La nueva película de Doug Liman (El Caso Bourne) nos cuenta la historia de David, quien descubre que tiene la asombrosa habilidad de poder teletransportarse a cualquier lugar del mundo, como si de Rondador Nocturno o Hiro Nakamura se tratara. Tras encontrarse con Griffin, con el que comparte poderes, David descubre que ambos forman parte de los jumpers, personas con este don que a lo largo de la historia han sido perseguidas por los paladines, comandados ahora por el malvado Roland.
Lo bueno de esta película protagonizada por Hayden Christensen son las constantes referencias al mundo de los superhéroes y del cómic (en ese aspecto se nota que el guionista es David S. Goyer, responsable de Batman Begins) con tópicos como el héroe descubriendo sus poderes en el instituto a la vez que está enamorado de su vecina y menciones a la serie Marvel Team-Up. También hay que destacar la intervención de Samuel L. Jackson como Roland, papel que le viene como anillo al dedo. Por lo demás, es bastante convencional, con rápidos movimientos de cámara y abundantes efectos especiales.
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