domingo, 22 de septiembre de 2013

Dolor y dinero: Ambición sin límites


Daniel Lugo trabaja como entrenador personal en un gimnasio de Miami a mediados de los años 90. Su carrera parece estancada, y no recuperará la pasión por su trabajo hasta conocer a Victor Kershaw, un empresario de dudosa reputación que lleva la ambición de Danny hasta límites insospechados. Compinchado con un par de compañeros del gimnasio, Lugo pone en marcha un elaborado plan para hacerse con la fortuna de Kershaw y cumplir así su particular y retorcida visión del sueño americano.

Cuando salieron los primeros avances del nuevo proyecto de Michael Bay, titulado originalmente Pain & Gain, no despertaron en mí el más mínimo interés. Caracterizado por su estilo adrenalítico, confusas escenas de acción, explosiones imposibles y el ensalzamiento gratuito de los militares estadounidenses, las películas de Michael Bay suponen la simplificación de las superproducciones taquilleras. La saga de Transformers me parece abominable, y la única película de Bay que me gusta es La isla, más por su trasfondo de ciencia ficción que por la acción en sí. Sin embargo,tras enterarme del reducido presupuesto de Dolor y dinero (en comparación con sus anteriores películas) y de las primeras reacciones que estaba generando, la curiosidad pudo conmigo y acudí a verla.


Basada en hechos reales, Dolor y dinero supone una comedia negra muy disfrutable acerca de la ambición de un grupo de culturistas y monitores de gimnasio, quienes emprenden un camino sin retorno por la senda del crimen a fin de saciar su codicia, generando una ola de caos a su alrededor. Sorprendentemente, Bay no cae en los excesos de sus anteriores películas, que ya se han convertido en la marca de la casa, y deja fluir una historia que gira alrededor de la estupidez, la avaricia y el ego de sus protagonistas a modo de versión hipermusculada de la mítica Fargo de los hermanos Coen. Así, nos encontramos ante una película que funciona como comedia y nos ofrece momentos tensos y macabros relacionados con las actividades criminales de los protagonistas, en la que además se incluye una ligera pero acertada crítica a los ideales de éxito y triunfo que predica el sueño americano y que mueven a los protagonistas en su delirante incursión en mundo criminal. Para terminar, nos ofrece una exaltación de las pequeñas cosas de la vida, las más sencillas, en contraste con las aspiraciones de los protagonistas, al igual que sucedía en la mencionada Fargo.


Quienes también tienen buena culpa de lo divertida que resulta esta película son sus actores protagonistas: las decisiones y los planes de Mark Wahlberg, las camisetas y lecciones religiosas de un gigantesco Dwayne "the Rock" Johnson, y sobre todo los caretos de Anthony Mackie ilustran el sangriento y oscuro viaje de los personajes. Les acompañan un sufrido Tony Shalhoub (alias Monk), la debutante Bar Pali (no podría faltar una modelo en una película de Bay) y las breves intervenciones del cómico Ken Jeong (Resacón en Las Vegas), de Peter Stormare y del gran Ed Harris, de lo mejorcito de la película dando vida a un veterano detective privado que da caza a estos criminales de poca monta.


La fotografía de Ben Seresin proporciona a la película los colores plásticos y vibrantes característicos de las superproducciones de Bay, además de que la banda sonora de su colaborador habitual, Steve Jablonsky, resulta correcta y no desentona al lado de las canciones de la época. Aunque se hace un poco larga y tiene algún bajón de ritmo según se aproxima el tramo final, Dolor y dinero es, en su conjunto, una comedia alocada, disparatada y muy divertida. Ojalá Michael Bay se dedicara más a este tipo de cine, aunque para compensar ya tendremos la cuarta parte de Transformers dentro de un año.

1 comentario:

Mamen dijo...

Estaba indecisa de si verla o no. Pero después de leer tu posto, probablemente decida verla.

Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo que has comentado. "La saga de Transformers me parece abominable, y la única película de Bay que me gusta es La isla".

La Isla me gustó por su transfondo.

En cuanto a los actores, si me encuentro con Dwayne "The Rock" Johnson, por el pasillo de un hospital, me da algo! Más que nada por lo grandote que es! Aunque se le vea bonachón!

Al actor, Mark Wahlberg, lo vi en, Ted y ufff, no me gustó nada en esa película.

De, Anthony Mackie, creo que no he visto ninguna peli suya.

Y que decir del gran Ed Harris, que me encanta!!! Es una actor fantástico.

Si veo la peli, dejare un post.

Salduos!