viernes, 28 de octubre de 2011

EVA: ¿Qué ven los androides cuando cierran los ojos?

Álex, un joven y prometedor ingeniero, vuelve a su ciudad natal después de dedicarse durante diez años a investigar en los campos de la robótica y la inteligencia artificial. A su regreso deberá enfrentarse a fantasmas del pasado y viejos conflictos que le persiguen desde hace demasiado, al mismo tiempo que afronta su mayor reto profesional:  desarrollar un androide capaz de simular con total exactitud los pensamientos y emociones de un niño humano, para lo cual contará con la ayuda de su sobrina, la atrevida Eva.

Dirigida por el debutante Kike Maíllo, Eva se alza por méritos propios como una de las películas españolas de 2011 más interesantes y atrevidas. Los espectadores nos encontraremos con una historia de tintes melodramáticos y de ambientación propia del género de la ciencia ficción, fruto de un equipo entregado que ha conseguido que todos sus elementos estén bien cuidados y pulidos, ofreciendo en su conjunto una película muy cohesionada: desde un guión sostenido por diálogos fluidos y por el triángulo amoroso que forman los protagonistas hasta la narrativa sencilla y eficaz de Maíllo; pasando por una adecuada banda sonora, logrados efectos especiales al servicio de la trama, y referencias a las cuestiones planteadas acerca de la humanidad de los androides en películas como Blade Runner e Inteligencia Artificial. Por supuesto, no debe dejarse a un lado la ambientación, que mezcla rasgos futuristas como el desarrollo de la tecnología robótica con una estética retro, propia de los años 70 y 80, similar a lo visto en Moon, de Duncan Jones.


Los actores también cumplen y están bastante comedidos en sus papeles. En el reparto nos encontraremos con la solvente Marta Etura (Celda 211), las breves apariciones de Lluís Homar (Los ojos de Julia) aportando el contrapunto cómico, y los gestos un tanto forzados y exagerados de Alberto Ammann (curiosamente, pareja de Marta Etura en la mencionada Celda 211). El mayor peso dramático cae sobre la debutante Claudia Vega, que da vida a la vivaz niña del título, y también sobre los hombros de Daniel Brühl (Malditos Bastardos), quien sorprende por su compostura y construcción del protagonista, de quien vamos descubriendo más a medida que avanza la trama.


Drama ligero con toques de ciencia ficción, Eva sorprende por la entrega de todo equipo que ha trabajado en ella, quienes han logrado una película muy entretenida de factura vistosa.

martes, 25 de octubre de 2011

Ubik, de Philip K. Dick

En 1992, Glen Runciter dirige la mayor empresa de inerciales, personas con poderes psíquicos capaces de inutilizar las habilidades telepáticas y precognitivas de los espías que trabajan en compañías rivales. Cuando una misteriosa mujer contrata sus servicios en la Luna, Runciter sabe que está a punto de enfrentarse al mayor telépata de la Tierra, por lo que reúne a su equipo de inerciales al completo, incluyendo al técnico Joe Chip. Al llegar a su destino, no tardan en descubrir que les han tendido una trampa y, acto seguido, la explosión de una bomba termina con la vida de Runciter. En su regreso a la Tierra, Joe Chip y el resto de inerciales intentan descubrir quién está detrás de lo sucedido, al mismo tiempo que una serie de fenómenos paranormales amenaza su existencia. La respuesta parece encontrarse en el enigmático aerosol conocido como Ubik.

Con este atípico argumento, Ubik destaca como una novela clave en la producción de Philip K. Dick a la vez que explora temas constantes en la obra del conocido autor de ciencia ficción. En sus páginas, Ubik nos plantea una historia intrigante, inquietante y sumamente angustiosa que hará que los lectores se sientan desconcertados y sufran con los personajes. Además, Ubik aborda una de las cuestiones fundamentales de los textos de Dick: la imposibilidad de distinguir entre la realidad y la ficción, sueños y apariencias, bebiendo de ideas filosóficas que aumentarán la incertidumbre de los lectores hasta el mismísimo final de la novela, revelador y oscuro por igual. Otros de los rasgos característicos de Dick que aparecen en la novela son el futuro distópico gobernado por empresas multinacionales en las que trabajan los protagonistas; y la presencia de una deidad de cualidades y naturaleza incomprensibles que de algún modo rige las vidas de los humanos, como sucede en este caso con el aerosol Ubik, o con Wilbur Mercer en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y con el Departamento de Ajustes en Equipo de ajuste.

Absorbente, perturbadora y sombría, Ubik se alza por su profundidad  y complejidad no sólo como una de las novelas indispensables dentro de la obra de Philip K. Dick, sino de la ciencia ficción.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Intruders: En las garras de Carahueca

Dos niños sin aparente conexión, el madrileño Juan y la londinense Mia, sufren aterrados la persecución del ser espectral conocido como Carahueca, quien les acecha por las noches y es capaz de transformar sus sueños más profundos en horribles pesadillas. El sufrimiento de los pequeños llevará a sus respectivos padres a hacer todo lo posible por detener a Carahueca, y finalmente será el padre de Mia quien investigará las raíces del extraño ser sin rostro.

Después de sorprender en 2007 con su puesta en escena y vuelta de tuerca a la saga de los infectados en 28 semanas después, el director español Juan Carlos Fresnadillo regresa con la película de terror Intruders. A pesar de la larga espera y expectación que ha generado este proyecto debido al bombazo que supuso la mencionada secuela de 28 días después, Intruders no termina de funcionar en ningún momento, resultando un filme de una estructura ensamblada con dificultad, incapaz de sumergir a los espectadores en la historia, llegando incluso a despertar el aburrimiento entre el público. 


Probablemente, la culpa no sea de Fresnadillo, quien ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a sacar adelante este proyecto y realiza una labor correcta como director, siendo capaz de generar atmósferas oscuras y opresivas. El principal problema de Intruders reside en el guión escrito por Jaime Marqués y Nicolás Casariego, que se topan con una enorme dificultad a la hora de combinar con agilidad las historias paralelas de los niños (por algo son tan alabados los guiones de películas como Magnolia o Pulp Fiction) y al mismo tiempo sumergir a los espectadores en un inquietante viaje a la raíz del miedo que sufren sus protagonistas. En vez de conseguir esto último, la película deambula de un lado para otro y abusa de tópicos de clásicos del terror como El exorcista (con una forzada presencia de un par de sacerdotes), Poltergeist (con la correspondiente niña que contacta con presencias extrañas), Pesadilla en Elm Street, y hasta de los dementores de Harry Potter. Por suerte, el tramo final consigue despertar el interés en el público y nos ofrece un desenlace convincente.


Debido a este desajuste, en el reparto nos encontramos actores desaprovechados con personajes insulsos como los de Daniel Brühl (Malditos Bastardos), Carice van Houten (Valkiria) o Pilar López de Ayala (Juana la Loca); y a otros más acertados como Clive Owen interpretando a un padre de familia preocupado (similar al de sus trabajos más recientes) y a la convincente Ella Purnell haciendo de niña aterrada.

Si bien la labor de Juan Carlos Fresnadillo es digna de reconocimiento, Intruders no consigue funcionar como película, ni mucho menos de terror, debido a una historia plagada de tópicos que avanza con dificultad, a saltos, sin lograr involucrar a los espectadores ni transmitirles el miedo que inunda a sus protagonistas.

domingo, 16 de octubre de 2011

Batman, Inc: Corporación Mundial

Desde que tomara las riendas del murciélago, Grant Morrison ha sometido a Batman a todo tipo de pruebas físicas y psicológicas que han forzado a Bruce Wayne a replantearse su condición de cruzado enmascarado. Tras una serie de sagas en las que el guionista escocés fue introduciendo personajes nuevos, rescatando otros y dejando pistas (a las que hice referencia aquí), las colecciones de las que se encargaba sufrieron una conclusión absurda y estrafalaria en la que las excentricidades se escapaban de las manos de Morrison, abriendo el camino a una nueva propuesta: Batman, Inc.

La nueva cabecera protagonizada por el caballero oscuro arranca con una premisa cuanto menos curiosa: cansado de sus titánicos esfuerzos, Bruce Wayne decide financiar una red internacional de hombres murciélago que combata el crimen a nivel global. Así, emprende un viaje alrededor del mundo designando encargados de portar el manto del murciélago en ciudades como Tokyo, Buenos Aires, Hong Kong, o París, al mismo tiempo que intenta hacer frente a una nueva red terrorista conocida como Leviathan.

Por desgracia, el poco interés que podía despertar semejante propuesta se esfuma después de los dos números iniciales: el leve argumento se desvanece, a Morrison "se le va la pinza" y da paso a historias cada vez más extravagantes que poco tienen que ver con la esencia oscura y detectivesca del personaje; además de que los villanos de Leviathan no son más que un calco de El Guante Negro, los criminales que ya aparecieron en Batman R.I.P. Lo único que se salva es el dibujo de Yanick Paquette en los cuatro números de los que se encarga, porque los otros dos dibujantes sólo contribuyen a empeorar la colección.


Después de sus ocho episodios iniciales, la llegada del relanzamiento/reinicio de DC Cómics no parece que vaya a afectar demasiado al desarrollo de la colección, que cambiará su nombre por Batman: Leviathan y continuará con las tramas desarrolladas por Grant Morrison, que desde luego no merecen la pena al buscar conceptos estrambóticos que llevan a caer en la repetición y alejarse de la esencia del personaje.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Horrible Bosses: Cómo acabar con tu jefe

Desesperados ante su actual situación laboral, Nick, Kurt y Dale, tres viejos amigos, deciden emular la propuesta de Extraños en un tren y planean la mejor forma de acabar con sus respectivos jefes: un arrogante ejecutivo, una dentista devora hombres, y un repugnante obseso de las artes marciales. Para ello, los tres amigos se pondrán en contacto con un especialista en "deshacerse" de personas no deseadas, pero cuando las cosas no vayan como esperaban se verán obligados a entrar en acción ellos mismos.


Dirigida por Seth Gordon (quien trabajó tras la cámara en series como The Office y Modern Family), Cómo acabar con tu jefe se ha convertido en la comedia sorpresa de la temporada gracias a su equilibrado trío protagonista, eficaz puesta en escena, humor irreverente que se ríe de estereotipos y, sobre todo, a su  guión, perfectamente estructurado a la hora de retorcer la trama combinando obstáculos imprevistos con complicaciones que surgen por el carácter de los personajes, por lo que en este sentido se asemeja bastante al ya mítico resacón de Phil, Stu, y Alan en Las Vegas.


Junto a un guión que no da respiro y mantiene a los espectadores atentos a lo que sucede en pantalla, el otro gran aliciente de esta película es su atípico reparto. Para empezar, lo encabezan tres actores entre los que surge una química inmediata: el serio y sufrido Jason Bateman (Juno), el cómico en alza Jason Sudeikis y el televisivo Charlie Day (Colgados en Filadelfia), que recoge el testigo de Zach Galifianakis como personaje histérico y excéntrico. Les acompañan secundarios de lujo que aportan toques muy peculiares a los personajes que interpretan, como sucede con el siempre excelente Kevin Spacey, un irreconocible Colin Farrell, y una sorprendente Jennifer Aniston alejada de sus papeles habituales en las comedias románticas. Por si no bastara con ellos, tenemos todo un desfile de cameos entre los que destacan las apariciones de Jamie Foxx, el gran Donald Sutherland, Ioan Gruffudd (Mr. Fantástico), y Julie Bowen (Claire en Modern Family).


Si a todo esto le añadimos una acertada selección musical, un ritmo frenético, bromas de cine relacionadas con Danny DeVito, El diario de Noa o Will Hunting, y una aparición estelar de los famosos Angry Birds, nos encontramos con una una comedia gamberra, extremadamente divertida y sumamente recomendable.

domingo, 9 de octubre de 2011

Gamefest 2011

El pasado fin de semana se celebró en Madrid la segunda edición de Gamefest, feria dedicada al mundo de los videojuegos. Debido al gran éxito de esta iniciativa, la organización logró obtener un recinto mucho más grande para la convención de 2011, que sin embargo pronto se quedó pequeño debido a la masiva afluencia de público.

Como ya sucediera en 2010, Gamefest ha demostrado la buena salud de la que goza el mundo de los videojuegos, uno de los escasos sectores de la "industria" del entretenimiento que se mantiene en auge a pesar de la situación actual, mientras que otros como la música, el cine, e incluso los libros sufren cada vez más pérdidas. 


Posiblemente, una de las claves del éxito de las videoconsolas resida en el amplio público que atraen, lo que quedó demostrado con la presencia en Gamefest de aficionados de todas las edades. De hecho, entre las nuevas propuestas de las grandes compañías del sector se percibe una clara diferencia entre productos pensados para toda la familia, como por ejemplo las nuevas versiones de Wii Fit o Dance Central (que hace uso del sistema Kinect de Xbox); y otros videojuegos que heredan las formas y promoción propias de las superproducciones cinematográficas y generan una gran expectación entre las legiones de seguidores que no se pierden una entrega de la saga en cuestión. En este último grupo destacaban Assassin's Creed: Revelations (supuestamente la última aventura de Ezio Auditore), Uncharted 3: La traición de Drake, Gears of War 3, Batman: Arkham City (donde el caballero oscuro se las verá con sus peores enemigos), y sobre todo la rivalidad entre las terceras partes de Battlefield y Call of Duty: Modern Warfare, que compiten por convertirse en el juego bélico más esperado y realista del año.


En esta edición de Gamefest también hubo sitio para los clásicos, y aunque las novedades antes mencionadas acapararon mayor atención y larguísimas colas de espera, personajes tan queridos como Link o Mario gozaron de sus propios stands para presentar las nuevas versiones de sus aventuras; incluso se rindió homenaje a Sonic el erizo por su vigésimo cumpleaños.


Gracias a su buena acogida, Gamefest ha conseguido acercar a los aficionados y medios especializados a las novedades de próximo lanzamiento en el sector de los videojuegos, y esperemos que el éxito y repercusión de la feria aseguren su regreso en su próxima edición.


sábado, 1 de octubre de 2011

Policías acabados, seres diminutos, habitaciones del pánico y deudas del pasado

Los pasados 26, 27, y 28 de septiembre se celebró la denominada "fiesta del cine", que por el precio de 2€ por película pretende acercar a los espectadores a las salas, cada vez más vacías debido en parte a la actual crisis económica y al precio de las entradas, que crece a un ritmo desorbitado. En una sesión maratoniana pude disfrutar (y sufrir en algún caso) de cuatro títulos bien diferenciados en temática y estilo, acerca de los cuales trasnmitiré mis breves impresiones a continuación.


No habrá paz para los malvados: El director y guionista Enrique Urbizu (La caja 507) consigue una propuesta rompedora dentro del cine español al huir de los topicazos característicos y enmarcar su nueva película dentro de las convenciones del thriller policíaco. Con un ritmo pausado y un estilo sobrio heredero de la premiada No es país para viejos de los hermanos Coen, acompañaremos al policía Santos Trinidad en una complicada investigación desarrollada en un ambiente tan particular y bien aprovechado como es el Madrid actual, con bandas de narcotraficantes colombianos, clubes nocturnos, y peligrosas células yihadistas. El reparto hace lo que puede por resultar convincente, pero todos quedan ensombrecidos ante la presencia de José Coronado, actor que compone con pequeños gestos y breves frases un personaje tan intrincado e interesante como es el antihéroe Santos Trinidad. Eso sí, tal vez unos minutos menos de metraje habrían favorecido el ritmo de No habrá paz para los malvados, a la altura de la Celda 211 que ya nos sorprendió en 2009.


Arrietty y el mundo de los diminutos: Por fin ha llegado a nuestras salas la nueva obra del prestigioso Estudio Ghibli, los genios de la animación japonesa responsables de La Princesa Mononoke y El viaje de Chihiro, entre muchas otras. De la dirección se encarga el debutante Hiromasa Yonebayashi, mientras que Hayao Miyazaki queda relegado a labores de producción y a la escritura del guión, basado en la novela The Borrowers (que ya contó con una versión cinematográfica protagonizada por John Goodman). Por suerte, no sucede lo mismo que con la infumable Los cuentos de Terramar y en Arrietty el sello de Miyazaki y su estudio está presente a lo largo de toda la película: los espectadores disfrutaremos del encuentro de dos personajes pertenecientes a mundos opuestos, de una asombrosa animación tradicional cuidada hasta en los detalles más pequeños, de un retrato preciosista de la naturaleza, y de una prodigiosa banda sonora con tintes celtas. Tal vez lo que aleje Arrietty de las obras cumbres de Miyazaki sea la ausencia de más conflicto en el tramo central, pero sí comparte con ellas la carga dramática que soportan los personajes.


La cara oculta: Coproducción hispano-colombiana que gira en torno a los celos generados por el triángulo amoroso que forman los protagonistas, lo cual da pie a una trama de intriga que intenta utilizar sin éxito recursos propios del cine de Hitchcock para caer en sustos y resoluciones ridículas. A pesar de un apartado técnico vistoso, la trama pierde fuerza según pasan los minutos y crecen los topicazos, a lo que contribuyen las pobres interpretaciones del reparto, especialmente la de Clara Lago, que da vergüenza ajena con su falsísima forma de hablar y gestos forzados. Insufrible. La habitación del pánico de David Fincher transmite mucha más angustia y retrata mejor a los personajes.


La Deuda: Thriller de espionaje centrado en un grupo de agentes del Mossad que deben capturar a un criminal nazi en el Berlín Oriental de 1965. Sin embargo, la misión no va como debería, y lo que sucede a continuación dará lugar a fantasmas del pasado que afectarán a los protagonistas años después. El tándem de guionistas formado por Matthew Vaughn y Jane Goldman (X-Men: First Class) se aleja de su registro habitual en esta intriga de espías pre-Bourne que dirige con corrección el británico John Madden (Shakespeare in Love). El reparto está encabezado por la solvente actriz del momento, Jessica Chastain (El árbol de la vida), un sobrio Sam Worthington (Avatar) lejos de sus papeles de héroe de acción, y los veteranos Helen Mirren y Tom Wilkinson en pequeños roles. La ambientación y la música de Thomas Newman acompañan el fluido primer tramo de la película, con un interesante retrato de las motivaciones de los tres protagonistas, sus relaciones y sentimientos encontrados; si bien la parte final rompe con la dinámica anterior y ofrece un desenlace un tanto precipitado.

En resumen, una película sonrojante (La cara oculta), una entretenida historia de espías a la vieja usanza (La deuda), una cautivadora obra de animación (Arrietty y el mundo de los diminutos), y un recomendable  y rompedor thriller policíaco (No habrá paz para los malvados), y todo ello por el precio habitual de una sola entrada.