Cuando hablamos del conjunto formado por la novela gráfica y la película de Camino a la Perdición (cuyo título original, Road to Perdition, guarda un importante juego de palabras en el desarrollo de la historia) nos encontramos ante uno de los excepcionales casos en que una adaptación cinematográfica supera a la obra original en que se basa.
Los autores responsables del cómic (más bien novela gráfica en este caso), el guionista Max Allan Collins y el dibujante Richard Piers Rayner, desarrollan una historia intensa y ágil sobre la venganza, el honor y la familia al contarnos cómo se estrecha la relación entre Mike O'Sullivan, asesino a sueldo de la mafia, y su hijo en los meses en que deciden tomar represalias contra todos aquellos antiguos aliados que les han traicionado. Así, Max Allan Collins realiza un sólido trabajo profundizando en la relación entre padre e hijo protagonistas retratada por este último años después de los sucesos, consiguiendo que a pesar de su longitud su lectura resulte cuanto menos amena y agradable.
En cuanto al dibujo, Richard Piers Rayner asombra a los lectores con su recreación del Medio Oeste americano de los años 30, consiguiendo sumergirnos en una oscura atmósfera plagada de mafiosos, juego ilegal y contrabando de alcohol por la Ley Seca gracias a su estupendo dominio de las tintas. Tal vez lo único que se le pueda reprochar es que ciertos personajes, como Mike Jr., no parecen estar muy bien definidos y de una viñeta a otra cambian de tamaño y rasgos faciales por completo.
Mención especial merece la labor de los autores al mezclar ficción con realidad e introducir numerosos personajes históricos como Frank Nitti, Al Capone o Eliot Ness, quienes no aparecían en la adaptación a cargo de Sam Mendes. Hablando de la película, se trata de una de las pocas ocasiones en que se ha conseguido superar el nivel de calidad de la obra original, ya que el filme de Mendes es al mismo tiempo fiel a la historia y consigue desarrollar a los personajes de forma más profunda que en el cómic, por no mencionar muchísimas otras virtudes como las increíbles interpretaciones por parte de los actores, su asombrosa banda sonora o la cuidada ambientación.
Para completar la lectura de Camino a la Perdición recomiendo, además del visionado de la citada adaptación, otras películas como por ejemplo Los Intocables de Eliot Ness; y de paso aprovecho la ocasión para añadir el tráiler de Public Enemies, próxima película de Michael Mann ambientada en esta época que cuenta las andanzas del forajido John Dillinger y de los hombres que intentaron atraparlo. Esperemos que es esté a la altura de las expectativas, porque tiene todos los ingredientes para conseguirlo.
Los autores responsables del cómic (más bien novela gráfica en este caso), el guionista Max Allan Collins y el dibujante Richard Piers Rayner, desarrollan una historia intensa y ágil sobre la venganza, el honor y la familia al contarnos cómo se estrecha la relación entre Mike O'Sullivan, asesino a sueldo de la mafia, y su hijo en los meses en que deciden tomar represalias contra todos aquellos antiguos aliados que les han traicionado. Así, Max Allan Collins realiza un sólido trabajo profundizando en la relación entre padre e hijo protagonistas retratada por este último años después de los sucesos, consiguiendo que a pesar de su longitud su lectura resulte cuanto menos amena y agradable.
En cuanto al dibujo, Richard Piers Rayner asombra a los lectores con su recreación del Medio Oeste americano de los años 30, consiguiendo sumergirnos en una oscura atmósfera plagada de mafiosos, juego ilegal y contrabando de alcohol por la Ley Seca gracias a su estupendo dominio de las tintas. Tal vez lo único que se le pueda reprochar es que ciertos personajes, como Mike Jr., no parecen estar muy bien definidos y de una viñeta a otra cambian de tamaño y rasgos faciales por completo.
Mención especial merece la labor de los autores al mezclar ficción con realidad e introducir numerosos personajes históricos como Frank Nitti, Al Capone o Eliot Ness, quienes no aparecían en la adaptación a cargo de Sam Mendes. Hablando de la película, se trata de una de las pocas ocasiones en que se ha conseguido superar el nivel de calidad de la obra original, ya que el filme de Mendes es al mismo tiempo fiel a la historia y consigue desarrollar a los personajes de forma más profunda que en el cómic, por no mencionar muchísimas otras virtudes como las increíbles interpretaciones por parte de los actores, su asombrosa banda sonora o la cuidada ambientación.
Para completar la lectura de Camino a la Perdición recomiendo, además del visionado de la citada adaptación, otras películas como por ejemplo Los Intocables de Eliot Ness; y de paso aprovecho la ocasión para añadir el tráiler de Public Enemies, próxima película de Michael Mann ambientada en esta época que cuenta las andanzas del forajido John Dillinger y de los hombres que intentaron atraparlo. Esperemos que es esté a la altura de las expectativas, porque tiene todos los ingredientes para conseguirlo.
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