martes, 30 de junio de 2009

¿El regreso de Dr. Horrible?


En el terreno de los superhéroes se han contado prácticamente todo tipo de historias de numerosas formas posibles, desde aquellas que presentan un héroe puro e ideal hasta muchas otras que ofrecen una estética más oscura y realista. Sin embargo, no fue hasta el mes de julio del pasado 2008 cuando pudimos disfrutar de una historia superheroica a modo de musical en un formato de lo más original.

Dr. Horrible's Sing-Along Blog es la rompedora propuesta de Joss Whedon, creador de Buffy, en la que se nos presenta la historia de un supervillano de segunda que quiere obtener el respeto que se merece para entrar a formar parte de la Malvada Liga del Mal, lo cual no será tarea fácil pues debe enfrentarse a su némesis, Captain Hammer, y al mismo tiempo a sus sentimientos por Penny, la chica de sus sueños. En apenas 45 minutos se desarrolla a modo de musical esta simpática serie, cuyos 3 capítulos aparecieron en Internet para hacerse con toda una legión de seguidores inesperados que dispararon las ventas de su banda sonora y del DVD recopilatorio.

A las geniales canciones que aparecen la serie hay que sumarle las divertidas interpretaciones de Felicia Day como la dulce Penny o de Nathan Fillon en el papel del engreído Captain Hammer, sobre las que destaca sin duda el siempre genial Neil Patrick Harris (más conocido como el legendario Barney Stinson de Cómo conocí a vuestra madre) haciendo del protagonista de la serie y de paso descubriéndonos su talento musical.



Debido al éxito obtenido por esta serie y su trágico final, han sido muchos los rumores sobre una posible segunda entrega e incluso una secuela para la gran pantalla que continúe la historia justo donde se quedó, si bien en algunas entrevistas a los actores y responsables éstos han mencionado que se traían algo rompedor entre manos, sin atreverse a desvelar de qué se trataba. Por el momento toca conformarse con las canciones y buenos momentos que nos dejó la "primera temporada".

domingo, 28 de junio de 2009

Cuando Logan envejeció

Sin duda alguna el mérito de ser el personaje más famoso de Marvel se lo lleva Spider-man. La segunda posición está más reñida, si bien uno de los firmes candidatos a ocuparla es Lobezno, el mutante de las garras de adamántium. Resulta casi paradójico que uno de los personajes mejor construidos del mundo de los cómics en la actualidad se encuentre sobreexplotado hasta límites insospechados. Cuando el personaje entró en escena por primera vez poco o nada se sabía sobre él, y los detalles de su vida anterior a la compartida con la Patrulla X se revelaban con cuentagotas. Así, poco a poco descubríamos que se llamaba Logan, era canadiense pero la cultura japonesa marcaba su conducta, luchaba con todas sus fuerzas por dominar su lado animal y había sido sometido a crueles experimentos en el proyecto Arma X. Hace no mucho tiempo en Marvel se decidieron a tirar la casa por la ventana y sacarle el máximo partido al potencial del personaje: aparece inexplicablemente en multitud de colecciones mensuales y de repente recuerda todo su pasado, sin omitir ningún detalle; lo que ha llevado a la creación de conceptos tan absurdos como el pesado de Rómulo y el sinsentido de Daken, el hijo cansino que tuvo hace mucho tiempo. Aún así, parece que aún hay esperanza para el indestructible Lobezno, siempre y cuando surja una saga como la actual El viejo Logan.

Anteriormente en este blog hemos comentado el ambicioso y a la vez interesante plan de Mark Millar en Marvel: mientras en la serie Kick Ass mantiene su característico estilo gamberro, se atreve a adentrarse en el terreno de la ciencia ficción con los 4F, en el mundo de los cómics con 1985 y ahora con un western post-apocalíptico con El viejo Logan. La historia arranca 50 años en el futuro, después de una serie de sucesos no muy claros que acabaron con los superhéroes y reestructuraron los Estados Unidos por completo, que ahora Lobezno y Ojo de Halcón deben recorrer en una peligrosa misión. Partiendo de esta idea a lo largo de la saga se nos mostrará el nuevo y desolador panorama mezclando elementos de películas como Mad Max o Sin Perdón (sobre todo el momento inicial, con un anciano Logan cuidando de dos hijos en una granja de cerdos) y de grandes historias como La Torre Oscura (se nos presenta un mundo polvoriento que "se ha movido" y aún conserva elementos de tiempos mejores) junto con innumerables referencias al Universo Marvel (topoides, descendientes de Banner, motoristas fantasma o la Caída del martillo entre muchos otros) y otros de lo más dispares como las apariciones de ciertas videoconsolas o del coche Herbie.



A este prometedor planteamiento hay que añadirle el espectacular dibujo de Steve McNiven, autor de estilo realista y detallista que saltó a la fama con Civil War (donde también colaboró con Millar) y cuyos trabajos no han hecho sino mejorar desde entonces. En esta ocasión nos ofrece de nuevo un dibujo muy rico en detalles (como todos los guiños al Universo Marvel que pueblan las páginas), limpio como pocos y que se adecua con facilidad al ritmo de la historia, al mismo tiempo que se ve menos perjudicado que en otras ocasiones por los colores normalmente demasiado digitales de Morry Hollowell.

Con las dos primeras partes de ocho recientemente publicadas aún es pronto para encumbrar esta historia, pero si continúa desarrollándose con tanta fuerza como con la que ha comenzado puede demostrarnos que todavía pueden contarse buenas historias de un personaje complejo en un principio que tan repentinamente ha sido sobreexplotado, aquel viejo Logan que luchaba por controlar sus instintos animales para encontrar un lugar en el que ser aceptado.

jueves, 18 de junio de 2009

Fringe: la intriga continúa de la mano de JJ Abrams


Anteriormente hemos comentado por este blog los trabajos más recientes de un genio en expansión en la industria del entretenimiento como es JJ Abrams. Pues bien, tras hablar sobre el fenómeno de Perdidos y la sensacional nueva entrega de Star Trek no queda sino recomendar la sorprendente serie Fringe, que ha superado todas las expectativas sobre si estaría al nivel de sus predecesoras.

Si en la serie Perdidos se entremezclan numerosos elementos de ciencia ficción para ir siendo explicados de forma lo más coherente posible, en Fringe entramos de lleno en el campo de la ciencia límite al desarrollarse tramas relacionadas con el teletransporte, la reanimación o la robótica, todas ellas conectadas entre sí a través del misterioso Patrón sobre el que los protagonistas deberán investigar. Además, como en la archiconocida Perdidos, en Fringe se nos presentan una serie de personajes complejos por sus dispares personalidades y los secretos que guardan, que se irán desvelando a medida que avanzan los capítulos, a lo que hay que añadir otra de las constantes en las obras de JJ: la presencia del poder de las multinacionales, que esconden mucho más de lo que aparentan y se relacionan estrechamente con los sucesos extraños. Así, si la compañía de Charles Whitmore hacía la vida imposible a los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines, en Fringe tenemos a la omnipresente empresa Massive Dynamic (una muestra más del desarrollo del marketing viral por parte de Abrams) complicando las investigaciones de Olivia, Walter y Peter Bishop.



Por si esto no fuera poco, en Fringe también contamos con la presencia de Michael Giacchino, uno de los compositores de bandas sonoras más prometedores del panorama actual que vuelve a reunirse de nuevo con Abrams para que sus partituras aporten una dimensión extra a los enigmas planteados en cada episodio.

Sin duda alguna no habrá que perderle la pista a esta serie que supone una nueva vuelta de tuerca a la ciencia ficción y que con total seguridad nos mantendrá atrapados desde su espectacular principio, a la espera de nuevas sorpresas y giros inesperados, garantía del inconfundible sello de JJ Abrams.

jueves, 11 de junio de 2009

Patrulla X: A regañadientes con los mutantes

El pasado mes de abril comentábamos el inicio de una nueva etapa para la colección mutante más antigua con motivo de su número 500. El equipo formado por los guionistas Ed Brubaker y Matt Fraction y los dibujantes Greg Land junto al matrimonio Dodson nos cuenta la adaptación de los mutantes a su nueva base de operaciones en San Francisco, pero después de tres números la colección no me acaba de convencer.

De repente, los personajes se encuentran extrañamente alegres en su nuevo entorno, pareciendo haber olvidado lo ocurrido durante los meses anteriores, y tampoco es que la serie se centre en el desarrollo de unos cuantos en concreto (tal vez los que tengan más importancia sean Emma Frost y Cíclope, resultando un tanto repelente el comportamiento de ésta), sino que presenta a unos cuantos personajes que entran y salen de escena según les parece. También llaman la atención los absurdos cuadros de texto que emplean los guionistas para presentar a cada mutante en cuanto aparece con frases como "Emma Frost, supermaciza psíquica" o "La Bestia, belleza bestial". A esto hay que añadir un buen número de situaciones chocantes como que Bestia de pronto diga que puede volver a usar las manos desde su segunda mutación (cuando lleva años haciendo experimentos) para luego aparecer manipulando paneles al estilo Minority Report o que después de que el nuevo Club Fuego Infernal ataque a Hada (quien cumple las funciones de Kitty Pryde y Júbilo hasta el punto de llevarse muy bien con Lobezno) y su amigo nadie se preocupe por si éste se encuentra bien. Todo esto llama bastante la atención al tratarse Fraction y Brubaker, equipo de guionistas que dieron un giro de 180 grados al concepto de Puño de Hierro ofreciendo historias realmente asombrosas que respetaban el pasado del pesonaje y lo adaptaban a los nuevos tiempos.


En cuanto al dibujo, puede decirse que Greg Land provoca reacciones encontradas. Por un lado se agradece un estilo realista para los mutantes, pero por otro en su trabajo se hace notar un abuso de la digitalización, como por ejemplo en los rostros y poses de los personajes (la gran mayoría comparte la misma sonrisa), además de que tan pronto nos ofrece una página vistosa como a la siguiente aparecen viñetas vacías salvo por las figuras de los propios mutantes. Otro asunto que parece ser cíclico en las colecciones de la Patrulla es el recubrir poco a poco los trajes de los protagonistas de "X" y adornos varios: hace un tiempo John Cassaday rediseñó los unformes de los mutantes simplificándolos y dándoles un aspecto más superheroico, y actualmente parece que vuelven los trajes sobrecargados.

Espero que el actual arco argumental sobre el misterio de la Reina Roja y el nuevo Club Fuego Infernal se resuelva de manera convincente y que con la llegada de los Dodson mejore la calidad, pues estos guionistas han demostrado ser capaces de dar mucho más de sí, así que ojalá no desaprovechen la oportunidad que tienen de tratar con unos personajes tan emblemáticos como son los integrantes de la Patrulla X.

sábado, 6 de junio de 2009

Terminator Salvation: El futuro ha comenzado


Hace 25 años el director James Cameron conmocionó el género de la ciencia ficción con el estreno de Terminator, película que proponía conceptos tan empleados hoy en día en multitud de títulos como la rebelión de las máquinas contra la humanidad en un futuro apocalíptico y viajes en el tiempo que pueden cambiar el destino de la raza humana. Siete años después, el impacto que Cameron consiguió con la segunda entrega fue mayor si cabe, grabando a fuego en la mente de los espectadores la figura de Arnold Schwarzenegger como el mítico Terminator con sus frases características y multitud de conceptos y personajes como Skynet, Cyberdine, Sarah Connor y su hijo John o el temido Día del Juicio Final. Hasta el año 2003 no llegó la tercera parte de la mano de Jonathan Mostow, criticada por muchos por limitarse a seguir el esquema establecido por la segunda pero atreviéndose a mostrar la rebelión de Skynet contra la humanidad en el día señalado. Tras esto, hace poco más de dos años la recomendable serie Las Crónicas de Sarah Connor tuvo la ocasión de atar algunos cabos sueltos entre las películas y de preparar el camino a una cuarta entrega que mostrara el futuro apocalíptico tantas veces referido, lo cual no fue suficiente como para aclarar las dudas sobre la validez del director elegido: McG, responsable de los bochornosos Ángeles de Charlie cinematográficos. Aún así, la esperada Terminator Salvation ha cumplido las expectativas.

Esta cuarta entrega supone un notable lavado de cara a la franquicia al introducirnos de lleno en la futura guerra contra las máquinas, lo que da lugar a una película entretenida, repleta de ritmo, acción y explosiones, con efectos especiales por todas partes y la aparición de todo tipo de Terminators, desde los míticos T-800 hasta gigantescos caza-humanos y modelos acuáticos. Con la acción desarrollándose en el futuro, la historia nos presenta por un lado la batalla de John Connor al frente de la Resistencia contra Skynet y por otro la misteriosa aparición del verdadero protagonista, Marcus Wright, preso condenado a muerte en 2003 que aparece de repente el el apocalíptico 2018.

Con todos estos elementos McG tiene ocasión de desplegar una historia verdaderamente entretenida, con una dirección correcta y llena de ritmo, al mismo tiempo que homenajea a las entregas anteriores en multitud de ocasiones, ya sea con frases míticas como "Volveré" o con todo el asunto de la búsqueda de Kyle Reese, padre de John Connor que debe viajar al pasado para salvar a su madre; las referencias a Cyberdine, la escena de la fundición y enfriamiento del Terminator o la esperada aparición de Schwarzenegger.



En cuanto a los actores, todos ellos están correctos, desde Chritsitan Bale como Connor hasta Anton Yelchin (Chekov en la reciente Star Trek) como Reese, pasando por las apariciones de Helena Bonham Carter o de Bryce Dallas Howard como la esposa de Connor. Merece la pena destacar la labor de Sam Worthington (quien pronto dará mucho que hablar debido a su participación en futuros filmes como Avatar, lo último de Cameron) en el papel de Marcus, personaje que hereda elementos tratados en Blade Runner y guarda cierto parecido con uno de los conocidos protagonistas de El Mago de Oz.

Del apartado técnico llama la atención la abundante cantidad de efectos especiales empleados, ya sea para crear cientos de modelos de Terminator o para hacer volar por los aires el decorado al completo, así como algún que otro tijeretazo en ciertos momentos de la película. Respecto a la banda sonora de Danny Elfman, a diferencia de otros de sus trabajos en esta ocasión se hace notar bastante poco, siendo lo más llamativo la mítica sintonía de Terminator 2.

Aún es pronto para saberlo, pero su final deja el camino abierto a posibles secuelas a la espera de los resultados obtenidos en taquilla. De momento, podemos conformarnos con esta cuarta entrega, entretenimiento puro que ofrece un nuevo enfoque a tan conocida saga de ciencia ficción.