Rick y los suyos se han visto obligados a abandonar la granja de Hershel. Durante meses deambulan por los bosques de Georgia, buscando la forma de esquivar a los hambrientos caminantes, hasta que encuentran una prisión abandonada que podría convertirse en el hogar que les devuelva la esperanza necesaria para sobrevivir al fin del mundo. Mientras tanto, Andrea y la misteriosa Michonne llegan a Woodbury, un pueblo fortificado en el que los supervivientes responden ante el Gobernador, un líder que oculta mucho más de lo que cabría esperar.
La segunda temporada de The Walking Dead, adaptación del brillante cómic post-apocalíptico de Robert Kirkman, Charlie Adlard y Cliff Rathburn fue bastante desastrosa. Los personajes se quedaron estancados en la granja de Hershel, Shane cobraba una importancia inexplicable y los zombis brillaban por su ausencia mientras se sucedían capítulos en los que los personajes tenían conversaciones intrascendentes mirando al infinito, lo cual se saldó con el despido del productor Frank Darabont y un final bastante abrupto que prometía recuperar el ritmo. Afortunadamente, así ha sido en la primera mitad de la tercera temporada.
Al enfrentarnos al visionado de esta serie debemos tener en cuenta que no seguirá el cómic de forma rigurosa, sino que es una adaptación e interpretación que se toma sus licencias; de modo que no alcanza las cotas de salvajismo del cómic, los sucesos no siguen el mismo orden y ni siquiera los personajes mueren o se comportan de la misma forma. Aun así, en esta tercera temporada sí que podemos disfrutar de una serie que recoge la esencia del cómic de Kirkman, pues en todos los capítulos sucede algo nuevo, hay giros inesperados, los zombis hacen acto de presencia y causan estragos y, lo más importante, los personajes se ven superados por el mundo que les rodea y actúan en consecuencia, recurriendo a su lado más salvaje y dudando si hacen lo correcto.
En los 8 capítulos que componen la primera mitad de la tercera temporada, que volverá a la pequeña pantalla en febrero de 2013, hemos asistido a la llegada y posterior establecimiento en la cárcel (que da comienzo a una de las etapas más memorables del cómic), lo cual tendrá muchas consecuencias para el grupo de Rick, algunas de ellas bastante trágicas. Precisamente Rick, nuestro protagonista, verá cómo su mundo se fragmenta y estará obligado a reafirmar su posición de líder (se lo debe al resto) mientras se distancia de su hijo, Carl. El otro punto de interés de la serie reside en Woodbury (localidad suavizada respecto al cómic), donde descubriremos a la introvertida Michonne, una luchadora nata, presenciaremos el regreso de Merle y la irrupción del manipulador Gobernador, el villano estrella de los cómics.
La ambientación está bastante conseguida, con zonas rurales devastadas y muertos vivientes deambulando al acecho de carne fresca, además se nota que han empleado más medios y efectos especiales para aumentar el tono gore de la serie. El reparto cumple de sobras y los personajes resultan creíbles, en parte gracias a que están mejor escritos que en la temporada anterior y en parte por el trabajo de Andrew Lincoln (Rick), Laurie Holden (Andrea), Steven Yeun (Glenn), Norman Reedus (Daryl) y compañía. De las nuevas incorporaciones destaca sobre todo Danai Gurira (Treme), quien clava al personaje de Michonne, mientras que el actor británico David Morrisey interpreta a un Gobernador bastante sobrio.
La mayor intensidad y calidad de esta primera parte de la tercera temporada ha traído consigo un considerable aumento en la audiencia, hasta el punto de que el episodio final batió los récords del canal por cable AMC. Incluso el escritor Stephen King ha alabado el atrevimiento de The Walking Dead como serie, así que esperemos que la segunda mitad de la temporada esté a la altura y siga dando lo mejor de una propuesta tan contundente y emocionante como ésta.
5 comentarios:
La tengo muchas muchas ganas, pero ya sabes mi política, hasta que no termine entera no la veo XD
Es cosa mía, o ni el GOVERNADOR se parece al del cómic ni WOODWORY se parece a la del cómic.
Es más, ¿Que pinta la cárcel ahí? Los acontecimientos de la cárcel si no recuerdo mal, ocurren antes de Woodwory.
uy, no leo esta entrada, que estoy empezando ahora la tercera, cómo me tiene de enganchada esta serie!!!
Yo hace poco que empecé a verla y en 10 días ya me he puesto en la tercera temporada, me faltan solo cuatro capitulos. Me tiene completamente enganchado y es impresionante como ha ido mejorando con el paso de las temporadas. Encuentro muy interesante el personaje de Daryl (Norman Reedus) y el Gobernador tiene mucho potencial como villano.
Saludos !!!
Yota: Seguro que la espera merece la pena, esta temporada está genial.
Xavi: El Gobernador y Woodbury están bastante más suavizados que en el cómic, pero mantienen su espíritu. Los acontecimientos de la cárcel ocurren en distinto orden al cómic, como toda la serie.
Meg: Me alegro de que te guste la serie, esta tercera temporada sí que merece la pena seguirla.
Néstor: ¡Genial que la estés viendo! Para mí, el personaje de Daryl es de los mejores cambios respecto al cómic que han hecho.
¡Gracias por comentar! ¡Saludos!
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