Clive y Graeme, dos grandes amigos que aspiran a convertirse en autores de ciencia-ficción, realizan el viaje de sus sueños cuando asisten a la Comic-Con de San Diego y acto seguido visitan distintos lugares de Estados Unidos emblemáticos en el terreno de la ufulogía, como el Área 51 o The Black Mailbox. Lo que en absoluto esperaban es que conocieran a un verdadero alienígena de nombre Paul y que se vieran obligados a ayudarle a regresar a casa mientras los hombres de negro les pisan los talones.
Después del enorme éxito de Shaun of the Dead (2004) y Hot Fuzz (2007), que homenajeaban al género de los muertos vivientes y al policíaco, respectivamente; el dúo formado por Simon Pegg y Nick Frost se reúne de nuevo para protagonizar y escribir Paul, película que hace lo propio con la ciencia-ficción. Resulta curioso que para la ocasión se hayan juntado representantes de las denominadas "Nueva comedia británica" (a la que pertenecen Ricky Gervais, Edgar Wright y los mencionados Pegg y Frost, entre otros) y "Nueva comedia americana" (de la que forman parte el omnipresente Judd Apatow, Leslie Mann y Seth Rogen), dando como resultado una interesante mezcla de estilos en la que, por fortuna, predomina el sello de los dos británicos. Tras la cámara se encuentra Greg Mottola, responsable de Superbad y Adventureland, quien hace justicia al guión de Pegg y Frost y ofrece a los espectadores una divertida película que mezcla comedia de situación con ácidas ironías y un buen ritmo, si bien se echan en falta el montaje frenético, la sangre y los Cornettos de los títulos dirigidos por Edgar Wright (quien no pudo colaborar aquí debido a su trabajo en Scott Pilgrim vs. the World).
Camino a la Comic-Con |
Uno de los puntos fuertes de Paul es la cantidad de homenajes, guiños y referencias a emblemáticas películas de ciencia-ficción, lo cual demuestra el respeto que sienten hacia ellas y la influencia que han supuesto para los dos guionistas. Así, más de una sonrisa de complicidad se dibujará en los rostros de los espectadores en cuanto detectemos alusiones a Alien, Depredador, Star Wars, Star Trek, Men in Black, Expediente X, y buena parte de la filmografía de Steven Spielberg (quien se reserva una sorpresa en Paul), como E.T., Encuentros en la Tercera Fase, e Indiana Jones.
El reparto está formado por cómicos de todo tipo, desde Kristen Wiig y Bill Hader (provenientes del programa Saturday Night Live) al conocido actor Jason Bateman, incluyendo al habitualmente cansino Seth Rogen, que no desentona demasiado prestando su voz, movimientos y humor escatológico al alienígena Paul. Destacan los cameos de Jeffrey Tambor (padre de Alan en The Hangover), John Carroll Lynch (el barbero de Gran Torino), Jane Lynch (Sue Sylvester en Glee), Blythe Danner (la esposa de Robert De Niro en la saga Los padres de ella), y Sigourney Weaver; y, cómo no, Simon Pegg y Nick Frost se sienten muy cómodos en los papeles protagonistas a la vez que reflejan a la perfección la inmensa amistad que los une tanto dentro como fuera de la pantalla.
Aunque falte Edgar Wright y sobre Seth Rogen, Paul resulta una comedia divertida y recomendable (especialmente en versión original, por el contraste entre la pareja británica y el terreno americano) que gustará por igual a los amantes de la ciencia-ficción y a quienes quedaron sorprendidos por el talento del dúo Pegg-Frost.