sábado, 31 de octubre de 2009

Whatever Works: Si la cosa funciona...

La vida del genio Boris Yellnikoff sufrirá un giro inesperado justo cuando menos se lo espera. Este brillante profesor de Física, misántropo, neurótico e hipocondríaco tendrá que aprender a convivir con la ingenua Melody, una chica de pueblo sureña que se ha escapado a la Gran Manzana en busca de aventuras, y deberá desarrollar una nueva filosofía de vida ante las complicaciones que se le vayan presentando. Al final, mientras la cosa funcione, lo mejor será disfrutar de ella.

Después de su gira europea, compuesta por aciertos (Scoop) y filmes discutidos (Vicky Cristina Barcelona), Woody Allen regresa a su Nueva York natal con una comedia en la que retoma todas las características que le han dado la fama. A través del personaje de Boris (nuevo álter ego que bien podría haber interpretado el propio Allen), el director y guionista expone su particular filosofía, que tantas veces nos ha mostrado en pantalla y que él mismo ha puesto en práctica. Así, en esta película se tratan temas como la ambiguedad en el amor (la relación entre los protagonistas recuerda a la que ya apareciera en Manhattan), lo imprevistas que resultan las casualidades o lo absurdo que puede llegar a ser plantearse determinadas cuestiones acerca de la vida y la muerte.

Una vez más, el director de Brooklyn hace gala de sus peculiares técnicas narrativas, por lo que a lo largo del filme el protagonista rompe la cuarta pared en no pocas ocasiones y se dirige a los espectadores dando lugar a divertidas situaciones e ingeniosos monólogos como el inicial; momentos en los que queda demostrado (por si era necesario) el talento de Allen como guionista. De esta forma, los ágiles diálogos constituyen el mayor acierto de esta película, con un buen número de bromas sobre la ciencia y la estupidez humana.



En cuanto al reparto, los actores están correctos, si bien no llegan a profundizar demasiado en los personajes al tratarse de una película fundamentada en las ingeniosas conversaciones que mantienen. Destacan el cómico Larry David en el papel del malhumorado Boris y Evan Rachel Wood (a quien ya vimos este año en El Luchador) como la inocente Melody, que será, junto a su madre, quien más cambios sufra a lo largo de la película (algo común en las mujeres de Allen que ya quedó demostrado en Annie Hall).

Se agradece que la acción se desarrolle en la Nueva York actual, lo que supone una vuelta a los orígenes tras la gira europea y da lugar a varias escenas en las cuales queda patente la diversidad cultural de tan emblemática ciudad. Como es habitual, la banda sonora está compuesta por piezas de música clásica que encajan con las numerosas coincidencias que se suceden a lo largo del filme.



En su conjunto, Whatever Works resulta una comedia divertida e ingeniosa, con personajes pintorescos que sirven a Woody Allen para expresar sus proios puntos de vista e inquietudes acerca de distintos temas. Tras este regreso a sus comienzos, el director prepara una nueva película en Londres, You Will Meet A Dark Stranger, que contará con un reparto de lo más variado en el que se encuentran Sir Anthony Hopkins, Antonio Banderas o Naomi Watts. Veremos si la cosa funciona.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Batman R.I.P. (I): La caída del murciélago


Tras los sucesos de Un año después y el regreso de Batman y Robin a Gotham, Paul Dini nos presenta la faceta más detectivesca del señor de la noche en Detective Comics, mientras que el testigo de Batman cae en manos de un conocido guionista en el panorama actual: Grant Morrison.

Como ya hiciera durante su etapa en X-Men, el escocés llega para revolucionar la colección, mostrando número a número las piezas de un puzzle que evoca épocas pasadas y tendrá trágicas consecuencias. De esta forma, Morrison introduce pistas en realación al asunto Zurenarrh desde el primer arco argumental, Batman e hijo, en el que nos presenta al personaje de Damian, quien será de vital importancia para el hombre murciélago en el futuro más cercano.

Bruce Wayne no lo tendrá nada fácil, y como ya le ocurriera en situaciones anteriores se verá forzado hasta el límite por nuevos enemigos que despiertan sus miedos más profundos y suponen amenazas de las que nada sospecha, como resultan ser los tres fantasmas que pondrán en peligro su vida (al más puro estilo de los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras) o el misterioso Guante Negro. Con estos elementos y continuas referencias a episodios olvidados del personaje (respetando la continuidad hasta límites insospechados), Morrison desarrolla una sucesión de situaciones extravagantes que lleva al protagonista hacia un lógico e inevitable final, dadas las circunstancias.

En el apartado gráfico, el guionista escocés ha estado más que bien acompañado con la presencia de Andy Kubert en los primeros números de la colección, la breve aparición de J.H. Williams III para una historia que requería sus peculiares composiciones y finalmente con el trabajo de Tony Daniel, quien combina de modo efectivo las versiones de Batman desarrolladas por Jim Lee y el mencionado Kubert, dándole a Gotham el toque oscuro necesario.


Se aproxima la esperada saga Batman R.I.P., pero tras ella el ritmo no decae en absoluto: la siguen un sentido homenaje al personaje por parte de Neil Gaiman, una completa reestructuración del universo del murciélago y la más que recomendable Batman & Robin. Definitivamente, Morrison ha puesto patas arriba el mundo del Batman.

viernes, 16 de octubre de 2009

[REC] 2: Mejor deja de grabar


Hace dos años, un conjunto de propuestas un tanto arriesgadas en cuanto a cine español se refiere hiceron que el género de terror cobrabra cierta importancia. Entre ellas se encontraban El Orfanato, Los Cronocrímenes o [REC]. Esta última nos metía de lleno en un edificio infestado de zombis, cámara en mano al estilo de películas como El proyecto de la Bruja de Blair o Monstruoso.

Debido a su éxito en taquilla (al resultar novedosa en el cine español) se sucedieron el remake Quarantain y la inevitable secuela [REC] 2, que retoma la acción justo donde terminó la primera parte. En esta ocasión nos encontramos ante una secuela completamente innecesaria, que poco o nada aporta respecto a la anterior y se limita a emular a un videojuego de acabar con zombies.

Esta segunda entrega pretende justificar la epidemia con explicaciones metidas con calzador que intentan "homenajear" a ciertos títulos de terror, si bien su argumento se basa en una serie de sustos que no llevan a ninguna parte y dejan montones de cabos sueltos.

Además, mantiene el estilo cámara en mano de la primera parte, con los consiguientes movimientos bruscos que esto conlleva, y nos presenta a unos personajes que actúan de simples víctimas y cuyos gritos de terror resultan un tanto bochornosos, en especial en el caso de los niños.

Una pena que una idea que en su momento y circunstancias resultó innovadora haya sido explotada sin cuidado, y dados los buenos resultados en taquilla es posible que comience a gestarse una tercera entrega. En ocasiones como ésta vuelvo a recomendar La Niebla, un distinguido ejemplo del buen terror en el cine actual.

domingo, 11 de octubre de 2009

FlashForward: 2 minutos y 17 segundos


Una de las nuevas series estrenadas en la temporada actual que está gozando de una envidiable acogida es FlashForward, la nueva prouesta del canal ABC anunciada como la sucesora de la celebrada Perdidos, ya que ésta volverá a principios de año con su últimos capítulos.

Basada en la novela de ciencia ficción de Robert J. Sawyer, FlashForward nos cuenta qué sucedería si toda la humanidad se desmayase al mismo tiempo y tuviera una visión de su futuro, exactamente dentro de 6 meses. Tras este incidente un grupo de personas investiga el desconcertante suceso al mismo tiempo que se enfrenta a sus visiones y todas sus posibles consecuencias.

Los encargados de este nuevo fenómeno (que con sólo tres capítulos emitidos por el momento ha despertado el interés de un buen grupo de espectadores) son David S. Goyer, co-guionista de las nuevas adaptaciones de Batman, y Brannon Braga, quien se ha encargado de series como Star Trek o 24 a lo largo de su carrera; además de contar con el apoyo de otros guionistas como Marc Guggenheim, responsable de la divertida Eli Stone. Este variopinto equipo desarrolla una historia coral (al estilo Perdidos) que mantiene un ritmo frenético y sorprendentes revelaciones a cada episodio, al mismo tiempo que pantea la eterna pregunta: ¿Estamos los seres humanos predestinados o podemos cambiar nuestro futuro?

FlashForward cuenta con un primer episodio espectacular, a la altura de los ya míticos pilotos de series como la ya citada Perdidos, Héroes o Fringe. Cabe destacar la impresionante recreación del incidente, la acertada banda sonora, la presencia de momentos cómicos cuando la situación lo requiere o presentarnos a unos personajes con mucho potencial, llenos de miedos y dudas. En la piel de estos personajes nos encontramos con un reparto de lo más variado, formado por Joseph Fiennes como el protagonista Mark Benford, Sonya Walger (Penny en Perdidos) o John Cho (el nuevo Zulu de Star Trek) entre otros.


Esta propuesta tan llamativa ha propiciado inlcuso el estreno de la serie con apenas dos semanas de diferencia respecto a su país de origen, y aunque aún queda mucho por desarrollar, esperemos que mantenga el buen nivel con el que nos ha sorprendido.

martes, 6 de octubre de 2009

Surrogates: No hay quien sustituya a Bruce Willis


Basada en el cómic del mismo nombre, la película Los Sustitutos sitúa la acción en un futuro cercano en que los seres humanos viven cómodamente encerrados en casa al tener un robot hecho a medida que hace todas sus tareas por ellos. Sin embargo, no todos los humanos se acogen a este método, sino que existe un grupo anti-sistema que lucha por una vida más natural; por lo que cuando comienzan los crímenes que acaban con los sustitutos y quienes los controlan al mismo tiempo, no es de extrañar que las sospechas se centren en estos activistas.
El director Jonathan Mostow (responsable de la tan criticada tercera entrega de Terminator) se encarga de trasladar esta original propuesta a la gran pantalla, y lo hace de un modo efectivo, contando con una dirección correcta, un guión que va directo al grano y unos efectos especiales adecuados para recrear el mundo poblado por sustitutos. Es en el desarrollo de esta sociedad donde reside uno de los aciertos de esta película, presentándonos multitud de robots que poco o nada se parecen a los humanos que los manejan, un conjunto de empresas que los fabrican y controlan, los activistas que luchan por su destrucción y lo más importante, una sociedad deshumanizada en la que las personas se esconden tras avatares hasta límites insospechados.


Aunque Los Sustitutos comparte rasgos con la reciente adaptación de Yo, robot (mostrándonos un futuro no muy lejano de tonos azulados o que el actor James Cromwell sea el inventor de los robots), se distingue de otros filmes de ciencia ficción por su llamativa, aunque poco explotada, propuesta: nos muestra hasta dónde puede llegar la tendencia actual de informatizar todas nuestras relaciones; cómo las redes sociales, chats e incluso blogs pueden hacer que nos ocultemos tras auténticos sustitutos que poco o nada tienen que ver con nosotros, a los que además podemos dar la apariencia deseada, como si de la definitiva versión de Second Life se tratase, para evitar cualquier tipo de contacto humano.
En cuanto al reparto, destaca la presencia de Bruce Willis en uno de esos papeles en que se ve forzado a ejercer de héroe vulnerable que tan bien le sientan, ya sea como el mítico John McClane de La Jungla de Cristal o como un policía acabado en 16 Calles. El resto de actores están correctos, con la presencia de Radha Mitchell, Ving Rhames (quien vuelve a coincidir con Willis tras la famosa escena de Pulp Fiction) o la mencionada aparición de Cromwell, si bien se echa de menos más presencia de la banda sonora.
Mencionar también que antes de la película se proyecta el corto Cíclope, que más allá de su desarrollo sorprende por plantear una versión futura de Madrid al estilo Blade Runner, arriesgándose así a introducir nuevos temas en el cine español.


Los Sustitutos plantea un inquietante tema de actualidad como es la pérdida de identidad en la red, pero, aunque se trate de una película entretenida y bien llevada durante su breve duración, queda la impresión de que tal vez podría haberle sacado más provecho a tal propuesta, ganándose así un lugar destacado en el género de la ciencia ficción.

*Bonus: Desde aquí quiero agradecer a todos aquellos que votaron a este blog en Mundo Cinefilia y consiguieron que figurase entre los 10 mejores de la encuesta realizada en dicho directorio. ¡Gracias!