lunes, 10 de agosto de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres. Millennium 1


Aproximadamente una vez al año ocurre un fenómeno literario: un nuevo libro que aparece casi de la nada llega a estar presente en todos los vagones de metro, trenes y autobuses, se agota permanentemente en las bibliotecas y ocupa el primer puesto en la lista de los más vendidos, primero gracias a recomendaciones personales y luego por costosas campañas publicitarias. La saga Harry Potter, El Código Da Vinci, La Sombra del Viento, El niño con el pijama de rayas o los vampiros de Crepúsculo son ejemplos de este fenómeno, best sellers repentinos que dan la fama a sus autores e impulsan la publicación del resto de sus obras.

Lo mismo que ha ocurrido con estos ejemplos ha sucedido con la trilogía Millennium, más concretamente con su primera parte, Los hombres que no amaban a las mujeres. En torno a las Navidades pasadas la popularidad de este libro alcanzó un nivel casi inimaginable, pues estaba en boca de todos, se mantenía firme en el primer puesto de los libros más vendidos, ayudó a que se publicasen sus dos secuelas y dio la fama al fallecido escritor sueco Stieg Larsson.

La historia de LHQNAALM cuenta la investigación de un crimen cometido hace más de 36 años en circunstancias poco usuales. Sin embargo, uno de los grandes aciertos del libro es el no centrarse en el género negro, sino mezclarlo con elementos tan dispares como el nazismo en Suecia, una oscura crónica familiar, la ética periodística, fraudes empresariales de grandes proporciones, el mundo de los hackers y el maltrato a las mujeres, todo ello ambientado en la Suecia actual, paisaje poco común en un best seller.

Seguramente sean muchos los factores que influyen en el éxito de este libro, pero puede que las claves del mismo sean el estilo claro y conciso de Larsson, con enumeraciones ágiles en lugar de densas descripciones, que hace que la novela enganche desde el principio; y la aparición de dos personajes tan peculiares como el periodista Mikael Blomkvist (que es incapaz de mantener cualquier tipo de relación ordinaria) y sobre todo Lisbeth Salander, joven prácticamente anoréxica de una personalidad torturada y compleja, asocial, con métodos de trabajo poco ortodoxos y una buena dosis de odio hacia los maltratadores. Además de estos dos, a lo largo de la historia nos iremos encontrando con numerosos personajes que contribuirán a complicar aún más la trama.

Tal vez su único inconveniente es que sea demasiado largo, ya que una vez que se resuelve el misterio principal, en las últimas 100 páginas se desarrolla un epílogo que introduce el segundo libro, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, el cual a su vez continúa también en la tercera y última parte (aunque en un principio el autor planeó la saga en 10 entregas), La reina en el palacio de las corrientes de aire, que vio su publicación adelantada al pasado mes de junio debido a la fuerte demanda de los lectores.



Así, Los hombres que no amaban a las mujeres no es sólo un buen y absorbente libro, sino todo un fenómeno que, además de asegurar la fama a su autor y sus secuelas, cuenta ya con una exitosa adaptación cinematográfica y ha propiciado la publicación del trabajo de otros autores suecos, por lo que se merece de sobra el título de best seller del año.

2 comentarios:

Dialoguista dijo...

Yo supongo que primero voy a ver la peli, pero si el libro es tan recomendable y la peli esta buena, bueno, ahi si, me pondre a leerlo. Es que estoy vaga con la lectura ultimamente!!
Saludos!!

mge dijo...

Yo voy a hacer al revés que Dialoguista, primero el ibro y después la peli.

Lo malo de hacer eso es que las películas basadas en libros no suelen estar a la altura (salvo excepciones), pero si uno ve antes la película, luego al leer el libro se imagina a los personajes tal y como los vio en el cine, y eso no es bueno.

Así que me lo compraré ni bien termine de leer el que estoy leyendo.

Saludo.