Habiendo complacido a público y crítica con sus 6 últimas películas, las expectativas ante el nuevo proyecto de Michael Mann no podrían ser más justificadas. Un director con verdadero talento, que participa en labores de producción, la escritura del guión y cuyo trabajo con los actores es estupendo (muchos fueron nominados al Oscar al pasar por sus manos) consiguió captar la atención de unos cuantos al darse a conocer la temática de su nuevo filme y que contaría con algunos de los actores más importantes del momento. Anteriormente, Mann había probado con todo: desde adaptar un clásico de la literatura de aventuras como es El último mohicano a llevar a la gran pantalla la vida del boxeador más célebre en Ali, al mismo tiempo que denunciaba el poder de ciertas empresas y medios de comunicación en la sobrecogedora El dilema, rendía homenaje a Corrupción en Miami, serie que él mismo creó para televisión; o daba una nueva vuelta de tuerca al género policíaco con las excelentes Heat y Collateral.
Enemigos Públicos nos trae la historia real de John Dillinger, atracador de bancos en el Medio Oeste de la Depresión que se ganó la admiración de los ciudadanos con sus golpes planeados al milímetro, sin apenas víctimas civiles; y por su valentía a la hora de hacer frente a la violenta autoridad. La popularidad de sus robos llevó a agentes como Melvin Purvis a emplear nuevos métodos contra los criminales que asolaban la región, propiciando así la creación del FBI.
Como el célebre Dillinger nos encontramos a Johnny Depp, todo un profesional capaz de convertirse en los personajes más excéntricos y dotarlos de humanidad, justo como hace en esta ocasión al recrear las inquietudes y ambiciones de este peculiar personaje hasta conseguir que simpaticemos más con él que con sus perseguidores. Encabezando el grupo de estos últimos tenemos a un correcto Christian Bale, quien cumple con su papel del implacable Melvin Purvis; y como la amada de Dillinger está Marion Cotillard, ganadora de un Oscar que aquí tiene ocasión de contribuir aún más a la humanidad del atracador de bancos. Aparecen también unos cuantos secundarios notables: Billy Crudup (El Dr. Manhattan de Watchmen) como el controvertido fundador del FBI J. E. Hoover o Stepehn Graham (un experto en las películas relacionadas con el mundo de la mafia, justo como prueban Snatch o Gangs of New York) en la piel del forajido Baby Face Nelson; además del cameo de Emile de Ravin (Claire en Perdidos).
Michael Mann dirige de nuevo una película con mucho pulso, consiguiendo mantener la tensión en todo momento, ya sea en el desarrollo de los espectaculares tiroteos (especial atención al caos desatado en la pensión del bosque), las huidas de las autoridades, la escena del cine o durante toda la secuencia final y su desenlace, de modo que las casi dos horas y media de metraje pasan en un suspiro al encontrarnos sumergidos en este mundo de forajidos. Los diálogos suponen otro acierto para Mann, ya que nos dejan escenas tan memorables como la conversación entre rejas de Dillinger y Purvis. También llama la atención la decisión del director por rodar en formato digital (algo nada usual para este tipo de películas), lo cual choca bastante con el período en que transcurre la acción.
Sin duda alguna uno de los mayores logros de la película es su ambientación, cuidada hasta el más mínimo detalle. Así, en Enemigos Públicos se recrea a la perfección el Chicago de los años 30, donde los coches Ford eran los más rápidos del momento y hombres de elegantes trajes armados con ametralladoras se disputaban mucho más que el control de las calles. Incluso hacen aparición personajes del momento como el mafioso Frank Nitti o el forajido Pretty Boy Floyd. En cuanto a la música, destaca cómo la película se apropia de la canción Ten Million Slaves, de Otis Taylor, que ya aparecía en el tráiler y se emplea ahora en los momentos más oportunos.
Enemigos Públicos supone un nevo triunfo para Michael Mann y su particular visión del crimen, en la que policía y delincuentes no se diferencian tanto como cabría esperar. Casi puede decirse que combina elementos de Heat con la estética de Los Intocables o Camino a la Perdición, al mismo tiempo que nos presenta personajes únicos inspirados en hechos reales, héroes de una época no tan distinta a la nuestra.
*Con este post dedicado a Enemigos Públicos celebro también las 150 entradas que cumple el blog.
Enemigos Públicos nos trae la historia real de John Dillinger, atracador de bancos en el Medio Oeste de la Depresión que se ganó la admiración de los ciudadanos con sus golpes planeados al milímetro, sin apenas víctimas civiles; y por su valentía a la hora de hacer frente a la violenta autoridad. La popularidad de sus robos llevó a agentes como Melvin Purvis a emplear nuevos métodos contra los criminales que asolaban la región, propiciando así la creación del FBI.
Como el célebre Dillinger nos encontramos a Johnny Depp, todo un profesional capaz de convertirse en los personajes más excéntricos y dotarlos de humanidad, justo como hace en esta ocasión al recrear las inquietudes y ambiciones de este peculiar personaje hasta conseguir que simpaticemos más con él que con sus perseguidores. Encabezando el grupo de estos últimos tenemos a un correcto Christian Bale, quien cumple con su papel del implacable Melvin Purvis; y como la amada de Dillinger está Marion Cotillard, ganadora de un Oscar que aquí tiene ocasión de contribuir aún más a la humanidad del atracador de bancos. Aparecen también unos cuantos secundarios notables: Billy Crudup (El Dr. Manhattan de Watchmen) como el controvertido fundador del FBI J. E. Hoover o Stepehn Graham (un experto en las películas relacionadas con el mundo de la mafia, justo como prueban Snatch o Gangs of New York) en la piel del forajido Baby Face Nelson; además del cameo de Emile de Ravin (Claire en Perdidos).
Michael Mann dirige de nuevo una película con mucho pulso, consiguiendo mantener la tensión en todo momento, ya sea en el desarrollo de los espectaculares tiroteos (especial atención al caos desatado en la pensión del bosque), las huidas de las autoridades, la escena del cine o durante toda la secuencia final y su desenlace, de modo que las casi dos horas y media de metraje pasan en un suspiro al encontrarnos sumergidos en este mundo de forajidos. Los diálogos suponen otro acierto para Mann, ya que nos dejan escenas tan memorables como la conversación entre rejas de Dillinger y Purvis. También llama la atención la decisión del director por rodar en formato digital (algo nada usual para este tipo de películas), lo cual choca bastante con el período en que transcurre la acción.
Sin duda alguna uno de los mayores logros de la película es su ambientación, cuidada hasta el más mínimo detalle. Así, en Enemigos Públicos se recrea a la perfección el Chicago de los años 30, donde los coches Ford eran los más rápidos del momento y hombres de elegantes trajes armados con ametralladoras se disputaban mucho más que el control de las calles. Incluso hacen aparición personajes del momento como el mafioso Frank Nitti o el forajido Pretty Boy Floyd. En cuanto a la música, destaca cómo la película se apropia de la canción Ten Million Slaves, de Otis Taylor, que ya aparecía en el tráiler y se emplea ahora en los momentos más oportunos.
Enemigos Públicos supone un nevo triunfo para Michael Mann y su particular visión del crimen, en la que policía y delincuentes no se diferencian tanto como cabría esperar. Casi puede decirse que combina elementos de Heat con la estética de Los Intocables o Camino a la Perdición, al mismo tiempo que nos presenta personajes únicos inspirados en hechos reales, héroes de una época no tan distinta a la nuestra.
*Con este post dedicado a Enemigos Públicos celebro también las 150 entradas que cumple el blog.
7 comentarios:
Una película sin duda interesante...Michael Mann no suele defraudar..
Sin duda la recreación de una época es algo brillante y detallada
Me encantó tu crítica. Y ni siquiera me había dado cuenta de que salía Emilie de Ravin! Tengo que verla otra vez en cuanto pueda.
Enhorabuena por las 150 entradas :)
Pues debo decir que a mi me defraudo un poco, me parecio una peli bien hecha, bien actuada, pero que es vacia y no sabe crear el interes por los personajes, como en Heat.
Respecto a las anteriores, Miami Vice es un coñazito y Collateral tiene un final horrible XD
NO la he visto, y al paso que voy por esperar me quedaré sin verla XD
Heat, es una de las 10 mejores pelis que he visto.
Collateral: Le falla el final
Miami Vice; me encantó.
Tú lo has dicho, un nuevo triunfo. Mann es uno de los grandes clásicos modernos junto a Eastwood para mi.
Gracias por el post :D
Tu flog también es muy bueno, y tus reseñas. Un saludo y nos leemos ;D
Ángel: Mann consigue mantener el nivel al que nos tiene acostumbrados y la recreación está realmente lograda.
Lucy: ¡Gracias! Breve aparición la de Claire, pero merece la pena.
Oneyros: ¡Con el mensaje que tiene! El final de Collateral me pareció lo que merecía la película.
Yota: ¡Rápido, al cine!
Cinemagnificus: Bienvenido, y ¡tú lo has dicho!
¡Saludos a todos y gracias por comentar!
Pues después de tanto esperarme he podido verla y me fascinó. Cuando supe que Mann nos traía este film estaba desesperada por verlo, luego aflojé leyendo algunas críticas que hablaban de la desilusión del año y finalmente cuando la vi supe que no tendría que haberme dejado influir así! es simplemente magnífica. Tiene algunos peros, es cierto, pero no le restan!
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