pelicula entretenida, sin muchos artificios. Los actores están muy normalitos, sólo destacarían a Serkis.
Kikedck: Es entretenida, sobre todo por Andy Serkis haciendo de simio.
Mario: Sí, a pesar de las expectativas iniciales está cosechando muy buenas críticas (algunas demasiado exageradas, en mi opinión), pero sí que es muy entretenida.
¡Saludos y gracias por vuestros comentarios!
Yo personalmente me lo pasé muy bien viéndola, y aunque tiene sus cosillas (eso de que el mono hable no me lo trago), en general la película está bastante bien para los bodrios que se suelen proyectar en las salas de cine últimamente.
Además, me gustó mucho el detalle del viaje espacial que estoy seguro a muchas de las personas se les pasará por alto al verla.
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