Cuando una extraña toxina de origen desconocido afecta a las personas provocando que se suiciden automáticamente cunde el pánico entre la sociedad con absoluta rapidez. ¿Cómo huir si es demasiado tarde? ¿Se puede escapar de una plaga aparentemente inevitable?
Con El Incidente vuelve el guionista y director M. Night Shyamalan, considerado por muchos un auténtico maestro del suspense que logró la fama mundial con El Sexto Sentido. Sin embargo, tras El Protegido (sentido homenaje al mundo de los cómics) y Señales, sus siguientes creaciones han sido duramente criticadas, como por ejemplo El Bosque y La Joven del Agua. Ahora, con El Incidente, nos ofrece una sutil combinación de suspense, intriga y terror hacia lo desconocido a la vez que nos recuerda el poder destructivo de los humanos con la naturaleza y plantea las posibles consecuencias que podría conllevar, tocando así el actual tema del medio ambiente.
Con correctas actuaciones y Mark Wahlberg de protagonista, una historia entretenida de principio a fin, la inquietante y espléndida banda sonora de James Newton Howard más la dirección de Shyamalan y su habilidad para las escenas de completo suspense hacen de El Incidente una película más que recomendable.
Tal vez una de las posibles causas de sus negativas críticas sea la forma de vender tanto este filme como los anteriores del director. En multitud de anuncios y tráilers se hace referencia a que es el director de El Sexto Sentido, por lo que en muchas ocasiones puede esperarse algo similar en cuanto a terror se refiere. No obstante, Shyamalan no se limita a este género sino que es capaz de combinarlo con la ciencia ficción y otros para ofrecer al espectador algo diferente, separándose así de la multitud de películas de escasa calidad que proliferan como continuos remakes de cintas orientales.
Si bien El Incidente no explora tanto la condición humana como la genial La Niebla, nos ofrece, junto con ésta, algo nuevo y fresco en el cine de terror, más concretamente en el tipo de películas que plantean la cuestión ¿cómo escapar de éso?
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