jueves, 25 de octubre de 2012

Los Vengadores: El regreso de Norman Osborn


Después de que Norman Osborn perdiera el control de sus Vengadores Oscuros y fuera encarcelado por el equipo del Capitán América, una facción de seguidores del Duende Verde que comprende a miembros de las organizaciones conocidas como Hydra, La Mano e I.M.A. ha trabajado en la sombra para planear su regreso. Así, Osborn consigue escapar de prisión y pone en marcha una elaborada estratagema para dejar fuera de combate a Los Vengadores y ridiculizar a Los Nuevos Vengadores de Luke Cage con el objetivo final de hacerse con el control del sistema de defensa de Estados Unidos.

Una vez terminado el conflicto de Miedo encarnado y los aburridos números relacionados con él, el guionista Brian Michael Bendis ha tenido la oportunidad de retomar su línea de trabajo propia y desarrollar una saga que une las dos cabeceras vengadoras que escribe y que ha terminado convirtiéndose en el mejor arco argumental desde el relanzamiento de La Edad Heroica. A lo largo de cuatro meses, los lectores hemos podido disfrutar del regreso de Norman Osborn, villano al que Marvel consiguió resucitar y dar un nuevo e interesante enfoque gracias al trabajo de Warren Ellis y Andy Diggle en Thunderbolts y del propio Bendis en Vengadores Oscuros.

Esta saga ha destacado por lo bien construida que está y por cómo se entrecruzan los sucesos de Vengadores con los de Nuevos Vengadores, recordándonos al espíritu de sagas clásicas y apartándose de los interminables arcos argumentales que suelen aportar poco o nada. Bendis se centra más en la acción, los dobles juegos de ciertos personajes y sobre todo en lo que supone ver a los Vengadores desprestigiados y con la opinión pública en contra por culpa de los planes de un maníaco, lo cual proporciona al guionista la oportunidad de establecer ciertos paralelismos con el actual descontento global. Sin embargo, no hay mucho desarrollo de personajes, todos interpretan su papel habitual (el Capitán América hace de líder sufrido e inquebrantable, mientras que Spiderwoman y Ojo de Halcón se convierten en un dúo cómico) y sorprende la incorporación de dos nuevos personajes femeninos: la traidora Carolina WashingtonDaisy Johnson, agente de SHIELD con poderes especiales.



El apartado gráfico es bastante variable. Por un lado, en Vengadores nos encontramos con que el trabajo de Daniel Acuña ha ganado en espectacularidad, su paleta de colores impresiona bastante, si bien sigue mostrando cierto descontrol con los rostros y las proporciones de los personajes. Durante un par de números le sustituye Renato Guedes y, aunque cumple, preferiría que Acuña hubiese aguantado toda la saga, además de que el entintador no le ha hecho ningún favor.  Mientras tanto, en Nuevos Vengadores Mike Deodato sigue deslumbrándonos con sus rompedores estilo y composición de página, si bien en los últimos números necesita la ayuda de Will Conrad para respetar las fechas de entrega.

El regreso de Norman Osborn posiblemente sea una de las sagas más destacables de Bendis en el tramo final de su larga etapa al frente de Los Vengadores. Destaca por una trama intrincada, repleta de acción y muy entretenida y por el regreso de un nuevo villano bajo un enfoque más que interesante. Lástima que en Marvel no den importancia a sagas como ésta, capaz de reunir el aspecto clásico con el actual, y sigan apostando por los macroeventos, cada vez más insufribles.

viernes, 19 de octubre de 2012

Looper: Enfréntate a tu futuro


En el año 2074, la mafia de Kansas City emplea el viaje en el tiempo para enviar al pasado, 2044, a aquellas personas de las que quiere deshacerse. Allí les esperan los loopers, asesinos a sueldo que hacen su trabajo sin demasiadas preguntas. Cuando a uno de estos asesinos, Joe, le encargan acabar con su yo futuro, se desata una serie de acontecimientos que hacen tambalearse la escala de poder de la ciudad y que pondrán a ambas versiones de Joe en el punto de mira de la mafia.

En el cine actual, donde predominan las interminables sagas que adaptan los fenómenos literarios del momento, las secuelas y los remakes absurdos e innecesarios, de vez en cuando surgen películas con propuestas originales, capaces de sumergir a los espectadores en mundos sorprendentes y de entretener a la vez que nos invitan a cuestionarnos ciertos aspectos del mundo que nos rodea. Tal es el caso de filmes excepcionales como District 9, Origen, y Looper, la nueva película de Rian Johnson, artífice de la aclamada Brick (revisión de las convenciones del género negro ambientada en un instituto) y de la modesta Los hermanos Bloom, que ahora vuelve a impresionar al público con un thriller de ciencia ficción futurista bastante complejo.


Bebiendo de un rico grupo de influencias como Terminator, Blade Runner, Akira o Doce monos, Johnson nos transporta a un futuro cercano que refleja los vicios de la corrompida sociedad actual: la mafia controla una megalópolis oscura y tiene a su disposición a todo un ejército de asesinos (a quienes paga con abundantes drogas y sumas de dinero) para eliminar sus trapos sucios. En cuanto uno de estos ajustes sale mal, Joe, el looper implicado, se verá inmerso en situaciones que escapan a su control y le harán cuestionarse qué influencia tienen nuestros actos pasados en el futuro, si este último puede alterarse, si existe la redención e incluso quién tiene el poder en una sociedad decadente. Rian Johnson ahonda en todos estos asuntos con una trama muy entretenida, que no da respiro al espectador, y una puesta en escena contundente, con escenas para el recuerdo dirigidas con un pulso extraordinario y una mezcla de géneros única, que comprende desde los clichés del género negro a elementos de ciencia ficción pura y una fuerte influencia del western.


Si la trama de Looper conmueve y sorprende, los actores aportan todavía más intensidad a la película. Bruce Willis hace un gran papel, sigue desmitificando los tópicos del héroe de acción (a los que también tiene ocasión de homenajear) y del tipo duro con un personaje violento, de convicciones cuestionables pero muy humano, con quien es fácil simpatizar. Joseph Gordon-Levitt interpreta a la versión joven del personaje de Willis, un antihéroe de ambigua moralidad que sufrirá profundos cambios a lo largo de la película. La caracterización de Gordon-Levitt es sensacional, y su gran trabajo interpretativo le confirma como uno de los mejores actores jóvenes del momento. No menos impresionante resulta el personaje de Emily Blunt, una mujer dura a la altura de las circunstancias forzada a ser madre. Los secundarios que les acompañan también componen personajes ricos en matices, desde Jeff Daniels en un registro nada habitual a lo que nos tiene acostumbrados hasta Noah Segan, amigo del director que aquí compone a un villano patético e implacable.

La ambientación de Looper está realmente lograda, sobre todo teniendo en cuenta su ajustado presupuesto (se trata de una película independiente). Nos transporta a un futuro oscuro, a medio camino entre la decadente urbe de Blade Runner y el western de El bueno, el feo y el malo, en el que se pueden observar muchos paralelismos con la crisis social y económica actual. La banda sonora corre a cargo de Nathan Johnson, colaborador habitual del director, y resulta evocadora y recuerda al estilo del compositor Clint Mansell.


Sorprendente, compleja, rica y demoledora, Looper, el nuevo trabajo del siempre interesante Rian Johnson, supone un soplo de aire fresco en el panorama cinematográfico actual, una propuesta atrevida que combina géneros muy marcados a la perfección y nos presenta a personajes ambiguos, humanos en definitiva. Una de las mejores películas de 2012.

*También podéis leer la entrevista que hice al director y guionista de Looper, Rian Johnson, para la web Nuestros Cómics.

lunes, 15 de octubre de 2012

Los Muertos Vivientes 15 & 16

*Este post puede contener spoilers.

Después de los trágicos acontecimientos y de las bajas sufridas durante la defensa de la colonia de Washington, Rick y los suyos intentarán rehacer sus vidas con toda la normalidad que les sea posible. Para ello, primero tienen que atender a los heridos, entre los que se encuentran algunos de sus seres queridos, fortalecer la colonia y planificar con cuidado su próximo movimiento: ampliar sus fronteras y establecer contacto con otros campamentos de supervivientes.



En los volúmenes 15 y 16 de Los Muertos Vivientes, titulados Encontrarnos a nosotros mismos y Un mundo más grande, respectivamente, asistimos a una etapa de transición que marcará el nuevo rumbo que seguirá el cómic escrito por Robert Kirkman durante los próximos números. Si anteriormente hemos presenciado la llegada de Rick y su grupo a Washington, la desconfianza inicial y la crisis de la colonia, ahora vemos el comienzo de una nueva era en la que, ya establecidos en su campamento, Rick, Michonne, Glenn, Andrea, Abraham y los demás se preocupan no sólo de cómo defenderse de los caminantes y de otros humanos, sino también de cómo prosperar en el futuro cercano. Para ello, deciden establecer contacto con otros grupos de supervivientes debido a la entrada en escena de un nuevo personaje,  Jesús, quien les advierte de la existencia de una nueva amenaza que recuerda peligrosamente al Gobernador y a Woodbury.

Sin duda, lo más interesante de estos cómics es la evolución de Rick y de los personajes a los que llevamos más tiempo siguiendo. Se nota cómo les han marcado todas las situaciones traumáticas que han atravesado en este apocalipsis zombi, lo cual se puede apreciar en cómo Rick toma rápidamente el control de la colonia de Washington y vuelve a convertirse, casi sin quererlo, en el líder; y en la hostilidad y violencia con que reaccionan ante amenazas externas. Sin embargo, también queda demostrado que la colección ha perdido parte de su frescura inicial, hay ciertas situaciones que resultan repetitivas y otras inverosímiles (sobre todo lo sucedido con Carl, una exageración por parte de Kirkman), si bien es cierto que todavía consigue generar tensión y hacer que los lectores nos preguntemos qué será lo próximo a lo que se enfrentarán los personajes y si sobrevivirán.



Lo que no se ha resentido en absoluto es el trabajo de Charlie Adlard y Cliff Rathburn, quienes son capaces de transmitir a cada página el inconfundible aspecto gráfico que se ha convertido en el sello de este cómic. Con pocos trazos pueden reflejar en el papel lo que sienten los personajes, además de que el acabado en blanco, negro y gris siempre ha sido el más adecuado para el tono de la serie.

En definitiva, aunque la frescura del cómic se diluye, los volúmenes 15 y 16 de Los Muertos Vivientes marcan el tránsito hacia una nueva etapa que presentará nuevas dificultades para nuestros protagonistas y  que seguramente enlazará con el número 100 de la edición estadounidense. Muchas gracias al gran Yota por haberme permitido disfrutar de este cómic.

jueves, 11 de octubre de 2012

Frankenweenie: El regreso de Tim Burton


La vida no es nada sencilla para el joven Víctor Frankenstein en el pueblo de New Holland: sus únicas vías de escape son el cine y la ciencia, aficiones que comparte con su mejor amigo, su perro Sparky. Sin embargo, el destino se burla de él y le arrebata de forma súbita a su fiel mascota, dejándole un vacío que nada puede llenar... hasta que la idea de devolver al can del más allá termina convenciendo a Víctor, quien no se imagina las devastadoras consecuencias que esto tendrá para los habitantes de New Holland.

El director Tim Burton regresa a sus orígenes y recupera la propuesta de Frankenweenie, cortometraje de 1984 en el que un niño resucitaba a su perro a modo de homenaje al Frankenstein de Mary Shelley. Después del éxito de taquilla que supuso Alicia en el País de las Maravillas, Burton ha forjado una provechosa alianza con Disney y, tras Sombras Tenebrosas, vuelve en 2012 con la nueva versión de la mencionada historia de Frankenweenie, esta vez a modo de película de animación stop motion, y la verdad es que el resultado ha sido inmejorable.

Basándose en su cortometraje y contando con la ayuda del guionista John August, Tim Burton regresa al cine de sus inicios con una película brillante, divertida, dinámica, emotiva y oscura que retoma las preocupaciones que hacían tan peculiares las películas de este director y que se han ido diluyendo en sus  trabajos más recientes y comerciales. En Frankenweenie nos encontramos con un personaje, el joven Víctor, que no encaja en la sociedad ni está dispuesto a comportarse como los demás esperan que haga, de modo que sólo encuentra consuelo en el cine de terror, las películas que él mismo dirige y en su perro Sparky, su mejor amigo. Vive con unos padres ausentes que, a lo largo de la película, demuestran cómo el mundo de los adultos está lleno de muchos más sinsentidos y contradicciones que las que tanto critican del de los niños. Además, guiado por el amor y la fuerte pérdida que ha sufrido, Víctor desatará una cadena de acontecimientos que escapan a su control, de forma similar a lo que les sucedía a los protagonistas de Bitelchús y Eduardo Manostijeras.


A la acertada mezcla de humor, aventura, y drama que propone Frankenweenie hay que sumarle el sentido homenaje que la película rinde al cine de terror clásico y a la literatura de dicho género. Así, a lo largo del filme nos encontraremos con logrados guiños a Vincent Price y a Boris Karloff, al Drácula de la Hammer interpretado por Christopher Lee, al cine de monstruos japoneses, a la ciencia ficción de los años 50, al Frankenstein de Mary Shelley y a Edgar Allan Poe, entre otros.

Artísticamente, la película es impresionante. Cuenta con un diseño de personajes sensacional que recuerda a La novia cadáver y a las ilustraciones de La melancólica muerte del Chico Ostra, sin resultar recargado en ningún momento; la técnica de animación stop motion está cuidada hasta límites insospechados, además de que el acabado en blanco y negro queda sensacional. A todo esto tenemos que sumarle la banda sonora de Danny Elfman, muy acertada y comedida, y el trabajo de los actores que han dado voz a los personajes, entre los que figuran Martin Short, Catherine O'HaraMartin Landau y Winona Ryder en el que supone su reencuentro con el director.


Frankenweenie supone el regreso de Tim Burton a sus orígenes como cineasta, ya que la historia le brinda la oportunidad de retomar las preocupaciones y el tratamiento de personajes que caracterizan su inconfundible sello, ofreciendo a los espectadores una película cuidada en todos los aspectos, un homenaje al cine y a la literatura de terror lleno de emoción y diversión. No se la pierdan.

sábado, 6 de octubre de 2012

¡Feliz cumpleaños, Spider-man!

En agosto de 2012 se cumplió un aniversario muy especial: En 1962 se publicó Amazing Fantasy 15, cómic en el que Stan Lee y Steve Ditko crearon a uno de los superhéroes más queridos por los lectores, el Asombroso Spider-man.

A lo largo de medio siglo, los cómics de Spider-man han recorrido el mundo entero aumentando la popularidad del personaje, que cuenta con series de televisión, videojuegos, películas (la más reciente se estrenó este mismo verano) y tal cantidad de merchandising que el arácnido se ha convertido en todo un icono de la cultura popular. A nuestro amistoso vecino le ha pasado prácticamente de todo: se ha enfrentado a multitud de villanos, desde delincuentes de poca monta y psicópatas hasta alienígenas y dioses; ha conocido nuevos amigos, ha perdido a algunos de sus seres queridos, se ha enamorado, se ha casado, ha visto cómo su mundo se venía abajo por completo, se ha retirado, ha resurgido de sus cenizas, se ha unido a Los Vengadores, ha hecho frente a todo tipo de peligros y amenazas y no siempre ha salido victorioso, lo cual no le ha impedido seguir luchando; incluso se ha enfrentado a cierto demonio (editorial) que le ha robado los últimos años de su vida.


Personalmente, como lector de cómics Spider-man es uno de mis personajes favoritos y guardo un buen recuerdo de muchas de sus aventuras, cada una de ellas rica y emocionante por un motivo distinto, entre las que me gustaría destacar los inicios del personaje a cargo del equipo formado por Stan Lee, Steve Ditko y posteriormente el gran John Romita, la desgarradora muerte de Gwen Stacy a manos del Duende Verde, la saga de Nadie puede detener al Juggernaut de Roger Stern y John Romita Jr. en la que Spidey hacía lo imposible por parar a un enemigo arrollador, la posterior intriga que rodeaba la identidad del Duende, la llegada del traje negro, el enfrentamiento por toda Nueva York entre El Señor del Fuego y un enfurecido Peter Parker, la cruda saga del Comepecados, el anual titulado El hombre del año, La tenebrosa La última cacería de Kraven, la locura desatada durante Inferno, las primeras apariciones de Veneno, y el resurgir que supuso para el personaje la etapa de Straczynski y Romita Jr. También ha habido historias bochornosas que traicionaban al personaje, no nos engañemos, y no he seguido demasiado la etapa actual post-reinicio a parte de la divertida Nuevas formas de morir. Tampoco podemos pasar por alto la reinvención del personaje que el guionista Brian Michael Bendis lleva más de una década escribiendo en las páginas de Ultimate Spider-man, siempre entretenida y recomendable.


Puede que una de las claves del éxito del personaje sea su lado humano, que Peter Parker sea tan importante (o más) que su álter ego arácnido, propiciando que los lectores podamos encontrar un amigo en las viñetas con el que sentirnos identificados y que, pase lo que pase, seguirá acompañándonos. Para terminar de felicitar al trepamuros, me gustaría rescatar las palabras que pronuncia el personaje al final del número 289 de Amazing Spider-man: "Me llamo Peter Parker y seré muchas cosas... pero antes que nada soy el Asombroso Spider-man. Y no es sólo porque se lo deba a Tío Ben o a toda la gente que he ayudado. En el fondo, me lo debo a mí mismo. Y seguiré siendo Spider-man, y no cejaré hasta diez minutos después de muerto y, tal vez, tampoco entonces."


¡Muchas felicidades, Spider-man!

miércoles, 3 de octubre de 2012

El lobo llega a Wall Street

Después de filmar tres grandes películas de estilos totalmente distintos como son Infiltrados, Shutter Island y Hugo, documentales sobre los Rolling Stones y George Harrison y de involucrarse en la exitosa serie Boardwalk Empire, el cineasta Martin Scorsese por fin vuelve a Nueva York, ciudad a la que ha retratado de forma sublime a lo largo de su filmografía.


En esta ocasión, Scorsese regresa con The Wolf of Wall Street, basada en la historia real de Jordan Belfort, un joven broker de la bolsa neoyorkina que a principios de los 90 se vio envuelto en una serie de complejas estafas y de fraudes fiscales que incluso llamaron la atención de la propia mafia. La temática del filme está relacionada de forma paralela con los sucesos de máxima actualidad mientras que el guión, que se basa en las memorias del propio protagonista, corre a cargo de Terence Winter, productor y guionista de Los Soprano y Boardwalk Empire.

Además, The Wolf of Wall Street no sólo supone el reencuentro de Scorsese con Nueva York, sino también con su actual actor predilecto, Leonardo DiCaprio, cuyas dotes dramáticas ha sabido exprimir al máximo y que interpreta al protagonista. Le acompaña un reparto de lo más variado en el que figuran algunos actores en alza como Jonah Hill (Moneyball), Kyle Chandler (Super 8) y el recuperado Matthew McConnaughey, el ganador del Oscar Jean Dujardin (The Artist), el director y cómico Jon Favreau (Iron Man) y sorprende el regreso a la interpretación de Rob Reiner (director de La princesa prometida) y del legendario Gene Hackman.


Estaremos atentos a las novedades de una propuesta que no podría ser más interesante. 

*Otra película que también está dando bastante de qué hablar estos días es El llanero solitario, la nueva franquicia de Disney basada en el popular serial radiofónico. Para más información y ver el primer póster, click aquí.