jueves, 26 de abril de 2012

¡Vengadores, Reuníos!

Llegó el momento, Los Vengadores por fin llegarán a la gran pantalla este viernes 27. Con motivo de tal evento, conviene dedicar unos instantes a repasar el camino tan elaborado que ha seguido Marvel Studios para trasladar el universo de los cómics al cine de forma coherente y generar la máxima expectación posible ante el estreno de la película que reúne a los héroes más poderosos de la Tierra. Para ello, recuperamos los posts en los que se habló de los filmes dedicados a cada superhéroe del equipo, entre quienes se ha ido estableciendo una serie de conexiones calcuadas al detalle.


-Iron Man: En 2008, daba la impresión de que Marvel poco o nada tenía que ofrecer con las adaptaciones cinematográficas de sus cómics, sobre todo con los resultados de títulos tan irregulares como Spider-man 3 o El motorista fantasma. Por suerte, la película de Jon Favreau llegó en el momento oportuno para demostrar que era posible combinar la acción, la aventura y los efectos especiales con buenas interpretaciones y cierto desarrollo de personajes en una película de superhéroes. El talento de un reparto formado por Jeff Bridges, Gwyneth Paltrow y un soberbio Robert Downey Jr., más los guiños constantes al cómic y la puesta en marcha de la Iniciativa Vengador hicieron el resto.

-El increíble Hulk: Pocos meses después se estrenó este relanzamiento del goliat esmeralda, que adaptaba lo mostrado en la versión de Ang Lee al planteamiento de Iron Man. A pesar de no recaudar tanto en taquilla como se esperaba, consiguió traernos de vuelta a Bruce Banner en una película muy entretenida, llena de homenajes al cómic (y hasta a la serie de televisión), y que contaba con buenas escenas de acción y con un estupendo Edward Norton en el papel principal.

-Iron Man 2: Dos años después, Tony Stark regresaba en una película que recogía los aciertos de la primera y los potenciaba, acentuando su tono cómico a la vez que exploraba los fantasmas del pasado de su protagonista, de nuevo interpretado por un genial Downey Jr. Además de como entretenida segunda parte, funcionaba a la perfección como preludio de Los Vengadores, introduciendo a muchos personajes que jugarán papeles fundamentales con posterioridad.

-Thor: Trasladar el universo del dios del trueno a la gran pantalla y que resultase creíble era una de las apuestas más arriesgadas, pero Marvel Studios consiguió salir airosa una vez más. Dirigida con habilidad por Kenneth Branagh, Thor mezcla con ingenio el conflicto asgardiano del protagonista con su exilio en Midgard y vinculación con SHIELD y los futuros Vengadores (gracias a la aparición de elementos que posteriormente darán mucho juego, como el Cubo Cósmico). Por si éstos no fueran pocos méritos, nos presenta a Loki, un villano de altura interpretado por un brillante Tom Hiddleston.


-Capitán América: Unos meses después de los martillazos del dios del trueno, llegó a nuestras carteleras la que podríamos considerar la precuela oficial de Los Vengadores, pues nos presenta al "primer" miembro de este equipo, el supersoldado Steve Rogers. A pesar de sus defectos (especialmente en su segunda mitad, un tanto forzada), consigue plasmar el espíritu del personaje, clave dentro del Universo Marvel; es rica en guiños al cómic y establece una serie de conexiones interesantes con lo visto en Thor y Iron Man.

Tras este repaso, solo queda disfrutar de la película de Joss Whedon que reunirá a estos cuatro personajes y muchos otros más en la que posiblemente sea una de las apuestas más ambiciosas (y también elaboradas) en cuanto a adaptaciones de cómics al cine se refiere. Por fin acudiremos a la llamada de ¡Vengadores, reuníos!

domingo, 22 de abril de 2012

Grupo 7: Al margen de la ley

En los años previos a la Expo de Sevilla, un grupo de operaciones especiales de la policía se encarga de limpiar las calles de droga y de terminar con el negocio de los traficantes, empleando métodos cada vez más violentos con el fin de resultar más eficaces. Con el tiempo, las tensiones entre los miembros del equipo, la presión de los medios, la extorsión y las amenazas de los de los delincuentes pondrán en peligro la integridad del cada vez más conocido Grupo 7, si es que no la habían perdido ellos antes.

En los últimos cuatro o cinco años, los espectadores hemos contemplado con sorpresa cómo cada vez surgen más películas españolas que se atreven a dejar de lado ciertos topicazos vergonzosos y se lanzan a explorar las convenciones del cine de género, adaptándolas al ambiente correspondiente en el que se desarrolle la trama. A este grupo de películas pertenecen las recomendables [REC], Celda 211, Buried, Blackthorn, EVA, y No habrá paz para los malvados, todas ellas muy entretenidas y conseguidas en sus respectivos géneros. 


Escrita por Rafael Cobos y Alberto Rodríguez, quien también se encarga de la dirección, Grupo 7 se inscribe en el terreno del thriller policíaco y resulta capaz de mantener la tensión durante su ajustado metraje al mismo tiempo que explora las contradicciones de sus protagonistas, un grupo de agentes de la ley de métodos cuestionables, ¿o puede que no lo sean tanto si se valoran sus resultados? Con esta base, Grupo 7 es deudora del estilo violento, duro y sórdido de películas de temática similar como American Gangster y Training Day, y de series de televisión como The Shield o la celebrada The Wire, adaptando las convenciones del género a las particularidades del ambiente español, en concreto al de la Sevilla pre-Expo y los intereses que había detrás de iniciativas como el grupo de policías del título.

Además de con un enfoque de lo más interesante, Grupo 7 cuenta con una dirección y un montaje dinámicos y un aspecto técnico cuidado (fotografía, edición de sonido...). En el reparto, Mario Casas resulta más o menos creíble al no ser un papel tan exagerado como aquellos que le han dado la fama. No tiene demasiadas líneas de diálogo, y cuenta con el respaldo de unos secundarios muy acertados, entre los que destaca Antonio de la Torre con una interpretación es excepcional, muy comedida, que dota de muchas dobleces a su personaje.


Entretenida y de buena factura, Grupo 7 sorprende como una de las películas capaces de ir más allá de los tópicos del cine español para convertirse en un thriller policíaco que refleja la investigación de una serie de personajes amorales en un ambiente muy característico.

miércoles, 18 de abril de 2012

Life's Too Short: ¿Conoces a Warwick Davis?


Muchos no le reconocen por su nombre, pero la mayoría sí que recuerda sus papeles de Wicket W. Warrick en El retorno del Jedi, del profesor Flitwick en la saga Harry Potter y de Marvin en la Guía del autoestopista galáctico, incluso a algunos les suena el rostro del protagonista de Willow. Warwick Davis se niega a reconocer que su carrera como actor ha caído en picado y su vida se desmorona mientras él se empeña en comportarse como una estrella. Incluso ha aceptado protagonizar un documental que refleje su día a día, el cual se convertirá en la serie conocida como Life's Too Short.

Creadores de las conocidas series británicas The Office y Extras, los cómicos Ricky Gervais y Stephen Merchant no pudieron rechazar la propuesta que les hizo el carismático actor Warwick Davis: rodar una serie a modo de falso documental centrada en su vida que además retratase los problemas diarios de la "gente pequeña". Con el apoyo de la BBC y la HBO, este proyecto fue tomando forma hasta llegar a nuestras pantallas como Life's Too Short, miniserie de siete episodios de media hora irreverente y tronchante a partes iguales.


Gracias a la recomendación del amigo Tarquin Winot decidí a darle una oportunidad a esta serie, ya que el éxito abrumador de todo lo que toca Gervais no termina de convencerme (si bien su ingenio en los monólogos es innegable). Life's Too Short atrapa a los espectadores desde sus primeros minutos gracias a su brutal sinceridad y su capacidad de acercarnos a distintos aspectos de la vida de Davis, que van desde su carrera profesional a su divorcio, mezclando con una habilidad asombrosa las dosis justas de humor negro, comedia absurda y toques ácidos. Al final, incluso consiguen que los espectadores terminemos simpatizando con el cínico protagonista, quien intenta mantener su orgullo personal a pesar de que le traten cada vez peor en los trabajos que le ofrecen.

En la línea de The Office, la serie opta por el estilo del mockumentary o falso documental, recurriendo a la cámara en mano y las entrevistas a los personajes para dotar de cierto realismo y naturalidad a las desventuras de Davis. Además, cada capítulo cuenta con el cameo de la celebridad de turno que le hará la vida imposible al pequeño actor, por lo que a lo largo de la serie presenciaremos las brillantes intervenciones de Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Liam Neeson, o Sting junto a los omnipresentes Gervais y Merchant, que se reservan sus propios gags como responsables de la serie.


Espero que no tarden demasiado en volver con una segunda temporada, porque Life's Too Short supone una alternativa a las comedias de situación tradicionales cargada de mala leche, personajes descarados y, sobre todo, un sentido del humor desternillante. Altamente recomendable.

sábado, 14 de abril de 2012

Hugo: La invención de Martin


Desde la trágica desaparición de su padre, Hugo Cabret vive escondido en la estación de París, encargándose de dar cuerda a los relojes mientras observa con atención a los distintos pasajeros y tenderos a la vez que busca las piezas que le faltan para arreglar el legado de su padre: un misterioso autómata con un mensaje que no consigue descifrar. Cuando conoce a la joven Isabelle, Hugo conseguirá nuevas pistas que le guiarán en la mayor aventura en la que jamás se haya embarcado: conocerse a sí mismo.

La nueva película de Martin Scorsese ha sido toda una sorpresa por distintas razones: no sólo no aparece Leonardo DiCaprio de protagonista, sino que el famoso director abandona la exploración de los ambientes más violentos de la sociedad y opta por un cambio de registro, adentrándose en los dominios del cine infantil/juvenil al adaptar la novela La invención de Hugo, de Brian Selznick. Nada de lo que asustarse, puesto que a lo largo de su mítica carrera Martin Scorsese ha demostrado ser un director todoterreno, capaz de moverse con maestría en el drama criminal (Casino), el thriller psicológico (Shutter Island), los remakes (El Cabo del Miedo, Infiltrados) y el drama de época (La Edad de la Inocencia).


En Hugo, Scorsese se adentra en las convenciones del cine infantil de aventuras, propias de Harry Potter y Alicia en el País de las Maravillas, y despliega todo su poderío visual con su estilo de dirección dinámico (impresionantes movimientos de cámara que demuestran una planificación brillante de las escenas) y una ambientación sencillamente asombrosa, con todo lujo de detalles en la recreación de los escenarios del París de 1930. Eso sí, todo ello bien asentado sobre el guión de John Logan (Gladiator, Rango), que combina a la perfección las aventuras y los misterios en los que se ven envueltos los protagonistas con uno de los puntos fuertes de la película: el sentido homenaje que rinde al mundo del cine.

Scorsese no se limita a narrarnos la historia de Hugo, sino que construye toda una oda a la capacidad del cine para hacernos soñar, viajar a mundos extraordinarios y conocer a personajes con los que podemos sentirnos identificados. En el caso de Hugo, esto se consigue gracias a continuos guiños y alusiones a figuras del cine clásico como Charles Chaplin, Harold Lloyd, Buster Keaton y especialmente a Georges Méliès, pionero del trucaje de imágenes que juega un papel fundamental en la trama y da voz a reflexiones del propio Martin.


Hugo tiene todos los ingredientes de una gran superproducción, entre ellos una sobrecogedora banda sonora compuesta por Howard Shore (El Señor de los Anillos) que acompaña a las imágenes en todo momento y hace un uso muy curioso del acordeón para darle un toque "parisino" a la música. Además, el reparto combina los talentos de actores legendarios como Ben Kingsley o Christopher Lee con la joven pareja formada por Asa Butterfield (El niño con el pijama de rayas) y Chloë Grace Moretz (la niña prodigio de Kick-Ass), y cuenta con las apariciones de Sacha Baron Cohen (Borat), Emily Mortimer (Shutter Island), Ray Winstone (Infiltrados), Michael Stuhlbarg (Boardwalk Empire) y Jude Law. Como curiosidad, Johnny Depp también también participó en la película, aunque sólo como productor.


Martin Scorsese demuestra de nuevo su maestría en Hugo, película inscrita en el cine infantil y familiar capaz de emocionar a los espectadores con las aventuras de sus protagonistas y el sentido homenaje que rinde al mundo del cine.

*Lejos de tomarse un descanso, Martin Scorsese ya trabaja en sus dos próximas películas: Silence, su reencuentro con el actor Daniel Day-Lewis en una historia acerca de unos misioneros en tierras hostiles; y recientemente los estudios aprobaron su próximo proyecto, The Wolf of Wall Street, que supondrá su esperada nueva colaboración con Leonardo DiCaprio.

lunes, 9 de abril de 2012

Hell on Wheels: Primera Temporada

Poco después de la Guerra de Secesión, el ex-soldado confederado Cullen Bohannan recorre los Estados Unidos buscando al grupo de soldados de la Unión que asesinó a su familia a sangre fría. Su búsqueda de venganza le lleva hasta el lejano Oeste, donde consigue trabajo como capataz en la construcción del ferrocarril de la Union Pacific, conocido como "El infierno sobre ruedas" debido al cúmulo de criminales e indeseables que lo acompañan. Sin embargo, Bohannan verá cómo la especulación del propietario del ferrocarril, las disputas en el campamento e incluso la inminente guerra con los indios cheyenne le impiden saciar su sed de venganza.


Tras un complicado proceso de pre-producción y de casting, los hermanos Joe y Tony Gayton consiguieron que el canal AMC diera luz verde al piloto de Hell on Wheels y les encargara diez episodios para la primera temporada. Gracias a una detallada puesta en escena y una trama enrevesada con múltiples cabos sueltos, Hell on Wheels ha conseguido una respuesta más que positiva por parte del público que le ha asegurado su segunda temporada, convirtiéndose en una de las series estrella del canal de The Walking Dead.


Ambientada en 1866, Hell on Wheels aprovecha al máximo su carácter coral para narrarnos las vidas de los distintos personajes que pueblan el asentamiento que acompaña la construcción del ferrocarril que unirá el Este con el Oeste, encontrándonos con personas de todo tipo y condición: desde un magnate corrupto y ambicioso a un indio renegado, pasando por un predicador de oscuro pasado, prostitutas de noble corazón, esclavos liberados con ansias de demostrar su independencia, pistoleros borrachos, y un par de irlandeses emprendedores. Por si esta mezcla no fuera lo bastante interesante, tenemos a la pareja de protagonistas: Lily Bell, joven viuda decidida a ganarse un nombre en el mundo del ferrocarril; y Cullen Bohannan, pistolero fuera de la ley con un fuerte sentido de la justicia que bebe de la imagen de los personajes de Clint Eastwood.


Movidos por la codicia, la hipocresía o la venganza, cada personaje interacciona con los demás en una serie en la que se cuidan todos los detalles, desde la suciedad que reina en el campamento a las escenas de tiroteos y escaramuzas, que no escatiman en violencia y realismo. Además, la música acompaña a la perfección a la puesta en escena, combinando piezas instrumentales con ecos del spaghetti western con canciones de grupos como Mumford & Sons o Gillian Welch.


En el reparto no encontraremos nombres de superestrellas, pero sí de actores curtidos en series y papeles secundarios que aportan credibilidad a sus personajes (por ejemplo, la mezcla de acentos en el campamento es impresionante). Destacan las interpretaciones de Colm Meaney (Thomas Durant), Dominique McElligott (Lily Bell), Christopher Heyerdahl (El Sueco), la aparición especial de Wes Studi (El Último Mohicano) y sobre todo la labor de Anson Mount como Cullen Bohannan, el duro pistolero protagonista. Tal vez el que más desentone sea el rapero Common haciendo de esclavo liberado.


La primera temporada de Hell on Wheels sorprende por el realismo de sus imágenes, su cuidada puesta en escena y una trama sólida capaz de relacionar a los distintos personajes vinculados por diversar razones a la construcción del ferrocarril. Esperemos que la segunda entrega no se demore demasiado, porque la primera no podría haber terminado mejor.

viernes, 6 de abril de 2012

The Artist: Regreso a los orígenes


George Valentin lo tiene todo: a finales de los felices años 20, es la estrella más querida del cine mudo, cuenta con legiones de fans y su sola presencia en una película es capaz de hacer que miles de espectadores hagan cola en la taquilla del cine. Sin embargo, pronto contemplará, atónito, cómo su arrogancia da paso a una profunda depresión al perder todo lo que tenía con la llegada del cine sonoro y de su nueva estrella, la encantadora Peppy Miller.

La crítica la adora y la obsequia con todo tipo de premios, mientras que el público se emociona con ella: The Artist es una de las películas de 2011, el éxito sorpresa del año. Justo cuando los grandes estudios buscan resucitar populares franquicias y explotar las posibilidades del 3D, el director francés Michel Hazanavicius también propone una vuelta atrás, sólo que con un enfoque distinto: adentrarse en los orígenes del cine sonoro y el cambio brusco que supuso para las estrellas de las películas mudas.



Responsable de parodias de películas de espías de las que es mejor no acordarse, Hazanavicius sorprende con una propuesta extremadamente sencilla y nostálgica: rodar una película muda y en blanco y negro en la actualidad que sirva de homenaje al cine del Hollywood dorado. Una empresa muy arriesgada, sin duda, pero que consigue entretener y devolvernos a los tiempos del cine clásico. Precisamente, en este punto radica uno de los mayores inconvenientes que le veo a esta película: su sencillez extrema. Sí, resulta muy curioso que sea una película muda y nostálgica, pero su historia y el modo en que está rodada me parecieron bastante simples en general (historia lineal, personajes estereotipados, dirección correcta sin más...). Me da la impresión de que se ha exagerado un poco con todos los premios que le han dado, no porque sea una mala película, para nada, sino porque se ha dejado de lado a otras propuestas interesantes al llevarse The Artist toda la atención (y eso que 2011 ha sido el año de los homenajes al cine con películas como Hugo, Drive, Super 8 y hasta Los Muppets).


Volviento a The Artist, la ambientación y puesta en escena están muy logradas, y todos los miembros del reparto realizan una labor encomiable al ser capaces de transmitir las emociones de sus personajes sin hablar, desde los veteranos James Cromwell y John Goodman hasta Bérénice Bejo, pasando por el protagonista, Jean Dujardin, a medio camino entre el galán clásico y el cómico de slapstick (si bien tampoco considero que su interpretación se merezca semejante cantidad de premios).

En resumen, The Artist es un homenaje al cine clásico de lo más curioso, sobre todo por tratarse de una película muda rodada en la actualidad capaz de entretener y emocionar al público; si bien considero que se ha exagerado con los premios que se le han concedido.

miércoles, 4 de abril de 2012

The River: Perdidos en el Amazonas

Después de la desaparición del famoso divulgador científico Emmet Cole durante la grabación de su último documental en el Amazonas, todos los miembros de su antiguo equipo se reúnen para organizar una expedición de búsqueda y rescate. En su viaje se adentrarán en una zona desconocida del río donde gobierna un espíritu al que los nativos llaman "La Boyuna", y además descubrirán que el Dr. Cole no había partido con la intención de rodar otro programa de televisión más, sino que buscaba misterios mucho más antiguos y poderosos.

Para encontrar el origen de esta serie tenemos que volver la vista atrás hasta finales de 2009, cuando el fenómeno viral de la película Paranormal Activity condujo a su estreno en salas de todo el mundo y al enorme éxito de taquilla que propició varias secuelas. Uno de los muchos espectadores que quedaron intrigados por este fenómeno fue el cineasta Steven Spielberg, quien no tardó en ponerse en contacto con el director de Paranormal, Oren Peli, para ayudarle con la distribución de su película y desarrollar juntos un nuevo proyecto. De estas reuniones nació The River, serie de la que ambos son productores y que cuenta con una premisa de lo más sencilla a la que aplicar la fórmula de Paranormal Activity.

A lo largo de sus ocho episodios, los espectadores presenciaremos cómo los miembros de la búsqueda del Dr. Emmet Cole documentaron, cámara en mano, todo lo sucedido durante su expedición: no sólo grabaron las tensiones y conflictos entre los distintos miembros del grupo, sino que tambien filmaron las extrañas apariciones de espíritus de la jungla, tribus indígenas hostiles, vampiros, demonios del Amazonas, zombis y demás fenómenos paranormales. Si a esto le sumamos un desarrollo de personajes bastante planos e interpretaciones ajustadas (con la excepción del siempre cumplidor Bruce Greenwood) nos encontramos ante una serie de poca o ninguna profundidad que no produce terror alguno, si bien resulta amena al no tomarse demasiado en serio a sí misma.



Su buena acogida inicial no ha servido para asegurar el futuro de The River, que tras el descenso de audiencia según se acercaba el desenlace (bastante abierto) ve más probable su cancelación que su renovación para una segunda temporada. Una pena, pues a pesar de sus limitaciones, el desfile de criaturas paranormales que pueblan la cuenca del Amazonas resultaba desenfadado y entretenido.