Después de los trágicos sucesos ocurridos en Hogwarts al final del sexto curso, Harry, Ron, y Hermione deciden no volver a la escuela de magia y hechicería en su séptimo año. En su lugar emprenden un viaje por todo el Reino Unido buscando los Horrocruxes, objetos en los que Lord Voldemort ocultó parte de su alma para hacerse inmortal. Mientras tanto, las fuerzas del Señor Tenebroso aumentan su poder y control en el Ministerio de Magia, preparándose para atacar a los últimos miembros de la resistencia fieles a Albus Dumbledore y Harry Potter.
A pesar de su innegable éxito en taquilla, las adaptaciones de las novelas de Harry Potter al cine no siempre han agradado por completo a los seguidores de las aventuras del joven aprendiz de mago. Tras dos entregas iniciales de corte familiar dirigidas por Chris Columbus y una tercera parte más oscura obra de Alfonso Cuarón, la franquicia cayó en manos de los directores Mike Newell y definitivamente de David Yates, quien mantuvo el tono oscuro pero hizo que la saga perdiera fuerza a nivel argumental, tocando fondo con Harry Potter y el misterio del príncipe, sexta entrega que dejaba a un lado la trama principal para centrarse en una insulsa comedia romántica de adolescentes, asemejándose por momentos a la horrenda Crepúsculo (no es coincidencia que su primera parte acabara de estrenarse con un éxito más que notable).
Con la intención de recaudar lo máximo posible y narrar con todo detalle el fin de la batalla contra las fuerzas de Lord Voldemort, la última entrega, Harry Potter y las reliquias de la muerte, se dividió en dos partes de dos horas y diez minutos de duración. La primera de ellas, estrenada a finales de 2010, no se anda con rodeos y nos presenta a los tres protagonistas huyendo de sus enemigos, cada vez más numerosos, y buscando la manera de acabar con Quien-no-debe-ser-nombrado al mismo tiempo surgen dificultades entre ellos.
Estrenada el 15 de julio, la segunda parte retoma la historia justo donde se quedó y conduce a los espectadores hacia la batalla final a un ritmo trepidante. Intensifica todavía más la atmósfera oscura presente en anteriores entregas, retoma escenarios familiares y alterna escenas de acción y pirotecnia con conversaciones en las que se revelan detalles fundamentales para la trama. Sin embargo, los personajes secundarios apenas hacen acto de presencia, por lo que quedan unos cuantos cabos sueltos; además de que la rápida sucesión de escenas provoca que algunas pierdan el toque épico o emotivo necesario. Aun así, el guionista Steve Kloves y el director David Yates (quien imita los barridos aéreos del gran Peter Jackson para narrar las batallas) ofrecen una adaptación bastante fiel al libro, una película muy entretenida y un digno final para la saga cinematográfica.
Destaca la dirección artística, con los escenarios habituales ahora en ruinas, mientras que la banda sonora del compositor en alza Alexandre Desplat cumple y refleja el tono de cada secuencia, además de que por fin se dignan en recuperar las ya míticas composiciones del maestro John Williams, las cuales parecían haber olvidado en entregas anteriores. Respecto al reparto, del trío protagonista destaca especialmente Daniel Radcliffe, quien interpreta con convicción a Harry en sus momentos más difíciles, cuando deberá enfrentarse a su némesis y demonios interiores él sólo. Le acompañan los convincentes Rupert Grint (Ron) y Emma Watson (Hermione), junto a una serie de personajes secundarios que hacen un mero acto de presencia y apenas dan la oportunidad de lucirse a los grandes actores británicos que los interpretan: Michael Gambon (Dumbledore), Maggie Smith (McGonagall), Alan Rickman (Snape), Warwick Davis (Griphook), John Hurt (Ollivander), Emma Thompson (Trelawney), Jason Isaacs (Lucius Malfoy), Helena Bonham-Carter (Bellatrix Lestrange), David Thewlis (Lupin), Gary Oldman (Sirius Black), Timothy Spall (Colagusano), y hasta aparece Kelly MacDonald (Helena Ravenclaw). Eso sí, quien sigue sin convencerme es Ralph Fiennes como Voldemort, pues, a pesar del elaborado maquillaje y de su voz sibilante, creo que no consigue aportar al villano la presencia que el Señor de las Tinieblas necesitaría.
Como sucediera con las novelas, llegó la hora de despedirse de la saga cinematográfica de Harry Potter tras diez años en los que hemos podido disfrutar de sus exitosas entregas, adentrándonos en un mundo mágico en el que casi todo era posible. La segunda parte de Harry Potter y las reliquias de la muerte nos invita de nuevo a acompañar a los tres jóvenes magos en su lucha contra el mal, resultando una película sumamente entretenida y un digno final para unos personajes que nos acompañarán mucho tiempo.
5 comentarios:
Adiós, Harry.
Bueno, a decir verdad, coincido en algo fundamental: Radcliffe se destaca en ese trío protagónico. Tengo unos compañeros fanatiquísimos de la saga, que prefieren en igual medida a Grint o Watson, pero no pasan a Radcliffe. La verdad, el muchacho ese a mí me parece fenomenal. Obvio, con actores semejantes (y siendo secundarios: ej.: Maggie Smith, Helena Bonham Carter), es difícil decir que "se destaca", pero en las escenas que comparten los tres principales, se ve el talento de uno y la suerte de otros.
Hoy es comentario. Represalia o sugerencia, quizá en otra ocasión! Saludos!
He visto las seis primeras disfrutándolas mucho obviando los libros que no los tenía en cuenta, pero siempre oía que las obras literarias también eran buenas, un día tuve una pequeña epifanía, ¿por qué no leer a Harry Potter? y me he decidido a guisa de ser vilipendiado, no vi la séptima entrega ni veré la última hasta pasar por la lectura del último volumen. Pero no creas tengo una curiosidad que espero controlar y que voy a subsanar con el texto. Un abrazo.
Mario.
Yo me he leído todos los libros y puedo decir que prácticamente he crecido con esta saga... por eso parece tan increíble que algo tan grande como Harry Potter finalmente llegue a su fin. Sinceramente la primera parte de Las Reliquias de la Muerte me decepcionó un poco, pero sin embargo creo que esta segunda parte respeta bastante los detalles que aparecen en el libro y no se han saltado tantas cosas cómo en las películas anteriores.
Saludos!
Rodrigo Moral: En entregas anteriores, los tres protagonistas me han parecido que cumlían como actores, sobre todo al lado de grandes intérpretes como los que mencionas, pero en esta última parte creo que se nota que Radcliffe ha hecho suyo el personaje de Harry.
Mario: Espero que disfrutes de las novelas de Harry Potter, para mí mucho más ricas y absorbentes que la saga de películas.
Jenny: También he acompañado a Harry todo este tiempo, y estoy de acuerdo contigo en que la última película tiene en cuenta ciertos detalles del libro (aunque no todos). Eso sí, la primera parte de la séptima me pareció entretenida, sobre todo comparada con la sexta.
¡Saludos y gracias por comentar!
ciertamente a mi no me pareció eso, a mi me pareció más bien floja.... aunqeu estoy deacuerdo contigo en lo de voldemort más que el mejor villano, parece el peor jaja
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