jueves, 26 de agosto de 2010

El factor Eastwood (III)


Padres e hijos


Sin duda alguna, las relaciones paterno filiales y la complejidad que entrañan cohesionan la obra de Eastwood. Son muchas y muy variadas las formas en que se manifiestan estos temas, empezando por la pareja que forman los protagonistas de El Aventurero de Medianoche, la cual guarda cierta similitud con la infancia del propio director; además de ser Kyle Eastwood quien interpreta al niño que acompaña al personaje principal.



Más ejemplos de estas intrincadas relaciones podemos encontrarlos en Sin Perdón, pues son sus hijos quienes obligan involuntariamente a Will Munny a volver a las andadas y a forjar un inesperado vínculo con el pistolero inexperto; Un Mundo Perfecto, en la que un niño encuentra un modelo paterno en su secuestrador; los hermanos que descubren a su madre gracias a sus confesiones escritas en Los Puentes de Madison; Poder Absoluto y Deuda de sangre; la trágica pérdida de Mystic River; el triángulo que se forma en Million Dollar Baby entre los personajes de Hilary Swank, Clint Eastwood y la desaparecida hija de éste; la distancia que se interpone entre los dos protagonistas de Cartas desde Iwo Jima y sus hijos; la lucha de una madre por recuperar a su pequeño en El Intercambio; la tolerancia intercultural que aprenden Tao y Walt uno del otro en Gran Torino o el sacrificio de Nelson Mandela en Invictus, quien dejó de lado a su familia con tal de pacificar un país al borde del caos.



Sin descanso

Aunque se despidiera de la interpretación con su papel en Gran Torino (única película en la que muere un personaje interpretado por Eastwood), Clint continúa trabajando como director y productor en Herafter, thriller sobrenatural protagonizado por Matt Damon, y una película acerca de la figura de J. Edgar Hoover y la fundación del F.B.I. con Leonardo DiCaprio en el papel principal.



Último estandarte del cine clásico, Clint Eastwood no sólo se ha convertido en sinónimo de buenas películas, sino de historias humanas.

domingo, 22 de agosto de 2010

El factor Eastwood (II)


No a la violencia


Por paradójico que pueda parecer, la venganza citada en el apartado anterior no suele satisfacer a los protagonistas, más bien todo lo contrario: genera una incontrolable espiral de violencia. Semejante mundo de crueldad hace que los personajes se replanteen su condición y se vean obligados a tomar medidas drásticas tras una serie de equívocos que terminan en tragedia, como le sucede al curtido Will Munny de Sin Perdón ante la pérdida de su amigo Ned o a Jimmy en Mystic River, magistralmente interpretado por Sean Penn.


Si llevamos la violencia hasta sus últimas consecuencias nos adentramos en las guerras más crueles, reflejadas en el dúo formado por Banderas de Nuestros Padres y Cartas desde Iwo Jima. Aunque las dos películas se centren en el mismo episodio bélico, la conquista de la isla de Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial, ambas ofrecen versiones bien diferenciadas acerca de los terribles acontecimientos. La primera de ellas, centrada en el bando norteamericano, supone una total desmitificación de la figura del héroe militar (lejos del patriotismo mostrado en filmes como Salvar al soldado Ryan) y lanza a los espectadores un poderoso mensaje: aquellos hombres no eran héroes, tan sólo luchaban por sus compañeros. Como contrapartida nos encontramos con la joya Cartas desde Iwo Jima, visión del mismo conflicto desde la óptica de los japoneses, para quienes suponía un honor mayor morir por su patria que volver a casa a salvo. A pesar de sus diferencias, en ninguna de estas dos películas se ensalzan las hazañas bélicas de cualquiera de los dos bandos, pues en la guerra no hay lugar para los héroes, sólo para la crueldad.


miércoles, 18 de agosto de 2010

El factor Eastwood (I)


El pasado mes de mayo, Clint Eastwood cumplió ochenta años. Director de cine, actor, productor, músico e innegable icono de la cultura popular estadounidense, a lo largo de su carrera ha conseguido grabar a fuego en la mente de los espectadores la imagen de tipo duro que representan personajes como Harry el Sucio o el pistolero sin nombre, la cual luego se encargaría de desmitificar en películas como El Jinete Pálido, Sin Perdón o Gran Torino. Resultaría una tarea titánica enumerar y analizar minuciosamente todos los títulos que componen su extensa y rica obra, por lo que a modo de homenaje me gustaría centrarme en determinados temas que unifican su filmografía.



Justicia poética

Por regla general, en las obras de Eastwood ley y justicia no van de la mano. El western es uno de los géneros donde esta ruptura se puede apreciar con mayor claridad, pues, como aprendió de Leone, los terrenos desérticos e inhóspitos son idóneos para que forajidos y buscadores de fortuna impongan sus propias leyes con mano dura. En este ambiente surge la figura del héroe atormentado por su pasado, quien deberá enfrentarse a los bandidos sin mostrar piedad alguna, tal como sucede en Infierno de Cobardes, El Fuera de la Ley, El Jinete Pálido o Sin Perdón.



No sólo en el oeste, sino también en la gran ciudad un individuo se verá obligado a desafiar al poder establecido (incluso llegando en última instancia al magnicidio de Poder Absoluto). Aquí entramos en los dominios del thriller, género que no necesita de grandes artificios para lograr efectividad, como demostró Don Siegel. Experimentados policías (Impacto Súbito, Deuda de Sangre) o periodistas (Ejecución Inminente) aplicarán su propia justicia e incluso traspasarán las barreras del género para internarse en el drama social de Mystic River y Gran Torino, donde no se puede contar con las autoridades a la hora de resolver conflictos.

jueves, 12 de agosto de 2010

Inception: El Origen de los sueños

Christopher Nolan pertenece al grupo de escasos directores jóvenes actuales que ya pueden ser considerados clásicos del cine. No faltan razones: la calidad insólita de su filmografía, su involucración en los guiones (que suelen presentar una elaborada narrativa fragmentada), la impecable factura técnica de sus trabajos o su habilidad para que los actores rindan al máximo. Resulta imposible quedarse indiferente tras el visionado de cualquiera de sus películas, ya sea Memento, Insomnio o El truco final, y, por si esto fuera poco, el director londinense tiene la iniciativa suficiente como para dedicarse a proyectos más personales tras éxitos de taquilla como Batman Begins y El Caballero Oscuro, por no mencionar que dirige vestido de traje en honor a Hitchcock.



En 2010 vuelve a sorprender con Inception (Origen), rareza dentro del panorama cinematográfico actual, pues a partir de un guión original escrito por el propio Nolan se construye una película brillante en todos los sentidos, que propone un juego a los espectadores: deberán decidir si entran en el mundo de los sueños y hacen frente a las amenazas y secretos que en él se esconden. Con un sólido argumento como base, Inception mezcla acción con thriller, drama y ciencia ficción en un filme fascinante con ecos del inconsciente de Freud, los cuadros de Escher y referencias a Matrix, HEAT y otros títulos del propio Nolan (véase el guiño a Following, su primera película).



Desde luego, la frescura de la película no sería tan impactante sin su excelente reparto internacional, en el que figuran Ken Watanabe (protagonista de la joya Cartas desde Iwo Jima), una inquietante Marion Cotillard (Enemigos Públicos), la camaleónica Ellen Page (alias Juno), un impecable Joseph Gordon-Levitt (500 Days of Summer), Cillian Murphy (Batman Begins) y un correcto Tom Hardy (gángster de segunda en Layer Cake y Rocknrolla), además de los cameos de Tom Berenger y el gran Michael Caine. Falta por mencionar al protagonista, Leonardo DiCaprio en estado de gracia, dando vida a un personaje complejo y torturado, con lo que suma un nuevo acierto a su carrera, imparable desde que trabajara con Spielberg y Scorsese por primera vez.



Por si esto fuera poco, Inception resulta deslumbrante en el plano visual, desde la arriesgada dirección de Nolan (que nos regala secuencias realmente memorables) a los impresionantes efectos especiales (insertados a la perfección); pasando por la fotografía de Wally Pfister y el revelador montaje de Lee Smith, sin olvidarnos de la espectacular banda sonora de Hans Zimmer, con ecos graves que recuerdan a Batman.



En su totalidad, Inception (posiblemente el filme del año) supone una película trepidante, maravillosa, cuidada al milímetro, que presenta un complejo y original mundo en el que los espectadores se adentrarán y del que no podrán escapar hasta su asombroso final. Bienvenidos al reino del subconsciente. Es hora de soñar.

martes, 10 de agosto de 2010

Añada un zombi a su colección

A día de hoy, los vampiros protagonizan innumerables novelas, cómics y películas que, por desgracia, no hacen justicia alguna a la tradición original. Como contrapartida, otro tipo de muerto viviente exento del glamour de los chupasangres se ha dedicado a ocupar publicaciones de calidad variable: el zombi. Son muchos los títulos por los que deambulan, así que hoy quería centrarme en dos colecciones bien diferenciadas que sólo comparten su presencia.

La primera de ellas es The Goon, conocida aquí como El Bruto, obra en la que Eric Powell tiene ocasión de demostrar su talento tanto a los guiones como al dibujo. Mezcla de género negro con terror, ciencia ficción y una buena dosis de humor ácido y negro, su nombre dice mucho de El Bruto, quien esconde más secretos de los que pueda parecer. Acompañado por su fiel amigo psicópata Franky, El Bruto hereda el estilo de Hellboy al enfrentarse contra todo tipo de criaturas paranormales, entre ellas los zombis que habitan Lonely Street y luchan por el control de la ciudad. Además, recientemente salió a la luz el primer tráiler de la adaptación cinematográfica animada sobre el personaje que producirá David Fincher.





La segunda colección es, cómo no, Los Muertos Vivientes, cuyo nuevo tomo recopilatorio acaba de salir a la venta. En él, los acontecimientos siguen su curso lógico y, por mucho que nos duela, Rick y los suyos se verán obligados a tomar decisiones que los llevarán hasta límites insospechados. De esta forma, los personajes continúan evolucionando de acuerdo con la crueldad del mundo que les rodea, en el que los zombis han pasado a ser una circunstancia más en lugar de su mayor preocupación. Mención especial merece Charlie Adlard, dibujante que se supera a cada número y sin cuyas atmósferas en blanco y negro la colección dejaría de ser lo mismo. Esperemos que la serie televisiva haga justicia a semejante maravilla de cómic.

¿Alguna otra colección que necesite su presencia?

domingo, 8 de agosto de 2010

Series a las que no perder la pista

Por mucho que nos cueste asimilarlo, Perdidos ha terminado, con lo que este año sumamos una serie más al grupo de las que no volverán para sorprendernos con una nueva temporada. J.J. Abrams no tiene intención de regresar a la misteriosa isla, sino que prefiere recrear las situaciones de Sr. y Sra. Smith en Undercovers al mismo tiempo que trabaja en la continuación de Fringe.

Afortunadamente, con el arranque de la nueva temporada televisiva sí nos encontraremos con viejos conocidos como Chuck, Rick Castle, el absurdo Jonathan Ames de Bored to Death o los cinco protagonistas de Cómo conocí a vuestra madre, además de la recuperada tripulación de Futurama. Series consolidadas al margen, son dos las apuestas que más me llaman la atención entre los nuevos estrenos.

La primera de ellas es la esperadísima adaptación del cómic Los Muertos Vivientes, el cual cuenta con una estructura perfecta para ser serializado y que puede dar mucho juego en la pequeña pantalla. De momento conocemos el reparto casi al completo, pero lo más impactante es que será dirigida, escrita y producida por el cineasta Frank Darabont, autor de películas tan recomendables como La Niebla, La Milla Verde y Cadena Perpetua. Además, Darabont vuelve a trabajar con dos de sus actores predilectos como son Laurie Holden y Jeffrey DeMunn, interpretando a Andrea y a Dale, respectivamente.



La segunda, y no por ello menos importante, es Boardwalk Empire, serie del canal HBO producida por Martin Scorsese (también director del episodio piloto) centrada en la fundación de Atlantic City durante los años veinte del siglo pasado, es decir, la época de la ley seca. Con esta ambientación y unos primeros tráilers que recuerdan a Goodfellas y Los Intocables, Boardwalk Empire puede presumir de reparto: Michael Shannon, Stephen Graham, Michael Pitt y el siempre genial Steve Buscemi de protagonista. Para información más detallada sobre esta serie, no dudéis y visitad el blog de Mr. Shhh.



¿Más apuestas para la nueva temporada?