En este segundo volumen retomamos la historia justo donde se quedó en El Pistolero, con Roland meditando en la orilla del mar tras su encuentro con el misterioso Hombre de Negro. Pero la calma y tranquilidad son escasas en este mundo fantástico, así que el Pistolero se ve obligado a continuar su búsqueda cumpliendo las profecías de su enemigo y enfrentándose a monstruosas langostas entre otras adversidades.
Una vez leída esta segunda parte de la saga La Torre Oscura, el primer volumen parece ser una introducción a la historia que comienza en éste, ya que en El Pistolero se nos presenta al personaje principal y el extraño mundo que habita mientras que es en el segundo donde realmente empieza su enigmática búsqueda de la Torre Oscura.
El mayor inconveniente de esta segunda parte son las largas digresiones respecto a la trama principal, puesto que al viajar entre mundos a veces nos alejamos demasiado del terreno del Pistolero para adentrarnos en historias de mafiosos, una mezcla de Doctor Jeckyll y Mr. Hyde con la lucha por la igualdad racial en EEUU y finalmente con el relato de las andanzas de un asesino que encajan con sucesos narrados en este libro y el anterior. Así, aunque resulta bastante original cómo cambia por completo el tono de la historia, en ocasiones se separa bastante de la historia principal y parece que la novela se alarga demasiado.
Sin embargo, en La Llegada de los Tres Stephen King introduce a un montón de personajes nuevos y bien diferenciados entre ellos, cada uno de una clase social con un habla particular, de forma que se relacionan entre ellos y con el Pistolero de diferentes formas a lo largo del libro. Además, King cambia constantemente el punto de vista según qué personaje sea más importante en cada momento, lo cual ayuda a los lectores a mejorar su idea de la psicología de cada uno de los protagonistas. También resuelta muy curioso la cantidad de referencias a la cultura norteamericana que se incluyen en la historia (la aparición de elementos que El Pistolero desconoce por completo como la aspirinas, la coca-cola, el Keflex o los taxis), así como a películas y otros libros de King como por ejemplo El Resplandor.
Siguiendo la estela de la entrega anterior, continúan los simbolismos con respecto a la profecía en torno a las cartas y los personajes que representan y deben ser invocados por el Pistolero en su viaje (El Marinero, El Prisionero, La Dama de las Sombras y La Muerte), el significado de la Torre Oscura y el viaje entre diferentes mundos y tiempos, acerca de los cuales poco se explica.
Aunque la acción termine justo en uno de los momentos más interesantes, puede desanimar un poco el saber que hay otros cinco libros más que componen la saga de Roland y su búsqueda de la Torre Oscura, así que esperemos que mantengan el nivel, la magia y el absorbente misterio de los dos primeros.
El mayor inconveniente de esta segunda parte son las largas digresiones respecto a la trama principal, puesto que al viajar entre mundos a veces nos alejamos demasiado del terreno del Pistolero para adentrarnos en historias de mafiosos, una mezcla de Doctor Jeckyll y Mr. Hyde con la lucha por la igualdad racial en EEUU y finalmente con el relato de las andanzas de un asesino que encajan con sucesos narrados en este libro y el anterior. Así, aunque resulta bastante original cómo cambia por completo el tono de la historia, en ocasiones se separa bastante de la historia principal y parece que la novela se alarga demasiado.
Sin embargo, en La Llegada de los Tres Stephen King introduce a un montón de personajes nuevos y bien diferenciados entre ellos, cada uno de una clase social con un habla particular, de forma que se relacionan entre ellos y con el Pistolero de diferentes formas a lo largo del libro. Además, King cambia constantemente el punto de vista según qué personaje sea más importante en cada momento, lo cual ayuda a los lectores a mejorar su idea de la psicología de cada uno de los protagonistas. También resuelta muy curioso la cantidad de referencias a la cultura norteamericana que se incluyen en la historia (la aparición de elementos que El Pistolero desconoce por completo como la aspirinas, la coca-cola, el Keflex o los taxis), así como a películas y otros libros de King como por ejemplo El Resplandor.
Siguiendo la estela de la entrega anterior, continúan los simbolismos con respecto a la profecía en torno a las cartas y los personajes que representan y deben ser invocados por el Pistolero en su viaje (El Marinero, El Prisionero, La Dama de las Sombras y La Muerte), el significado de la Torre Oscura y el viaje entre diferentes mundos y tiempos, acerca de los cuales poco se explica.
Aunque la acción termine justo en uno de los momentos más interesantes, puede desanimar un poco el saber que hay otros cinco libros más que componen la saga de Roland y su búsqueda de la Torre Oscura, así que esperemos que mantengan el nivel, la magia y el absorbente misterio de los dos primeros.
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