Meses después su enfrentamiento contra la mafia D'Amico y Bruma Roja, Kick-Ass se entrena en la clandestinidad para mejorar como superhéroe y Hit-Girl afronta su mayor desafío al intentar adaptarse al mundo del instituto, mientras que surgen decenas de nuevos superhéroes urbanos que quieren seguir su ejemplo. Debido al regreso de su enemigo, Bruma Roja, que clama venganza por la muerte de su padre, Kick-Ass decide unirse al grupo Justicia Para Siempre con el fin de iniciar una nueva cruzada superheroica.
Conversando con un amigo en mi tienda de tebeos habitual, comentábamos como el guionista Mark Millar se ha convertido en un especialista en publicitar cómics que prometen mucho más de lo que ofrecen, en lugar de cuidar más las tramas y los personajes de sus historias, como ha sucedido con Superior o Supercrooks. Esto nos llevó a Kick-Ass, que posiblemente sea la creación de Millar que más resultona le ha quedado, y al mensaje opuesto que transmiten el cómic y su versión cinematográfica. Por ejemplo, mientras que al final del primer volumen Dave Lizewski debe volver a las miserias y penurias de su vida cotidiana por mucho que se haya convertido en un superhéroe, la película cuenta con un final más espectacular en el que el héroe se alza triunfal sobre el mal y conquista a la chica de sus sueños. Esta diferencia clave entre el cómic y la película nos lleva a la segunda adaptación cinematográfica de esta parodia gamberra y sangrienta de Watchmen.
Kick-Ass 2 se basa en lo narrado en el cómic homónimo y en su precuela, la miniserie dedicada a Hit-Girl, e introduce cambios en la trama que ayudan a que la historia funcione como película y encaje con lo mostrado en la primera parte. Tras la sorpresa que supuso Kick-Ass en 2010, en la que el director y guionista Matthew Vaughn nos ofreció una película divertida y refrescante que pulía los puntos débiles del cómic, la segunda parte ha tardado en ponerse en marcha pues se ha enfrentado a los retrasos en la publicación del cómic e incluso al abandono del proyecto por parte del propio Vaughn, quien también ha dejado de lado a los X-Men para poder dirigir The Secret Service, la adaptación de otro cómic de Millar. Por suerte, Vaughn ha permanecido como productor de la película, lo que ha asegurado el regreso del reparto y del equipo originales.
El encargado de escribir y dirigir Kick-Ass 2 ha sido Jeff Wadlow, artífice de irregulares películas de instituto como Cry Wolf. Si bien es cierto que a esta segunda parte le faltan la frescura y la mezcla de géneros perfecta de la original, hay que reconocer que Wadlow ha hecho un buen trabajo y ha conseguido filmar una secuela digna de su predecesora que retoma la acción justo donde se quedó para combinar con acierto violencia, comedia de instituto, parodia superheroica y escenas gore. Aun así, Kick-Ass 2 está causando división de opiniones entre los fans: hay quienes la desprecian y quienes la alaban por encima de su predecesora. Si bien no resulta tan sorprendente como la de Vaughn, sino que es un poco más burda, es cierto que enlaza muy bien con lo sucedido anteriormente y que suaviza y mejora varios aspectos del segundo volumen de la obra de Mark Millar y John Romita Jr., que a mí me decepcionó bastante.
Repite el reparto de la anterior entrega, aunque esto implique que varios de los actores hayan crecido en estos tres años y no resulten demasiado creíbles como estudiantes de instituto. Nos reencontramos con Aaron Taylor-Johnson como Kick-Ass, a quien se le nota a gusto en el papel, y le acompañan unos correctos Christopher Mintz-Plasse y Clark Duke, a los que hay que sumar los breves papeles de Michael Peña y de Jim Carrey, aquí bastante comedido. A los más seriéfilos les sorprenderá también encontrarse con Donald Faison (Scrubs) y con Iain Glen (ser Jorah en Juego de Tronos), aunque quien vuelve a robar escenas es Chloë Grace Moretz, la joven actriz vuelve a brillar con el personaje que le dio la fama, el de la sanguinaria Hit-Girl. También merece la pena mencionar el papel que juegan la épica banda sonora de Henry Jackman, acompañado esta vez por Matthew Margeson, y temas como la música del Tetris que dan una nueva dimensión a momentos delirantes de la película.
Digna secuela, Kick-Ass 2 nos recuerda la necesidad de los superhéroes en los tiempos actuales, como prueba su secuencia final, al mismo tiempo que nos ofrece abundantes dosis de diversión, violencia y humor gamberro. Nos queda la duda de si habrá una tercera parte que cierre la saga (el tercer y último volumen del cómic acaba de empezar a publicarse), pues su moderado éxito en taquilla y sus diferencias con la obra en que se basa no lo aseguran, además de que se rumorea que Wadlow será el encargado de llevar al cine X-Force.
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