jueves, 30 de junio de 2011

El Caso Pixar

Desde el éxito de Toy Story, el primer largometraje de animación digital, los estudios Pixar han desarrollado su estilo propio con cada nuevo proyecto, cosechando numerosos premios, millonarias recaudaciones en taquilla y el afecto de legiones de espectadores en todo el mundo. Sus películas generan gran expectación cada año en cuanto a qué temas tratarán, quiénes serán los protagonistas o en qué aspectos habrán depurado las técnicas de animación esta vez, si bien los espectadores podíamos estar seguros de que nos encontraríamos ante un filme repleto de referencias y guiños a clásicos del cine, con personajes más humanos de lo que aparentan a simple vista envueltos en una aventura trepidante y emotiva al mismo tiempo.

Rayo McQueen corre hacia el éxito
Así ha sucedido desde la primera entrega de los conocidos juguetes, con películas tan peculiares y ricas en detalles como Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los Increíbles, WALL·E, o Up, que gustan por igual a niños y adultos. Tal vez la que más desentonó fue Cars en 2006, pues aunque se trataba de una película de animación sumamente entretenida, salía perdiendo en comparación con sus hermanas. Tres años más tarde, tras el estreno de Up, sorprendía el calendario de los estudios de animación, en el que las secuelas ocupaban el lugar de las propuestas originales.

En 2010 llegó a los cines Toy Story 3, que ponía punto y final a las aventuras de los juguetes de Andy 11 años después de la anterior entrega. El cariño del público a los personajes, un argumento que repetía el esquema de las anteriores incorporando nuevos temas, y técnicas de animación más arriesgadas garantizaron su éxito hasta el punto de convertirla en una de las películas más taquilleras de 2010, con dos Oscar incluidos. Eso sí, no puede decirse lo mismo de su sucesora este año, Cars 2, secuela de la película centrada en Rayo McQueen y sus amigos que no está agradando al público tanto como se esperaba. Como es costumbre, por aquí todavía no se ha estrenado (el concepto de "estreno simultáneo" es algo que las distribuidoras no se esfuerzan en asimilar), pero las primeras impresiones apuntan a que se trata de una película de animación entretenida con ganas de aprovechar al máximo los sustanciosos beneficios del merchandising.


Tras el duro revés que están suponiendo las reacciones ante Cars 2, en los últimos días se han disparado los rumores y noticias acerca de los estudios de animación vinculados a Disney. Para empezar, sorprende que Brad Lewis, co-director de la mencionada película de los coches junto a John Lasseter, ha abandonado la compañía para dedicarse a otros proyectos más personales. Parece algo habitual, pues otros directores de reputadas cintas de animación están dando el salto a la acción real, como es el caso de Brad Bird, responsable de Los Increíbles que ultima detalles en Mission Impossible: Ghost Protocol (con recién estrenado tráiler), y de Andrew Stanton, director de WALL·E que lleva más de dos años inmerso en el desarrollo de la adaptación de John Carter of Mars (personaje de las novelas de fantasía heroica de Edgar Rice Burroughs), película que promete un despliegue de imágenes generadas por ordenador innovador.



Al mismo tiempo, han salido a la luz nuevos detalles acerca de los futuros proyectos de los estudios Pixar. Dentro de un año estrenarán Brave, centrada en una joven princesa en la Escocia celta de la cual hemos podido ver diseños conceptuales, un póster y ahora el primer tráiler. Le seguirá Monsters University, precuela de las andanzas de Mike y Sully que nos narrará cómo se conocieron estos dos monstruos en la universidad. Llegados a este punto, entra en juego una de las noticias que más revuelo ha causado esta semana: en una entrevista para la BBC con motivo de su nueva película, Larry Crowne, el actor Tom Hanks dejó caer que los chicos de Pixar están trabajando en Toy Story 4. Ahora bien, dado el tono de la entrevista, podríamos pensar que Hanks tan sólo bromeaba con la actual fiebre por las secuelas al igual que hizo con buena parte de las preguntas del entrevistador; pero por otro lado tampoco sería extraño que no se planteasen una cuarta entrega, sobre todo dado el tremendo éxito de su predecesora.

Con o sin Toy Story 4, el futuro de Pixar está en el punto de mira de muchos, especialmente de aquellos seguidores que quedaron cautivados por la magia de sus películas.

martes, 28 de junio de 2011

Los Eternos, de Gaiman y Romita Jr.

Antiguamente considerados dioses por los humanos, los Eternos viven ahora ocultos entre el bullicio de las ciudades sin recordar quiénes son, ni siquiera saben cuáles son sus dones o su misión como protectores de la Tierra. Sólo cuando uno de ellos les traicione y contribuya a despertar una amenaza ancestral, Ikaris y sus compañeros se reecontrarán y recuperarán sus identidades.

Gracias a Oneyros he podido acercarme a la miniserie de siete números centrada en este peculiar grupo de "superseres", que prometía mucho y al final ha resultado absurda a más no poder. 

En la década de los 70, el mítico dibujante Jack Kirby creó dos series con ciertas similitudes para las dos grandes editoriales de cómic estadounidenses: El Cuarto Mundo para DC y Los Eternos para Marvel. Ambas bebían de las tendencias new age tan populares en la época, con lo cual era habitual encontrar entre sus páginas la premisa argumental de una raza alienígena que visitaba el planeta Tierra en sus orígenes y sus miembros eran considerados dioses por los primeros humanos. Esto mismo sucede con Los Eternos, serie que la Casa de las Ideas confió al famoso guionista Neil Gaiman y al dibujante John Romita Jr. para que la actualizasen e introdujeran en el Universo Marvel, con la guerra civil entre superhéroes como telón de fondo.


En la última década, Neil Gaiman se ha alejado bastante del cómic, medio en el que debutó, y se ha adentrado con éxito en los terrenos de la novela y del guión cinematográfico, aceptando encargos de Marvel o DC de manera espontánea. Esto se nota demasiado en Los Eternos, miniserie que arranca con una propuesta interesante en la que los protagonistas deben recuperar su identidad anterior, pero que a medida que avanza pierde totalmente el rumbo, culminando en un desenlace completamente bochornoso y confuso, que no cierra ninguna de las tramas (de hecho intenta servir de punto de partida a una serie regular y el séptimo número fue un añadido de última hora) y nos ofrece un retrato realmente pobre de los personajes, al mismo tiempo que juega vagamente con conceptos mitológicos para justificar el origen de los Eternos.


Por el contrario, en el apartado gráfico nos encontramos a John Romita Jr. en plena forma, exprimiendo su característico estilo (con notables influencias de su padre, de Frank Miller y hasta del propio Kirby) y recursos narrativos, ofreciendo páginas con todo lujo de detalles lejos del aspecto inacabado que imprime a sus trabajos actuales. Una pena que el pobre y farragoso guión no le acompañe, ya que las tintas de Danny Miki y Tom Palmer junto a los colores de Paul Mounts y Matt Hollingsworth embellecen sus lápices.

En definitiva, una pena de miniserie que podría haber ofrecido una historia rica y absorbente dado el toque de su guionista, pero que finalmente se queda en siete números para el lucimiento de la maestría de John Romita Jr.

sábado, 25 de junio de 2011

Juego de Tronos: El Invierno de las series

*Este post puede revelar detalles de la trama de Juego de Tronos.

La estabilidad de los Siete Reinos se desmorona como un castillo de naipes desde el momento en que el rey Robert Baratheon pide a su viejo amigo Eddard Stark, señor de Winterfell, que acuda a la capital para servirle de consejero y ocupe el puesto de Mano del Rey. Pero no sólo las conspiraciones de palacio suponen un riesgo para la corona, ya que las tensiones entre las casas de los Stark y los Lannister están destinadas a desembocar en una cruel guerra, mientras que en el continente al otro lado del mar y en las gélidas tierras al norte del Muro surgen amenazas que llevaban mucho tiempo esperando pacientemente el momento de atacar.

A mediados del pasado mes de abril se estrenó la esperada Juego de Tronos, adaptación del canal HBO de la primera novela de la saga de fantasía Canción de Hielo y Fuego, obra de George R. R. Martin que cuenta con numerosos seguidores. Nada más emitirse el piloto, la serie cosechó los más grandes elogios por parte de público y crítica, asegurando su regreso en próximas temporadas.

Jon Snow entrena para descubrir los secretos del otro lado del Muro
Como prácticamente cualquier ficción de la prestigiosa cadena HBO, Juego de Tronos presenta un elaborado (y muy caro) proceso de producción que se ha traducido en una cuidada ambientación y caracterización de los personajes que pueblan los diez episodios que componen esta primera temporada; además de un tratamiento de la acción pausado pero constante. Así, en los primeros capítulos se introducen los principales escenarios, los protagonistas, sus conflictos iniciales y algunas historias para rellenar el trasfondo épico-fantástico de la serie, dando paso a una sucesión de enredos, luchas por el poder y conspiraciones palaciegas propias de la serie Los Tudor en un contexto que recordará bastante a períodos de la historia medieval inglesa como la Anarquía o la Guerra de las Dos Rosas. Según se acerca el desenlace, la situación de los personajes se complica cada vez más y se dejan intuir qué líneas puede seguir la próxima temporada.

Una vez nos hemos sumergido en su complicado mundo de casas y disputas por el poder, Juego de Tronos atrapa a los espectadores capítulo a capítulo y no los deja escapar fácilmente. Sin duda estamos ante una producción de calidad, muy cuidada en diversos aspectos, aunque tampoco sea para ponerla en un pedestal frente a otras ficciones televisivas actuales. Buena parte de la culpa del éxito de la serie la tiene el trabajo de D.B. Weiss y David Benioff (guionista de la indispensable La última noche, con Edward Norton), quienes se han encargado de adaptar la obra de Martin (que se implicó activamente en el proyecto) y escriben buena parte de los guiones, los cuales sirvieron de base para la labor de conocidos directores televisivos como Tim Van Patten (The Pacific).
La interesante Daenerys Targaryen y el gran Ser Jorah
Para dar vida a los numerosos personajes envueltos en las enrevesadas tramas nos encontramos con un amplio reparto formado por los correctos Lena Headey (Las crónicas de Sarah Connor), Mark Addy (Destino de caballero) o Jason Momoa (próximo Conan que aquí ensaya su papel como el bárbaro Khal Drogo), prometedores actores noveles como Emilia Clarke, Kit Harington o Maisie Williams; y actores con una larga trayectoria a sus espaldas que sobresalen en sus respectivos roles, como es el caso de Peter Dinklage (Un funeral de muerte) interpretando a Tyrion Lannister y del siempre interesante Sean Bean (Boromir en El Señor de los Anillos) dando vida a Ned Stark, quien aquí ofrece toda una lección de interpretación por cómo modula la voz y gestos de su personaje y le da un acento propio del norte de Inglaterra, correspondiéndose así con la localización de Winterfell.

A pesar de sus virtudes, hay ciertos aspectos que no me terminaron de convencer de esta primera temporada. Para empezar (y al igual que sucede en la inconclusa saga de novelas), da la sensación de que las tramas se han liado demasiado y que difícilmente pueda resolverse algún cabo suelto en la próxima temporada, parece más probable que todo se complique todavía más. También choca bastante que introduzcan tantos personajes para luego deshacerse de unos cuantos fácilmente al final de la temporada, que todos los protagonistas pertenezcan a la nobleza, que para una gran batalla que hay en toda la temporada usen una elipsis narrativa para no mostrarla en pantalla (tanto presupuesto y luego recurren a estos trucos), que haya que esperar casi un año para la nueva temporada, o que no se aproveche la banda sonora de Ramin Djawadi (Prison Break) más que para la curiosa cabecera.



Con sus más y sus menos, en su primera temporada Juego de Tronos ha demostrado ser una serie capaz de atrapar al público y sumergirlo en un mundo de toques fantásticos donde el peligro acecha a la vuelta de cada esquina, lo que nos hará permanecer atentos al final de los episodios y esperar con ganas los siguientes.
Winter is coming...

miércoles, 22 de junio de 2011

Capitán América: Sin salida

La Edad Heroica ha llegado, pero, además de pasar a formar parte de Los Vengadores de manera oficial, la situación del nuevo Capitán América no cambiará demasiado... hasta que Helmut Zemo se entere de que es Bucky quien blande el escudo, lo cual demuestra que las "hazañas" de su padre no fueron tales, por lo que se decidirá a complicarle la existencia al centinela de la libertad.

La Edad Heroica y el relanzamiento de los superhéroes de Marvel poco parecen haberle afectado al guionista Ed Brubaker, quien mantiene el ritmo seguido por la colección hasta ahora en el primer arco argumental enmarcado en la mencionada maniobra editorial. En Sin Salida, James "Bucky" Barnes continúa buscando su identidad como Capitán América al mismo tiempo que debe enfrentarse a una nueva y lógica amenaza que le hará cuestionarse su estatus: la del reformado barón Zemo, a quien, como era de esperar, no le sentará nada bien que Bucky haya vuelto y se tomará muy en serio torturarle. Esta premisa permite a Brubaker continuar desarrollando al protagonista en la misma línea que en números anteriores, con numerosas dudas acerca de su identidad asaltándole; pero con un grupo de fieles amigos que justifican el carácter coral de la colección, como La Viuda Negra, El Halcón, Sharon Carter y el propio Steve Rogers, quienes le ayudarán todo lo que puedan e incluso más.

El apartado gráfico es lo más descompensado de este arco argumental. Tomando el relevo del genial Steve Epting nos encontramos a Butch Guice, quien ha demostrado estar a la altura con una narrativa sencilla y ágil a la vez. El problema viene con el baile de de entintadores que se encargan de sus lápices, encontrándonos en ocasiones con un acabado sucio; y otras veces, cuando entinta Rick Magyar, la acción fluye incluyendo homenajes al estilo del mítico Jack Kirby.
 

En general, Sin salida no aporta demasiado a la colección y mantiene el tono que Brubaker le ha dado al personaje desde que recogiera el testigo del Capitán original, aunque nos presenta una historia necesaria (Zemo debía reaccionar de alguna manera ante el regreso de Bucky) y abre la puerta al futuro juicio del personaje por los crímenes que cometió en el pasado como Soldado de Invierno, lo cual supondrá otra prueba más en la búsqueda del protagonista por su identidad.

domingo, 19 de junio de 2011

El Plan B de Brad

Dejando a un lado sus constantes apariciones en diversos medios por su matrimonio con Angelina Jolie, en los últimos años la carrera de Brad Pitt ha estado marcada por películas de calidad en las que el famoso actor ha elegido con sumo cuidado sus papeles, en los cuales ha demostrado su profesionalidad y buen hacer como intérprete: desde el frío bandido protagonista de la hipnotizante El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford al palurdo teniente Aldo Raine que pedía más tiempo en pantalla en Malditos bastardos, pasando por el desternillante monitor de Quemar después de leer, o el complejo Benjamin Button en el que supuso el reencuentro del actor con David Fincher.



Manteniendo esta línea, Pitt está a punto de volver a la cartelera con El árbol de la vida, la nueva (y seguramente atípica) película de Terrence Malick que se hizo con la Palma de Oro en la pasada edición del festival de Cannes. También en 2011 estrenará Moneyball, drama centrado en un equipo de baseball de baja categoría que cuenta con la participación de destacados nombres: escriben dos reputados guionistas como Steven Zaillian (American Gangster) y Aaron Sorkin (reciente ganador del Oscar por La red social), dirige Bennett Miller (responsable de Capote y el documental de culto The Cruise), y entre el reparto encontramos a Robin Wright, al siempre genial Philip Seymour Hoffman y a Jonah Hill, quien esperemos no desentone.

 
En cuanto a futuros proyectos, Brad Pitt se encuentra inmerso en el rodaje de Cogan's Trade, su segunda colaboración con Andrew Dominik después del filme de Jesse James. Su nuevo trabajo juntos se centraría en la investigación por parte de Jackie Cogan de una serie de robos perpetrados en casinos de Las Vegas regentados por la mafia, y un reparto para el que inicialmente sonaban los nombres de Casey Affleck y Javier Bardem al final estará formado por James Gandolfini, Richard Jenkins y Ray Liotta junto a Pitt. Además, recientemente Plan B, la productora del marido de Angelina, se hizo con los derechos de adaptación de Guerra Mundial Z, novela de Max Brooks que, junto al cómic Los Muertos Vivientes, ha devuelto a la vida el subgénero zombi en la actualidad. A punto de empezar a rodar, Marc Foster (Descubriendo Nunca Jamás) dirigirá basándose en el guión del siempre interesante JMS, mientras que para el reparto suenan los nombres de Ed Harris, Matthew Fox (Jack para los amigos) y, cómo no, Brad Pitt.

miércoles, 15 de junio de 2011

Castle: Tercera temporada

Desde su éxito sorpresa en el verano de 2009, la serie centrada en un escritor de novela negra que colabora como asesor de la policía de Nueva York en los casos asignados a la inspectora Beckett no ha hecho más que crecer. Su recién finalizada tercera temporada retoma la fórmula consolidada en la segunda y continúa funcionando, presentando un caso nuevo en cada capítulo que los protagonistas resuelven gracias al humor e ingenio del inigualable Richard Castle.


Los responsables de esta producción de la cadena abc han continuado con la creciente tensión entre las personalidades opuestas de Castle y la inspectora Beckett (aunque el cambio estético de ella no convenza al pasar de ser una dura mujer policía formada a sí misma a casi una supermodelo). Además, en esta temporada hay lugar para el desarrollo de la subtrama relacionada con las motivaciones y origen de la mencionada inspectora, las cuales desembocarán en los sucesos del episodio final. También sorprende el espacio que se les ha dado a los secundarios, especialmente a los policías Ryan y Espósito, que consiguen robar unos cuantos momentos a pesar del carisma del personaje del gran Nathan Fillion.


Como en temporadas anteriores, cada capítulo es autoconclusivo (salvo una notable excepción), y a lo largo de los 23 que componen la temporada los personajes se sumergirán en mundos tan dispares como los relacionados con timadores, deportistas de élite, series de televisión, magos, o actores aspirantes; además de que se las verán con un club steampunk, un sicario al que perseguirán hasta Los Ángeles (interpretado por Dominic Purcell, alias Lincoln Burrows), y antiguas disputas entre pizzerías neoyorkinas. Destacan los cameos de escritores superventas como Michael Connelly, Stephen J. Cannell y Dennis Lehane jugando al póquer con el propio Castle, por no mencionar los episodios dedicados a la amenaza terrorista que pondrá en jaque a todos los personajes (con la aparición de Adrian Pasdar, de la cancelada Héroes), el homenaje a Encuentros en la tercera fase, y, por supuesto el tenso final, que abre nuevas líneas argumentales para la esperada cuarta temporada.

sábado, 11 de junio de 2011

X-Men: First Class

Cuando el mundo está al borde de la guerra, llega el momento de que los mutantes salgan a la luz y el Profesor Charles Xavier reúna un equipo de "jóvenes talentos" que proteja a la humanidad de amenazas como la que representan Sebastian Shaw y su Club Fuego Infernal. En semejante empresa, Xavier contará con la ayuda de un inestimable aliado: el poderoso Erik Lehnsherr, amo del magnetismo.


En el año 2000, la adaptación de X-Men dirigida por Bryan Singer dio el pistoletazo de salida al actual boom de películas basadas en cómics al cosechar excelentes resultados de taquilla y reflejar en la pantalla grande el rico universo de complicados personajes mutantes. Además, catapultó a la fama a actores como Hugh Jackman y Halle Berry. La fórmula volvió a funcionar en la estupenda X-Men 2, pero por desgracia la franquicia cambió de manos y la tercera entrega, dirigida por Brett Ratner, echó todo por la borda al incluir demasiados personajes y centrarse en la acción y los efectos especiales, dejando de lado la trama y el desarrollo de los mutantes. Se intentó dar un nuevo rumbo a la saga con el spin-off de Lobezno, película para lucimiento de Hugh Jackman que siguió más la línea de la tercera entrega que de las dos primeras. Ante esta situación, se apostó por la precuela X-Men: First Class, la cual abre un nuevo camino para la franquicia.


Ambientada a principios de la década de los 60 con la Guerra Fría como telón de fondo, First Class (traducida aquí como Primera Generación) narra los orígenes del grupo del idealista Charles Xavier, su relación con el gobierno de Estados Unidos y su amistad con el futuro Magneto. Rodada en apenas un año, la película está gozando de una notable aceptación y casi ha asegurado las próximas secuelas de la saga, aunque tiene sus puntos fuertes y otros que no terminan de encajar.

Como película, consigue entretener durante sus más de dos horas de duración y retoma el tono de las entregas de Bryan Singer (que aquí produce y firma el argumento), mezclando acción, aventuras y efectos especiales con la condición de proscritos e inadaptados de los personajes mutantes. Recién salido del rodaje de Kick-Ass, el británico Matthew Vaughn fue el encargado de dirigir esta precuela y escribir el guión junto a su habitual Jane Goldman y los escritores de Thor Ashley Miller y Zack Stenz. Posiblemente estemos ante el trabajo menos personal de Vaughn, quien deja de lado su sello propio y opta por un estilo más convencional (abusando un poco del travelling circular) que alterna correctas escenas de acción con otras propias de la saga Bond en cuanto a estética se refiere.


Respecto a los personajes, los que más resaltan son el Xavier de James McAvoy y el vengativo Magneto de Michael Fassbender (dos jóvenes actores en alza que aquí aportan matices interesantes a sus papeles) enfrentándose al villano de altura interpretado por un espléndido y políglota Kevin Bacon. También resultan llamativos la atormentada Mística de la nominada al Oscar Jennifer Lawrence y la gélida Emma Frost de la televisiva January Jones; pero al tratarse de una película con tantos personajes son muchos los que quedan desdibujados y apenas tienen ocasión de lucirse, como sucede con los roles de Rose Byrne y Oliver Platt o con Azazel y los jóvenes integrantes de la Patrulla X (Bestia, Kaos, Banshee...).

Como adaptación del cómic, X-Men: First Class presenta varios puntos conflictivos. Aunque difiere en varios puntos, encontramos guiños al material original como el diseño de los trajes, la ambientación en los 60 con el pánico atómico presente en las historias de Lee y Kirby, la presencia del Pájaro Negro y los cameos de dos personajes vistos en las primeras entregas. Ahora bien, aparte de la ausencia de Stan Lee en su habitual cameo, surgen errores de continuidad relacionados con las anteriores entregas, puesto que en Lobezno aparecía Xavier (interpretado por Patrick Stewart) andando y reclutaba a unos jóvenes Scott Summers y Emma Frost para su escuela, y luego en X-Men 3 unos rejuvenecidos Magneto y Profesor X (también caminando) visitaban juntos a la pequeña Jean Grey, lo cual no termina de encajar con lo mostrado en la precuela.


Eso y el rápido proceso de post-producción de la película, con una banda sonora simplemente correcta de Henry Jackman y efectos especiales poco pulidos (y eso que corren a cargo de Weta Workshop) hacen que X-Men: First Class no termine de convencer tanto como otras recientes y más equilibradas adaptaciones de Marvel (Thor). Aun así. se trata de una película más que entretenida, con un ritmo imparable  que consigue devolver a los X-Men al lugar que se merecían, abriendo la puerta a posibles (y más que probables) secuelas.

jueves, 2 de junio de 2011

¡Acertijo cinematográfico!

Hoy traigo un pequeño y sencillo juego para el fin de semana: consiste en adivinar a qué película corresponde el siguiente acertijo, cuál es su solución, qué personaje lo propone y quién lo resuelve en la película en cuestión. Queda activada la moderación de comentarios hasta que se cierre el concurso. Si la sección tiene éxito, puede que siga adelante. Sin más preámbulos, he aquí el acertijo:

Cortesía de Edward Nigma
Estás en medio de una carretera desierta y un tornado se dirige hacia ti. A tu lado se encuentran tu mejor amigo, la chica de tus sueños y una ancianita que necesita atención médica con urgencia. Dispones de un coche con dos plazas para salir de allí. ¿Qué haces? ¿A quién eliges para  escapar del tornado?