Justo cuando la vida parece sonreírle, nuestro ogro favorito se ve abrumado por la rutina y echa en falta la paz de los viejos tiempos. Con tal de recuperarla tan sólo un día, Shrek firmará un engañoso contrato con un nuevo enemigo y pondrá en peligro las vidas de los que le rodean.
Hace nueve años, la magnífica película de animación Shrek sorprendió a todos por su frescura, sentido del humor apto para niños y adultos, personajes únicos y las hilarantes versiones que presentaba de los clásicos cuentos infantiles. Debido a su rotundo éxito, cada tres años llegaba a los cines una secuela: la primera de ellas divertida, con nuevos personajes a la altura de la original; mientras que el resultado de la tercera parte fue cercano al despropósito, con un argumento que rizaba el rizo y demostraba que la fórmula se había quemado. No contentos con tres, los estudios de animación Dreamworks anunciaron una cuarta (y supuestamente última) entrega que aprovechase las posibilidades del 3D para este verano.
Por fortuna, la cuarta parte de Shrek resulta entretenida y divertida, una comedia ligera para estas fechas que no desagradará a los espectadores en su escasa hora y media de duración. Es cierto que se ha perdido la frescura del original y que la trama es previsible, pero el giro de la realidad alternativa, los guiños a los buenos momentos de las anteriores y elementos ya clásicos como los números musicales y las voces de los protagonistas contribuyen a hacer de Shrek 4 una película amena.
Entre las mejoras respecto a la anterior entrega habría que destacar la inclusión de nuevos personajes como el flautista de Hamelín o las brujas sacadas de El Mago de Oz, pero sobre todo la del villano Rumpelstiltskin, duendecillo extraído de uno de los cuentos de los hermanos Grimm (en quien está inspirado el retorcido Mxyzptlk de Superman). En su enfrentamiento contra Shrek hará gala de una maldad peculiar basada en contratos de engañosa letra pequeña, pelucas postizas que cambia según su estado de ánimo y otras debilidades.
Si a todo esto le sumamos las escenas de acción planificadas para aprovechar el 3D, nos encontramos ante un divertido y digno capítulo final para Shrek, Fiona, Asno y compañía, con la excepción del Gato con Botas, quien tiene asegurado su spin off.
*Aprovecho la ocasión para mencionar que en la columna del blog está disponible la encuesta sobre el especial que aparecerá por aquí en las próximas semanas.
Hace nueve años, la magnífica película de animación Shrek sorprendió a todos por su frescura, sentido del humor apto para niños y adultos, personajes únicos y las hilarantes versiones que presentaba de los clásicos cuentos infantiles. Debido a su rotundo éxito, cada tres años llegaba a los cines una secuela: la primera de ellas divertida, con nuevos personajes a la altura de la original; mientras que el resultado de la tercera parte fue cercano al despropósito, con un argumento que rizaba el rizo y demostraba que la fórmula se había quemado. No contentos con tres, los estudios de animación Dreamworks anunciaron una cuarta (y supuestamente última) entrega que aprovechase las posibilidades del 3D para este verano.
Por fortuna, la cuarta parte de Shrek resulta entretenida y divertida, una comedia ligera para estas fechas que no desagradará a los espectadores en su escasa hora y media de duración. Es cierto que se ha perdido la frescura del original y que la trama es previsible, pero el giro de la realidad alternativa, los guiños a los buenos momentos de las anteriores y elementos ya clásicos como los números musicales y las voces de los protagonistas contribuyen a hacer de Shrek 4 una película amena.
Entre las mejoras respecto a la anterior entrega habría que destacar la inclusión de nuevos personajes como el flautista de Hamelín o las brujas sacadas de El Mago de Oz, pero sobre todo la del villano Rumpelstiltskin, duendecillo extraído de uno de los cuentos de los hermanos Grimm (en quien está inspirado el retorcido Mxyzptlk de Superman). En su enfrentamiento contra Shrek hará gala de una maldad peculiar basada en contratos de engañosa letra pequeña, pelucas postizas que cambia según su estado de ánimo y otras debilidades.
Si a todo esto le sumamos las escenas de acción planificadas para aprovechar el 3D, nos encontramos ante un divertido y digno capítulo final para Shrek, Fiona, Asno y compañía, con la excepción del Gato con Botas, quien tiene asegurado su spin off.
*Aprovecho la ocasión para mencionar que en la columna del blog está disponible la encuesta sobre el especial que aparecerá por aquí en las próximas semanas.
5 comentarios:
Yo me niego a verla, es que no me llama naaaaaaaaaaaaaaaada!
Muy divertida y sin altibajos en la historia. Deja un villano con carisma, buenas escenas de acción por animación y momentos desternillantes: "Vale, pero antes me tendrás que llevar a cenar".
estoy muy deacuerdo con lo del villano, esta claro que los bajitos son los mejores malos de Shreck jajaja
No me gusta Shrek para nada, el humor no funcona conmigo.
Saludos y a dar vuelta la encuesta que los Coen van abajo =)
Oneyros: Aunque divertida, gustará más a los seguidores de la saga.
Aldo: Ya lo creo, mucho más divertida que la anterior, aunque la fórmula se resiente.
Cotu: Sí, tienes razón, nada mejor que un pequeño contrapunto a un gigantesco ogro.
Mr. Shhh: Veo difícil dar la vuelta a la encuesta, se perfila un resultado claro.
¡Saludos y gracias por comentar!
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