Anteriormente en What's the rumpus? comenté la situación actual de la serie Capitán América y cómo sorprende e innova a cada número. Pues bien, dado el desarrollo de la misma, puede decirse que me veo obligado a referirme a ella de nuevo.
Si el crossover Civil War suponía una astuta jugada por parte de Marvel para reflejar la situación política estadounidense a través de la sutil metáfora del Acta de Registro Superhumano y todas sus consecuencias, Capitán América refleja la crisis económica e hipotecaria actual, eso sí, relacionada con la trama que la serie desarrolla, si bien esto no impide que retrate las reacciones de los ciudadanos ante la situación de la banca y la bolsa.
De este modo, la colección del Capi pierde parte de su carácter superheroico en favor de oscuras historias de espionaje que giran entorno a los retorcidos planes de un grupo de manipuladores y distinguidos villanos como son Cráneo Rojo, enemigo por excelencia del Capitán; Aleksander Lukin, el Doctor Fausto y Arnim Zola, quienes planearon el asesinato del emblemático Steve Rogers entre muchas otras cosas.
Para hacer frente a esta amenaza, el aclamado guionista Ed Brubaker nos presenta a un conjunto de personajes secundarios como Bucky, Sharon Carter, El Halcón y hasta el mismísimo Tony Stark, cada uno con un papel destacado, que en ausencia de Rogers deberán hacer todo lo posible para honrar la memoria de su amigo y evitar que el grupo de villanos se salga con la suya.
Junto con una complicada trama llena de giros y ágiles diálogos, Brubaker sorprende al final de cada número al revelar hechos desconocidos hasta el momento y sus inesperadas consecuencias, que dejan a los lectores pendientes de la salida de la siguiente entrega.
Mención especial merece el increíble dibujo de Steve Epting, de estilo realista y oscuro, ideal para los ambientes en los que tiene lugar la historia. Además, junto a Alex Ross es el autor del nuevo traje del Capitán América, que se adapta a la atmósfera negra del cómic e incluye nuevos elementos como son la pistola y el cuchillo en compañía de los colores clásicos, ahora con brillo metálico en sustitución de la famosa cota de mallas.
En definitiva, una serie más que recomendable y de lo mejor que Marvel ofrece. Aunque el regreso de Steve Rogers parezca inevitable, de momento será mejor sumergirnos en la absorbente historia que Brubaker y Epting nos ofrecen.
Si el crossover Civil War suponía una astuta jugada por parte de Marvel para reflejar la situación política estadounidense a través de la sutil metáfora del Acta de Registro Superhumano y todas sus consecuencias, Capitán América refleja la crisis económica e hipotecaria actual, eso sí, relacionada con la trama que la serie desarrolla, si bien esto no impide que retrate las reacciones de los ciudadanos ante la situación de la banca y la bolsa.
De este modo, la colección del Capi pierde parte de su carácter superheroico en favor de oscuras historias de espionaje que giran entorno a los retorcidos planes de un grupo de manipuladores y distinguidos villanos como son Cráneo Rojo, enemigo por excelencia del Capitán; Aleksander Lukin, el Doctor Fausto y Arnim Zola, quienes planearon el asesinato del emblemático Steve Rogers entre muchas otras cosas.
Para hacer frente a esta amenaza, el aclamado guionista Ed Brubaker nos presenta a un conjunto de personajes secundarios como Bucky, Sharon Carter, El Halcón y hasta el mismísimo Tony Stark, cada uno con un papel destacado, que en ausencia de Rogers deberán hacer todo lo posible para honrar la memoria de su amigo y evitar que el grupo de villanos se salga con la suya.
Junto con una complicada trama llena de giros y ágiles diálogos, Brubaker sorprende al final de cada número al revelar hechos desconocidos hasta el momento y sus inesperadas consecuencias, que dejan a los lectores pendientes de la salida de la siguiente entrega.
Mención especial merece el increíble dibujo de Steve Epting, de estilo realista y oscuro, ideal para los ambientes en los que tiene lugar la historia. Además, junto a Alex Ross es el autor del nuevo traje del Capitán América, que se adapta a la atmósfera negra del cómic e incluye nuevos elementos como son la pistola y el cuchillo en compañía de los colores clásicos, ahora con brillo metálico en sustitución de la famosa cota de mallas.
En definitiva, una serie más que recomendable y de lo mejor que Marvel ofrece. Aunque el regreso de Steve Rogers parezca inevitable, de momento será mejor sumergirnos en la absorbente historia que Brubaker y Epting nos ofrecen.
1 comentario:
Una serie cojonuda, y parece que a Brubaker todavía le queda cuerda para rato. Quien sabe, puede que estemos ante un clásico moderno.
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