Con motivo del primer aniversario de la serie mensual de Batman publicada por Planeta DeAgostini llega un especial con 4 números de la edición original norteamericana:
*Batman #666: En este número, el guionista Grant Morrison cuenta de nuevo con los lápices de Andy Kubert para resolver el arco argumental planteado desde el inicio de la colección. Así, nos presenta una visión futurista de Gotham en la que Damian (personaje introducido también desde el número 1) ha heredado el manto del murciélago y se dispone a acabar con el último de los impostores de Batman que su padre combatió en el pasado.
Es cierto que esta historia está repleta de prácticamente todos los elementos que componen el peculiar estilo de Grant Morrrison, quien puede gustar por la originalidad de sus argumentos o defraudar por sus excentricidades. De esta forma, en este cómic se mezclan tanto nuevos conceptos (La versión de un Batman mucho más violento que su predecesor, el tono tétrico de la trama...) como referencias a personajes y motivos más conocidos, por ejemplo la aparición de Barbara Gordon como comisaria (de forma similar a la serie Batman Beyond), el nuevo Alfred o la frase inicial del capítulo Quién es y cómo llegó a serlo, tomada de Año Uno.
Además, la visión del futuro presentada en este número recuerda bastante a la que Morrison contó en los números 151-154 de X-Men, con personajes cambiados y mucho más agresivos que hacían frente a una situación de caos generalizada.
En el apartado gráfico, el estilo oscuro y la ágil narrativa de Kubert contribuyen de forma más que correcta al desarrollo de la historia, aportando el ambiente sombrío y la estética necesarios para este tipo de argumento. Hay que destacar los curiosos diseños del nuevo uniforme de Damian, El Batmóvil, la ciudad de Gotham en general y el aspecto del villano al que el nuevo Batman ha de hacer frente.
*Batman 667-669
En esta ocasión Morrison cambia por completo de tipo de historia y recupera al Club de Héroes, grupo de superhéroes internacionales creado en los años 50 y que eran ni más ni menos que imitadores de Batman de distintos países, existiendo así un Batman y Robin ingleses (el Caballero y el Escudero) o un justiciero argentino conocido como Gaucho. Así, tras varios años sin reunirse, El Club de Héroes es convocado en la isla del excéntrico multimillonario John Mayhew para resolver un misterio del que dependerán sus vidas.
Ahora Morrison se centra en recuperar personajes de etapas clásicas de Batman, a la vez que deja de lado las aventuras futuristas y místicas para plantear una intriga detectivesca en la que Batman y Robin deberán hacer uso de su ingenio y astucia y que mantendrá en vilo al lector hasta el final mientras que consigue que cada uno mantenga sus propias sospechas acerca del artífice de todo este misterio.
Tras la marcha de Kubert al final del número anterior, llega J.H. Williams III para ilustrar este arco argumental con su peculiar y original narrativa, en la que predomina una curiosa y variable composición junto con la mezcla de estilos, el contraste creado entre las páginas de estilo clásico y las más características del autor, los juegos de colores y luces y el paso de tonos apagados a otros mucho más vivos.
De esta forma, lo que más llama la atención de estos tres números es la recuperación de antiguos personajes por parte de Morrison y el trabajado dibujo de Williams.
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