Cuando hace unos cuantos meses llegó el primer tráiler de The Spirit, la estética tipo Sin City que mostraba junto con cambios en el uniforme del superhéroe levantó cierta polémica, pero nadie se esperaba el resultado final de la película. Ante las reacciones de protesta de los fans, Frank Miller declaró en varias entrevistas que había decidido embarcarse en la dirección de esta película porque no quería que nadie más se ocupase del personaje de su maestro Will Eisner, hasta pidió perdón por su primer tráiler diciendo que la película era mucho más colorida de lo que aparentaba. Tras meses de espera y un par de extraños tráilers en los que aprecía Samel L. Jackson como el villano Octopus, al que nunca se le ve la cara en los cómics, daba la impresión de que la película se tomaría ciertas licencias respecto a la obra original pero que Miller sería capaz de contar una buena historia incluyendo sus particulares monólogos interiores.
Después de haber visto la película, ésta resulta una completa locura en la que Frank Miller ha hecho con el personaje de Eisner lo que le ha dado la real gana. No es que haya cambiado ciertos detalles, algo admisible en cualquier adaptación, sino que ha realizado su propia versión de Spirit que poco o nada tiene que ver con la original. Así, este Spirit tiene ciertos poderes sobrehumanos y se ve envuelto en una trama relacionada con objetos mitológicos que busca su extravagante enemigo, Octopus, quien es un mundo aparte dentro de la película.
Interpretado por un desbocado Samuel L. Jackson, este villano tan pronto adopta una estética japonesa con katana incluida, se viste de general nazi o se convierte en un brillante genetista que desarrolla el suero del supersoldado y crea unos estúpidos esbirros. Con este y otros personajes Miller crea una alocada historia que mezcla elementos de diferentes obras suyas como Batman, Daredevil (el enorme parecido entre Sand Saref y Elektra) y Sin City y hace algunos guiños al mundo del cómic tipo el chiste sobre Robin o el camión Ditko. Además, aprovecha la ocasión para añadir más bromas como son la aparición del dinosaurio, el destino de cierto gato o la batalla final y llena la película de frases absurdas como "Estás tan muerto como Star Trek", de forma que lo único que se echa en falta es que alguno de los personajes recite el célebre "I'm the goddamn Batman".
En cuanto al reparto, aparte de Sam Jackson haciendo de las suyas sin control, poco se puede decir del resto de actores en una historia tan disparatada como ésta. Si acaso destaca Sarah Paulson como una correcta Ellen Dollan y recalcar la importancia del papel de Paz Vega, que sólo aparece cinco minutos.
Tal vez lo único digno de mención sea el apartado técnico, con una ambientación tipo Sin City que resalta la ciudad como personaje y ciertos colores.
¿Cuál era la intención de Frank Miller con esta película? Está más que demostrado que puede desarrollar muy buenas historias, sin embargo con esta película no me queda claro si quería mostrar su propia versión del personaje o si quería parodiar a Spirit y los superhéroes en general. ¿Qué dirá en futuras entrevistas?
En definitiva, con esta sucesión de disparates Frank Miller ha creado la mejor comedia de superhéroes hasta la fecha, porque reírte te ríes un rato. Y eso que todo apunta a que habrá segunda parte...
Después de haber visto la película, ésta resulta una completa locura en la que Frank Miller ha hecho con el personaje de Eisner lo que le ha dado la real gana. No es que haya cambiado ciertos detalles, algo admisible en cualquier adaptación, sino que ha realizado su propia versión de Spirit que poco o nada tiene que ver con la original. Así, este Spirit tiene ciertos poderes sobrehumanos y se ve envuelto en una trama relacionada con objetos mitológicos que busca su extravagante enemigo, Octopus, quien es un mundo aparte dentro de la película.
Interpretado por un desbocado Samuel L. Jackson, este villano tan pronto adopta una estética japonesa con katana incluida, se viste de general nazi o se convierte en un brillante genetista que desarrolla el suero del supersoldado y crea unos estúpidos esbirros. Con este y otros personajes Miller crea una alocada historia que mezcla elementos de diferentes obras suyas como Batman, Daredevil (el enorme parecido entre Sand Saref y Elektra) y Sin City y hace algunos guiños al mundo del cómic tipo el chiste sobre Robin o el camión Ditko. Además, aprovecha la ocasión para añadir más bromas como son la aparición del dinosaurio, el destino de cierto gato o la batalla final y llena la película de frases absurdas como "Estás tan muerto como Star Trek", de forma que lo único que se echa en falta es que alguno de los personajes recite el célebre "I'm the goddamn Batman".
En cuanto al reparto, aparte de Sam Jackson haciendo de las suyas sin control, poco se puede decir del resto de actores en una historia tan disparatada como ésta. Si acaso destaca Sarah Paulson como una correcta Ellen Dollan y recalcar la importancia del papel de Paz Vega, que sólo aparece cinco minutos.
Tal vez lo único digno de mención sea el apartado técnico, con una ambientación tipo Sin City que resalta la ciudad como personaje y ciertos colores.
¿Cuál era la intención de Frank Miller con esta película? Está más que demostrado que puede desarrollar muy buenas historias, sin embargo con esta película no me queda claro si quería mostrar su propia versión del personaje o si quería parodiar a Spirit y los superhéroes en general. ¿Qué dirá en futuras entrevistas?
En definitiva, con esta sucesión de disparates Frank Miller ha creado la mejor comedia de superhéroes hasta la fecha, porque reírte te ríes un rato. Y eso que todo apunta a que habrá segunda parte...
2 comentarios:
Spirit??
Iban a hacer una pelicula suya no??
espero que saken alguna imagen pronto puesto que hace tiempo que lo anunciaron y todavia no he visto nada de adaptacion del comic.
Una bazofia y una tomadura de pelo. Paulson mola, eso es verdad. Es la única que está en algo similar a un papel serio y bien adaptado.
Y decía Miller que la peli era una carta de amor a Will Eisner...Se debe de estar revolviendo en la tumba...
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