El peculiar director Darren Aronofsky, responsable de Pi, Réquiem por un sueño y La fuente de la vida, nos trae una película de carácter independiente que cuenta la historia de un hombre acabado cuyos tiempos de gloria como luchador profesional terminaron hace mucho y que ahora malvive en soledad gracias a su antigua y prácticamente perdida fama y a pequeños trabajos que consigue desempeñar en un supermercado local.
En el papel del protagonista Randy "The Ram" Robinson nos encontramos con un sorprendente Mickey Rourke, quien refleja a la perfección la tristeza y decadencia que invaden a este luchador en horas bajas hasta tal punto que consigue emocionar a los espectadores y hacer que se sientan identificados de una u otra forma con un personaje humano, que comete errores por los cuales debe redimirse y hacer frente a numerosas dificultades. Aunque el peso de la película descansa sobre los hombros del increíble Rourke, los personajes femeninos de Marisa Tomei y Evan Rachel Wood también resultan más que correctos para esta historia, si bien el de la primera es mucho más complejo al ser una versión femenina del luchador que pasa por situaciones similares.
En cuanto a la dirección, Aronofsky dota de un tono casi documental a la película de modo que la cámara sigue muy de cerca las andanzas del protagonista en todo momento; además de desenvolverse de forma más que notable en las partes de lucha. Además, el filme posee escenas especialmente memorables como por ejemplo la forma en que se cuenta lo sucedido en el segundo y duro combate, la analogía entre el inicio del nuevo trabajo del protagonista en la charcutería y su entrada en el ring, el modo en que atiende a los clientes o su sobrecogedor e impactante final.
Asimismo, una lograda ambientación, que retrata el mundo de la lucha libre a través de la sordidez y el compañerismo que se vive en los vestuarios, y una adecuada banda sonora contribuyen a acentuar el tono dramático de la historia y la hacen más creíble. Mención aparte merece la canción compuesta por Bruce Springsteen para la ocasión, que alcanza la calidad de su célebre Streets of Philadelphia y está en perfecta armonía con el tono de la película.
De este modo, El luchador constituye una gran película en todos los niveles, una propuesta original que conmueve por la poderosa interpretación de su protagonista y la historia que tiene que contarnos sobre una vieja gloria a la que le será difícil admitir la derrota, pues no cesará en su lucha ni siquiera en los momentos más difíciles. Aunque ha cosechado numerosos y merecidos premios, es una pena que no haya recibido más nominaciones para los Oscar, pues junto a El curioso caso de Benjamin Button resulta una de las más originales y mejores películas de las participantes, pertenecientes al grupo de las que dejan huella en los espectadores.
En cuanto a la dirección, Aronofsky dota de un tono casi documental a la película de modo que la cámara sigue muy de cerca las andanzas del protagonista en todo momento; además de desenvolverse de forma más que notable en las partes de lucha. Además, el filme posee escenas especialmente memorables como por ejemplo la forma en que se cuenta lo sucedido en el segundo y duro combate, la analogía entre el inicio del nuevo trabajo del protagonista en la charcutería y su entrada en el ring, el modo en que atiende a los clientes o su sobrecogedor e impactante final.
Asimismo, una lograda ambientación, que retrata el mundo de la lucha libre a través de la sordidez y el compañerismo que se vive en los vestuarios, y una adecuada banda sonora contribuyen a acentuar el tono dramático de la historia y la hacen más creíble. Mención aparte merece la canción compuesta por Bruce Springsteen para la ocasión, que alcanza la calidad de su célebre Streets of Philadelphia y está en perfecta armonía con el tono de la película.
De este modo, El luchador constituye una gran película en todos los niveles, una propuesta original que conmueve por la poderosa interpretación de su protagonista y la historia que tiene que contarnos sobre una vieja gloria a la que le será difícil admitir la derrota, pues no cesará en su lucha ni siquiera en los momentos más difíciles. Aunque ha cosechado numerosos y merecidos premios, es una pena que no haya recibido más nominaciones para los Oscar, pues junto a El curioso caso de Benjamin Button resulta una de las más originales y mejores películas de las participantes, pertenecientes al grupo de las que dejan huella en los espectadores.
7 comentarios:
Muy buena, realmente. Y sin dudas mucho mejor que muchas de las que fueron nominadas como "mejor película".
Saludos.
Ya sabes de primera mano lo que opinamos de la película, pero lo haremos más ampliamente en el blog ;) De momento, rebatirte lo de original, porque si de algo peca el film es de ser predecible (exceptuando la parte de la charcutería...magistral, xD).
Y de paso, felicitarte por el brutal especial que has hecho de los Oscars, reseñando multitud de pelis interesantes. En serio, nos quitamos el hipotético sombrero.
Y ya de paso felicitarte por tu primer aniversario bloguero, que ya sabes que entre universidad y jaleos milaneses nos fue imposible estar en su momento. Eso sí, si sigues así, estaremos presentes en más aniversarios de What's The Rumpus, eso seguro ;)
Demasiado buena. Me encantó, el final me dejó con la boca abierta y la canción de Springsteen me encanta.
Me hubiera gustado que hubiese tenido muchas más nominaciones, se las merecía.
Esta película ha hecho que me haya vuelto a enamorar de Mickey Rourke xD.
Saludos!!
¡Muchas gracias a todos por comentar!
Una maravilla, una joya y un Mickey Rourke demostrando que es y sigue siendo grande...
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